Felipe la sostenía en sus brazos, la abrazaba con fuerza, mientras se montaba en la parte trasera del auto, su papá manejaba, su madre en el puesto del copiloto y su hermana a su lado, lloraba con desespero como un niño, sin esperanzas, como si no hubiese un mañana mientras expresaba con remordimientos—¡Perdóname mi amor! Te amo mi bonita con toda mi alma, no puedes irte, tus hijos te necesitan, tus padres también te necesitan y yo más que nadie te necesito, si no quieres vivir más conmigo, te dejaré libre, para que busques otro amor—expresaba llorando—, me conformaré con verte, pero no te
Felipe salió y vio reunido a sus padres, su hermana, Anabella y Sebastián uno sentado al lado del otro y Matteo. Al verlos todos alzaron la vista, él se dirigió a su padre —Papá necesito que vengas conmigo, para que traigas a los pequeños Taddeo y a Val.—¿Hablaste con Alondra? —interrogó.
Al día siguiente del accidente de Taddeo, Alondra fue dada de alta, su padre fue a buscarla mientras expresaba lo contento que estaba de tenerla de vuelta.—No sabes lo contento que estoy de que hayas vuelto a nuestro lado, ya verás que juntos superaremos todos estos momentos, volverás a ser la misma chica alegre que iluminaba y daba alegría a nuestra casa —manifestó con una sonrisa ilusionado.Ella le causó tanta ternura la expresión de su padre y sin siquiera pensar muc
Alondra había preparado todo para su viaje, eran dos semanas que debía pasar lejos de sus hijos, de quienes nunca se había separado, había pasado un poco más de una semana desde la situación que vivió, pero durante todo ese tiempo Felipe ni siquiera había llamado, resultó tan mal padre como mal esposo, pero no pensaría más en él.En ese momento veía con mucha alegría un clavel blanco que desde hacía dos días atrás aparecía en la peinadora de su habitación con una nota, la primera decía “Nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, vivir una nueva historia o construir un nuev
Dieciocho meses despuésDurante todo ese tiempo, era mucha el agua que había corrido debajo el puente, se había logrado divorciar de Felipe con la ayuda de su padre, no lo había vuelto a ver, aunque los niños mantenían contacto con sus abuelos paternos y su tía Camilla, quienes se los llevaba continuamente a casa de los Ferrari, incluso a veces se quedaban durmiendo allá, pero a Felipe fue como si la tierra se lo hubiese tragado.Ella por su parte había realizado diversos cursos todos en el área de diseño de modas, diseño de moda
Felipe llamó a Manolo, su amigo casi como un padre lo atendió en la primera timbrada y sin dejarlo hablar le dijo —¿Dónde carajo estás? ¿Qué pasó lograste convencer a Alondra de que no se casara?—No, no logré convencerla, a esta hora debe ser la esposa de Cristiano —expresó con tono de derrota.
Alondra había leído días atrás la carta de Felipe, sintió una profunda tristeza en su corazón, cada letra a pesar de darle aliento fue como pequeñas espinas clavadas en su corazón, lo había juzgado mal o mejor dicho ambos se juzgaron mal, se habían hecho mucho daño, el amor es como una planta que hay que atender y cultivar para que no se marchite, fueron tantas omisiones, se ocultaron tantas cosas. Alondra había salido furiosa con sus padres del departamento que habían alquilado en Ciudad de México durante su estadía temporal de esa ciudad, todo por culpa del chismoso de Camillo, la había acusado de lo que le había hecho a él y a la estúpida de Camilla, sus padres en represalia le habían quitado tarjetas, carro, privilegios y todo; cuando Camillo salió de conversar con ellos, intentó convencerlos de que desistieran del castigo haciéndoles creer que estaba arrepentida, todo para que se retractaran de llevarlo a cabo, pero ambos se pusieron firmes como un todo, haciendo un frente en común para corregirla, en un principio pensó que podría manipular a su padre, pero no pudo hacerlo, nunca había visto tanta decepción en sus ojos, él quien siempre la había mirado con adoración, hasta ese día, sinti&oacutCAPÍTULO 1. MI NUEVO COMIENZO
Alondra llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, esperó un par de horas y tomó un vueloa Roma, con conexión en tres aerolíneas haciendo escala en Cancún y Bruselas, en la primera ciudad su escala fue de tres horas y en Bruselas de un poco más de dos.El importe del boleto, lo pagó en efectivo, equivalente a mil setecientos dólares. Inició su viaje con mucha incomodidad, pues nunca había viajado en clase económica, de hecho en su vida siempre había viajado en los jets de su padre, solo en dos oportunidades anteriores voló en una línea comercial y había sido en la comodidad de primera clase, con los beneficios que brindaba, tales como no cargar su equipaje porque los mismos eran trasladados en carritos especiales, el acceso a la sala premier, la preeminencia de hacer el check in y registrar el equipaje, la inclinación de los asientos, la calidad de la com