Unas horas después Rosalin estaba lista para celebrar su cumpleaños en la fiesta de Edwan había preparado para ella, al bajar por las escaleras, se encontró con la sonrisa y la mirada coqueta de Edwan.

—Mi Luna te ves hermosa, que digo hermosa, eres la mujer más bella de todo el Valle —dijo al momento que tomaba su mano, el vestido corto de color verde que llevaba hacía resaltar más sus ojos, su cabello dorado caía como una cascada de oro que enmarcaba su rostro, si el día que la encontró brillaba, esa noche era más fuerte e intensa esa luz.

—Me agrada que te guste, me arregle para ti —le susurro dejando un beso en la comisura de sus labios.

—Mujer me torturas, yo que quiero que disfrutes de tu fiesta y tú me haces desear mejor subir contigo a la habitación y disfrutar de ti —replicó Edwan con una voz gruesa, Rosalin sonrió y noto el brillo en sus ojos.

—Sera más tarde, ahora quiero disfrutar lo que tú organizaste para mi —se colgó de sus brazos —bailar con la noche del compromiso, g