Otra arcada, y el vómito salió de mi sistema completamente.
Sentía un sabor amargo en mi garganta y mi estómago ardía.Victoria sostenía mi cabello mientras el líquido salía para terminar en el inodoro de los baños de la universidad.
—¿Te encuentras bien?— preguntó Victoria con voz que demostraba preocupación.
Asentí mientras me ponía de pie. No sabía que era lo que me había caído tan mal. Pero desde que vi a esa chica sin respirar, sentí un malestar. Habían pasado algunas horas desde que habían encontrado el cuerpo, la policía hizo algunas preguntas a los que habían presenciado eso, incluyéndome. Además, las clases se habían cancelado para que la policía pueda investigar sin estar bajo las miradas de los estudiantes. Victoria, Matías y yo seguíamos aquí ya que debíamos presentar un trabajo.
—¿Qué comiste en la mañana?— preguntó Matías a través de la puerta, porque no podía ingresar al baño de mujeres, a pesar de que no había casi n
—¡Vamos a morir! ¡Tan jóvenes!— Matías sacudió mis hombros mientras se lamentaba, sus ojos estaban rojos y parecía que en cualquier momento iba a llorar. Y a mi solo me ponía los nervios de punta—¡Raquel! ¡No dejes que me mate!—volvió a gritar.Después de que Ryan haya notado nuestra presencia, mi amigo se había echado a correr llevándome a rastras consigo, había sujetado tan fuerte la muñeca de mi brazo izquierdo que estaba enrojecida y dolía un poco, froté esa zona. Me sorprendía lo tanto que se podía asustar Matías, ya mismo se orinaba en los pantalones. Nos encontrábamos en mi casa, no había nadie, Isaac aún estaba en la universidad y mi mamá se encontraba en su trabajo, cuando llegamos la desesperación de Matías me había dificultado abrir la puerta de casa pero al entrar, aseguré todo.—¿Él sabe dónde vives? ¡Rayos! ¡Si lo sabe! De seguro ya está aquí, acechándonos.— Mi amigo me había soltado y se encontraba dando vueltas al rededor de la sala.
Matías no paraba de mover sus pies, nervioso, tampoco paraba de intentar llamar a la comisaría, se encontraba a mi lado, sujetando fuertemente mi brazo mientras estábamos sentados en el sillón de la sala de mi casa. Al frente de nosotros se encontraba Ryan, frío, serio e inexpresivo, tenía los brazos cruzados sobre su pecho, y ahora que la luz había regresado, podía ver sus ojos más claros que antes.Me sorprendía que no haya intentado nada contra nosotros y que se encuentre tan relajado después de enterrar un cuerpo en el bosque, y a pesar de eso, yo no bajaba la guardia, estaba atenta a cualquiera de sus movimientos.El hombre que había intentado atacarme minutos antes, estaba al lado de Ryan, inconsciente, amarrado a una silla y llevaba una cinta en sus labios, para prohibir que haga cualquier tipo de ruido. Se trataba de un tipo alto, gigante, gordo, y robusto, y todas esas características me confirmaban que había sido él mismo quien habia entrado en mi c
Disparo.Segundos después de ese ruido terminé en el suelo con esa bestia encima mío, sus colmillos estaban muy cerca de mi cara y su cuerpo pesaba demasiado. Luego de eso, sentí un líquido caliente recorrer mi abdomen, al bajar la mirada, noté que era sangre, pero no era mía, era del animal.Tragué saliva y no podía escuchar nada más que un pitido en mis oídos.Veía todo en cámara lenta.Matías tenía una expresión de terror, incluso noté algunas lágrimas que rodaban por sus mejillas.El sheriff Braun tenía los párpados abiertos de par en par y gritaba algo a sus compañeros. En sus manos tenía una pistola y supe que él había disparado.Los demás oficiales que eran exactamente tres estaban estáticos en su lugar viendo toda la escena.—¡Raquel!— el grito de Mati me hizo saber que ya podía escuchar bien.Mi corazón latía veloz por los nervios y yo no
Habían pasado algunos días desde que hablé con Ryan, todo lo que me había dicho aun estaba dando vueltas en mi cabeza y me costaba procesar toda esa información.De pequeña me gustaba leer cuentos de magia, vampiros, hombres lobo, fantasmas, etc. Pero siempre supe que todo era irreal y solo eran cosas inventadas para crear historias y causar miedo en niños como yo, siempre creí que todo eso mentira y que no existía en la vida real, pero estaba profundamente equivocada. ¿Cómo era posible? ¿Por qué me estaba sucediendo eso a mi?No lo podía creer, pero debía hacerlo. Había visto a un lobo enorme gigante y aún hombre atacarme en mi casa, creería que me estaba imaginando todo pero Matías también lo había visto. También los sheriffs, que por cierto, aquella noche al salir a investigar no habían encontrado nada según las palabras del sheriff Braun.—Raquel—la dulce voz de Vicky llamó mi atención, sus ojos azules me miraban con confusión y tenía el ceño
El sudor empapaba todo mi cuerpo haciendo que la ropa se me pegue al igual que mi cabello en la frente, tenía la respiración agitada y los latidos de mi corazón eran muy rápidos, además, sentía mi garganta muy seca y necesitaba algo de agua, al menos una gota.Me encontraba en el lugar donde Ryan me había traído hace unos días, donde estaba la laguna. Después de nuestra conversación, Ryan me había convencido de venir a entrenar todas las tardes porque según él, primero debía fortalecer mi cuerpo para después poder manejar la dichosa magia que tenía dentro de mi.Una idea había cruzado por mi mente, y era la de hablar con ese clan de hombres lobos y decirles que no quería hacerles daño, y que queria llevar la fiesta en paz pero después de escuchar que existía una probabilidad de que ellos se hayan llevado a mi padre, la sangre me hirvió. El solo pensar que mi padre tuvo que desaparecer por el simple hecho de tener una hija como yo me hacía se
Mi cabeza dolía, parecía que un martillo me estuviera golpeando durante mucho tiempo. Sobé mis sienes y suspiré enterrando mi cara en la mesa. Eran las 9 a.m y estaba en clase de Finanzas, y aunque me gustaba, mi cabeza estaba en otro lado, muchas cosas más importantes tenían mi atención y no era sorpresa que me estaba bajando en mis calificaciones.No podía estar concentrada en un mundo de magia, sangre y colmillos, y también en mi mundo normal de estudios y amigos. Simplemente no podía acostumbrarme a algo así, era tan irreal que incluso creía que en cualquier momento despertaría de esta pesadilla. Aún no podía comprender porqué yo tenía que pasar por eso, no entendía qué era lo que había hecho para que tuviera que lidiar con esta mierda. Mi mente no lo procesaba pero fingía que todo estaba bien, no me gustaba preocupar a los demás.El profesor dió por finalizada las clases y rápidamente guardé todo en mi bolso, me puse de pie dejand
El agua tibia recorría cada centímetro de mi piel deshaciendose del jabón, tenía los ojos cerrados mientras me sentía cómoda; para mi, el baño era una de mis actividades favoritas, el sentirme limpia y fresca era una de las mejores sensaciones del mundo. Quite toda el agua restante de mi cabello y lo envolví en una toalla blanca, y enrede mi cuerpo en una toalla del mismo color. El vapor se sentía y veía en todo mi cuarto de baño, incluso el espejo estaba empañado.Había llegado de entrenar con Ryan, empecé a usar mi "magia" pero absolutamente nada había sucedido, el chico me dijo que debía concentrarme y centrar todo mi poder en mis manos y mente, pero simplemente me era imposible. Estuvimos en el intento durante dos horas, estaba cansada y esa situación me había estresado demasiado, me sentía inútil e incapaz de hacer bien mi trabajo. Era una chica perfeccionista y eso me irritaba porque en situaciones así me gustaba tener todo bajo control pero eso se es
RYAN MILLERLa carretera estaba completamente sola, y oscura, apenas podía visualizar a los árboles los cuales estaban empinados y los veía algo borrosos al pasar al lado de ellos dentro de mi camioneta. Tenía mis manos sobre el volante, nunca iba a una velocidad rápida, sabía que por ello sucedían muchos accidentes automovilísticos, así que quería evitarlos a pesar de que no haya nadie en este camino.Me estaba dirigiendo al pueblo después de haber estado en la ciudad por algunos asuntos de Nicolás, mi amigo, quién también era como yo, un monstruo. A él le gustaba beber sangre fresca del hospital y en el pequeño pueblo no había, entonces le hice el favor de buscar eso por él, por el retrovisor pude ver varios litros de sangre en bolsas médicas en el asiento trasero.