A veces el sentirse destrozada y herida es normal y parte de esta puta vida, pero el sentirse así siempre es una jodida m****a. Yo ya no podía más y me dolía el corazón, ¿qué había hecho de mal para pagar tanto? ¿Qué había hecho en mi otra vida para pagar de esta forma en la actual?
Me sentía estúpida. En el fondo sabía que no había querido ayudar a las brujas a vengarse del clan de hombres lobos de Ron, simplemente había fingido que quería hacerlo solo para saber de papá pero no me había servido de nada, no era justo, y en lugar de lograr mi objetivo, descubrí mentira tras mentira.
El nombre de Isaac rondaba mi mente, sentía pena y me dolía el imaginar su rostro y expresión al saber que no teníamos el mismo padre, me lastimaba el saber como se iba a sentir al enterarse que era un ser sobrenatural.
Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos y rodar por mis mejillas, además estaba lloviendo y no podía identificar si temblaba del frío o por lo que
—¿... Entonces eres un cazador de hombres lobos?—preguntó el moreno llamado Nicolás con un tono seco y despectivo. —Si. Así es.—respondió Aleix con una sonrisa deslumbrante. El chico, al llegar aquí había recibido miradas tensas de parte de todos pero pareció no importarle ya que ahora estaba sumamente integrado. Después de la plática en medio del bosque y del disparo, que en realidad había sido para un hombre lobo que estaba detrás de nosotros, habíamos regresado a la mansión donde vivía Ryan y este chico, Aleix, había venido con nosotros. Y ahora les explicaba que las brujas lo habían seleccionado para que nos ayude o algo así, y los demas no se fiaron de él hasta que les mostró pruebas, la verdad no le estaba poniendo mucha atención. Mi mente aún estaba en casa de mi madre recordando sus engaños y mentiras. —¿Estás bien?—me preguntó Ryan acercándose a mí oído y erizando mi piel. Lo miré y solté una mueca.
Tropezón.Segundo tropezón.Maldición, ¿acaso no podía hacer nada bien?Me quejé por lo bajo intentando acomodar mis patines pero me era casi imposible.—Vamos, yo te ayudo— Ryan apareció por milésima vez para ayudarme, o yo era el problema o estos patines no eran de mi talla.Ryan había decidido invitarme a un campo de hielo a patinar cuando le comenté que era muy mala en esto, aunque sabía que lo hacía para distraerme de todo el caos afuera. Además, había invitado a Vicky y a su hermano. Ambos lo hacían de maravilla, incluso el ojiverde.—Vaya— sonreí sujetándome de sus hombros mientras él terminaba el trabajo—creo que esto no es para mí, soy muy torpe.El chico rió por lo bajo mientras se incorporaba y yo me sujetaba de sus brazos.—No lo eres, solo necesitas práctica, nada más.— Si, solo eso. Nada díficil—respondí sarcásticame
Una blusa azul, pantalón negro, zapatos para correr, coleta alta, cero maquillaje, navajas, celular, y ganas de morir. Listo.Suspiré viéndome por última vez en el espejo bajo la penetrante mirada de Victoria, quién, como siempre me miraba con mucha preocupación y temor a que me pasara algo.Le había contado absolutamente todo lo que pasó el día ayer, ella no lo podía creer porque según su corazón de amiga decía que Ryan me quería de verdad y que la estúpida Fleur solo quería separarnos porque se moría por el vampiro pero yo no tenía tiempo de pensar en eso. No valía la pena.También le había contado sobre la llegada de Tyler, después de verlo anoche charlamos un poco pero le dije que estaba cansada asi que le pedí que se fuera, tampoco tenía ganas de hablar con él.No había visto a mi madre, de seguro había salido a trabajar y a hacer su vida como si nada malo estuviera pasado, si no hay nadie como mi mamá.—¿Raquel?— mi hermano apareció en la pu
Dolor.Sufrimiento.Odio.Ira.Rabia.Todos esos sentimientos y emociones estaban envolviendo cada parte de mi ser. Lo que mis ojos estaban viendo era inhumano, injusto y cruel. Quería matarlos a todos, hacer que sintieran lo que yo estaba sintiendo ahora, quería que gritaran y rogaran por su vida o que se arrepientan de estar vivos. Pero no podía.No era capaz.Había algo en este lugar que retenía mi magia y no me dejaba hacerlo.¡Por un demonio!Tragué saliva y las lágrimas salieron por si solas, ¿cómo alguien era tan cruel para hacer algo como esto a otro ser humano?—¿Te sorprendió?— la asquerosa voz de Ron se escuchaba lejana. Yo solo tenía mis ojos puestos ahí, en lo que había detrás de esa puerta.Mi padre.Ahí estaba, sufriendo.Sus manos y
Abrí mis ojos lentamente, los sentía un poco hinchados porque me quedé llorando contándole todo a Victoria, quien dormía placidamente a mi lado, después de hablar con ella nos quedamos dormidas en esta habitación a pesar que Ryan me había pedido que me quede en la suya, petición que obviamente rechacé, lo último que quería era verlo.Me puse de pie, fui al baño, tomé una ducha rápida, me vestí con un vestido negro de tirantes—Ryan había traído un poco de mi ropa—y dejé mi cabello suelto.—¿A dónde vas?— escuché la voz adormilada de mi amiga.Suspiré y la miré. Sus ojos azules me miraban expectantes a pesar de haber despertado hace poco. Tenía planeado ir a mi universidad a solucionar el problema respecto a las faltas pero también quería comunicarm
VICTORIA LEVINERaquel se había ido, sabía que se iba a la universidad, pero como la conocía tan bien, algo me decía que no era al único lugar al que iba. Mi mejor amiga tenía planeado hacer algo, pero ¿ya dije que la conocía? Estaba segurísima que antes de poner en marcha su plan, lo iba a pensar muy bien, ¿y cómo le gustaba pensar a ella? ¡Exacto! En un lugar lejos de todos nosotros. También sabía que no iba a poner en marcha su plan sin decirlo primero. Era inteligente.En medio de un bostezo me puse de pie y me dirigí a la ducha, la cual era demasiado amplia y cómoda, siempre había querido tener una así, pero por problemas económicos eso solo había quedado en mis sueños. Me desnudé y dejé que el agua completamente helada recorriera cada centímetro de mi cuerpo, lavé mi cabello, enjaboné mi cuerpo, al terminar
FLEUR AXCon lentitud me puse de pie en busca de sangre. Tenia demasiada hambre por lo que era capaz de comer a cien humanos de un solo bocado. Me gustaba la sangre directa de la vena, era más fresca y deliciosa pero Ryan nos tenía prohibido hacer daño a los seres humanos, imbécil. ¿Acaso son tan importantes? Desde mi punto de vista y criterio propio, las personas eran un estorbo en este mundo, solo provocaban destrucción y desastres, aseguraba que los monstruos eran ellos, no nosotros, no yo.Llegué a la sala y mis ojos se posaron en el humano y el lobito que la bruja estúpida había traído, ¿comida gratis?, ambos se encontraban sentados en los sofás, el castaño estaba en frente pero tenía su mirada perdida en algún punto fijo, y el otro me daba la espalda, podía escuchar los latidos de sus corazones, ¿qué se sentirá
Dolía, mi maldita cabeza dolía demasiado. Sentía muchas punzadas alrededor de mi sien, como si un martillo estuviera golpeándome sin parar.Abrí mis ojos lentamente, ¿en dónde estaba? ¿Cómo llegué a la habitación de Ryan?Cerré mis ojos de nuevo, la migraña llegó con más intensidad, incluso sentí que se me revolvía un poco el estómago. La luz brillante entraba por una de las ventanas del cuarto, ¿qué hora era?Entrecerré mis ojos mientras me sentaba en la cama colocando mi espalda en el respaldar de la misma, sentí mi garganta completamente seca y me dolía todo el cuerpo como si la noche anterior hubiera hecho mucho ejercicio, alcé mi mano para sujetarme el cabello cuando un dolor brutal recorrió el mismo, llevé mis ojos hacia a allí rápidamente y noté un moretón en mi antebrazo, uno grande y casi negro, ¿qué me pasó? Abrí los ojos de golpe al notar que estaba en ropa interior y con solo un sueter que desde luego no era mío, me acerqué un poc