Muerte.
Dejar de existir.
Eran palabras demasiado fuertes, había pensado en ellas muchas veces en mi vida y sabía que iba a morir en algún momento, pero nunca creí que sería de esta manera y tan pronto, tenía apenas 19 años y sentía que no había vivido lo suficiente.
Muerte.
Seis letras que significaban mucho.
Muerte.
Aquella palabra rondaba mi mente desde que me metí en esto a causa de la magia, pero siempre había estado en segundo plano hasta ahora, hasta este momento, hasta que esas palabras salieron suavemente de los labios de Ryan, que la tomaba tan en serio. Pensar en qué mi corazón dejaría de latir por razones sobrenaturales me aterraba, pensar que mis pulmones dejarían de recibir oxígeno era espeluznante, ¿iba a morir? ¿sin importar si cumplía mi propósito a medias, completo o no? &iq
VICTORIA LEVINEMe dolía el pecho como si estuviera a punto de tener un paro cardíaco, algo me avisaba que las cosas no estaban yendo bien, Raquel había salido hace bastante tiempo y Ryan igual, ambos no regresaban y me estaba preocupando, empecé a caminar por toda la habitación en busca de consuelo pero no era capaz de hacerlo, estaba inquieta y asustada. Mis manos sudaban, y volví a tomar mi teléfono y busqué el número de mi mejor amiga, y la llamé, pero como era de esperarse, no lo tomó, y me mandó a buzón de voz, sabía que iba a hacer Raquel, ¿debía avisarles a los d
VICTORIA LEVINEMe dolía el pecho. Sentía una opresión fuerte.—Victoria, ¿qué pasó exactamente?— preguntó alguien, pero su voz sonaba lejana.—¿A dónde fue Isaac?— esta vez escuché otra voz, pero yo estaba pérdida, mirando a un punto fijo con la mirada ida, ¿qué se suponía qué debía hacer?—¡Victoria! respondeDe repente, sentí unas manos heladas sobre mis mejillas, logrando que regresara a la realidad y observando los ojos grises de Gianluca, su expresión me demostraba que estaba preocupado, posé mi vista al rededor y muchos pares de ojos me miraban como si fuera una rata de laboratorio lo que me hizo sentir insegura y extraña, de seguro pensaban que estaba loca.—Hey, hey— dijo Gianluca, tomando mi rostro entre sus manos y enfocándo
Mi cabeza dolía porque sentía unas pequeñas punzadas en la zona occipital, tragué saliva y noté que mi garganta estaba rasposa y seca, intenté mover mis extremidades pero sentí todos mis músculos entumecidos, entonces, con dificultad abrí mis ojos y una pequeña luz provocó que los volviera a cerrar, ¿en dónde mierda estaba?, sentí mi cuerpo pegajoso por el sudor y en donde quiera que estaba, había poco oxígeno porque sentía que me ahogaba. Volví a abrir los ojos y lo primero que noté fue una luz blanca, ¿acaso así era mi camino hacia el más allá?Carraspeé y miré todo después de parpadear varias veces.Estaba en una habitación, las paredes estaban sin pintura y sucias, el suelo era de madera y tenía unas manchas que parecían ser de sangre, solté una mueca d
RYAN MILLERDejar sola a Raquel, no me parecía buena idea pero si quería salvarla, debía buscar la forma de hacerlo, de una manera rápida, por lo tanto tenía que moverme solo. Esperaba que la anciana la ayude a quitar esas cuerdas, pero sabía que ella no podía quitar la magia del cuerpo de Raquel, había hablado con ella ya, y a pesar de mi interés y desesperación, la anciana me había asegurado que quitar eso no era posible, a pesar de la conexión que teníamos los dos, eso no era suficiente, la magia era demasiado poderosa para el cuerpo de mi niña, ¿cómo podía salvarla? no tenía ni la más mínima idea.Me encontraba mal, pero no podía demostrarlo, Raquel tenía que vivir, yo juré protegerla y lo haría aunque me cueste la vida. Por lo tanto, debía buscar algo que me ayude en lo
FLEUR AXGolpes, gritos, cosas destruyéndose, más golpes, más gritos, un fuerte olor a sangre por todo el lugar, sonidos de cadenas, corazones latiendo y otros rompiéndose, todo eso podía escucharlo, olerlo y percibirlo desde la terraza mientras fumaba un cigarro.Sabía que todos se estaban matando, ¿me importaba? en absoluto. Suspiré dando una calada a mi cigarrillo, y mirando el cielo, estaba hermoso. De pequeña me encantaba verlo, parecía que allá no habían problemas y dolor, pero me era imposible saberlo, era un jodido ser inmortal, ¿qué mas daba?—No— escuché una voz a lo lejos con mi oído agudizado. Me encogí de hombros terminando mi cigarro, después de esto, sería libre y podría irme de viaje, a la playa, y conocer nuevos humanos con sangre deliciosa. Me incorporé, lista para
VICTORIA LEVINEEstaba asustada, nunca había visto una pelea tan de cerca. No sabía como ayudar porque ellos eran aún más veloces y fuertes que Matías y yo, nosotros éramos inservibles en estos momentos.Cuando Tyler se transformó y abalanzó hacia a nosotros, Gianluca se interpuso y nos pidió que corriéramos, lo cual hicimos pero no sabíamos como colaborar, mi mejor amigo y yo estábamos en el primer piso de la mansión, en la cocina, ambos no sabíamos que hacer, si Raquel estuviera aquí de seguro habría tomado algo para defenderse, por si acaso, pero yo no sabía que hacer, mi cerebro no quería pensar ni funcionar en este momento.—Vic-Victoria, es-estoy muy asustado— habló Matías a mis espaldas, me tenía sujetada de la cintura por lo tanto podía sentir como su mano temblaba a t
Quemaba. Mi cuerpo quemaba. Desde la punta de mi cabello hasta las puntas de los dedos de mis pies. ¿Por qué? la magia estaba en su máximo esplendor. Sentía tanto poder que creí que se iban a romper gran parte de mis huesos. Mi corazón latía tanto que en cualquier momento iba a salirse de mi pecho y rebotar en la pared. Vi los cuerpos, vi como Fleur daba su vida por mi hermano, la gran hija de perra tenía sus ovarios bien puestos. Vi como Nicolás y los demás vampiros peleaban con los demás hombres lobos para que yo me enfrente a Ron, vi a Isaac lastimado y apunto de desfallecer, vi sangre y cuerpos por doquier, también noté como Ron se cagaba de miedo pero intentaba fingirlo, pero no vi a Ryan, no vi al hombre que amaba por ninguna parte y temí que le pasara algo. Pero vi mi muerte, sabía que pelear, y decidir a quien matar, fijaba mi paz o tormento después de mi muerte, no había nada más que hacer, pero si tenía algo, y era pelear c
Carta de Ryan Miller a Raquel Rivaille Tres meses después de su muerte Hola, mi ángel, soy Ryan. Te extraño, demasiado. Extraño escuchar tu risa llena de alegría, extraño como tus ojos me miraban cada vez que estábamos juntos o repletos de personas, extraño el roce de tu piel con la mía, y sobre todo extraño tu voz. Tu voz era como una melodía para mi, y siento que la estoy olvidando. No quiero preocuparte, pero me siento vacío. El día de tu funeral, el cielo también lloró. Todos tus seres queridos acudieron a tu despedida, Isaac estuvo ahí, serio y con un semblante vacío, Matías y Victoria no pararon de llorar, los vampiros acudieron y estuvieron en silencio, ¿sabes? Nicolás me dijo que te admiraba. Pero me siento tranquilo, estas enterrada al lado de tu padre, ahora nadie podrá separarlos. Victoria y Gianluca están juntos ahora, estoy seguro de que él la ama demasiado y la pro