—Lobos blancos… ¿Vivos? —por primera vez habíamos escuchado la voz de Hoku, por primera vez no habíamos percatado que los gemelos y Hoku estaban en la biblioteca, mientras mi hermano hacía una mueca disconforme, pues al parecer segado por la emisión no lo había notado—Seren… lobos blancos… ¿Él habla del quinto príncipe? De tú…Seren, asintió con una pequeña sonrisa y mientras los gemelos parecían completamente perdidos, nosotros sabíamos de qué trataba, el quinto príncipe fue al antiguo prometido de Seren, este se casaría con ella para beneficio de la madrastra de Seren, pero el quinto príncipe siendo el honorable lobo que era, descubrió todo, incluso el trato de aquella a la omega, por lo que se encargó de rechazar formalmente el matrimonio y con ello Seren fue enviada al castillo del sol, la verdad fue algo beneficioso, Seren allí conoció a Hoku y a Kialtom, los ayudo a prosperar como debían, mientras que el quinto príncipe jamás encontró a su pareja, pero vivió feliz y lleno de gu
La oscuridad fue mi acompañante en el momento en el que abrí mis ojos, en lo que me encontré con mi esposo completamente dormido, estaba segura de que no era muy tarde, o más bien estaba segura de que era muy temprano, pues la verdad es que habíamos quedado dormidos hace pocos, de solo recordar todo lo que habíamos hecho mis mejillas se tornaron de rojo y mi corazón se había acelerado, jamás en vida había sido tocada o besada como aquel lobo lo había hecho, en cada beso y en cada caricia me mostró cuanto me anhelaba, fue tan increíble que la verdad al recordar lo que dijimos o hicimos hace un momento, me sentía terriblemente avergonzada, pero ahora no era el momento para ello.La verdad me había despertado por un peculiar olor, uno que conocía muy bien, uno que me había estado esperando desde que llegue al castillo, por lo que me levante de la cama aún desnuda y tome un pequeño vestido de pijama que estaba aún costado olvidando mis zapatos y sin más salí de la habitación, lo hice con
—Al… tú… tú… por los dioses, que significa esto, tú…—mi hermano hablo lleno de sorpresa, en lo que levante mi mirada hacia la suya y pude ver sus ojos verdes llenos de sorpresa, él seguramente jamás me había visto arrebatar una vida, jamás seguramente se le pasó por la cabeza siquiera que yo tomaría una espada, en nuestra antigua manada yo era tratada como una omega.Una simple omega, una débil una basura que solo serviría para aperarse, por lo menos eso sería de aquella forma, hasta después del ataque el príncipe heredero, no hasta que mi padre me tomara como soldado y con ello equilibrara según él la balanza, pues yo al ser la que curaba a todos en la manada creciente ya no solo servía para ello, eclipse instruye aquellos alfas a que me conviertan en un arma y con ello ellos conseguirían un lugar en la manada de eclipse importancia, por lo menos así fue en mi antigua vida, una que no compartí con mi hermano, pues a este lo enviaron a otra sección, aquella en la que no era más que un
—Cuando desperté cerca de mí la verdad es que me preocupe demasiado, fue entonces cuando toque la pared del castillo y este me indico donde estabas, estaba muy preocupado, más cuando note que estabas descalza…—él aún me cargaba en sus brazos en lo que subíamos las escaleras, mientras yo lo observaba fijamente a los ojos, aquellos hermosos ojos dorados que tanto me gustaban desde el primer instante.Tanto fue así que aun en silencio posicione mi cabeza en su pecho y acaricie su rostro con mi mano, todo aun estado en silencio, pude escuchar su corazón con tranquilidad y pude percibir la paz que creía que jamás tendría, aquella que me habían privado en mi antigua vida, aquella que creía no merecer, aquella que estaba segura de que era algo imposible para alguien que debía ser castigada como yo lo era, todo aquel pensamiento que lograba hacerme sentir miserable y llena de tantas cosas, todas ellas, solo me llenaba no más que como simples recuerdos cuando él estaba allí para mí, cuando él
Observe en dirección al sol y pude ver la infinita belleza creada por nuestros dioses, sin duda alguna era magnífica, era una lástima que algo me decía que no sería fácil, que muchos de los que estábamos a punto de iniciar este camino no regresaríamos y que nos encontraremos con horrores que nos lastimarían demasiado, por esa razón observe como mi esposo ahora encontraba hablando firmemente con Hoku y como este no dejaba de observarlo como si estuviese molesto, como si algo que su alfa y príncipe, hubiese sido no más que una locura y un mal acto, aunque yo sabía que ocurría, justamente lo por lo que todos nos observaron cuando bajamos las escaleras y nos encontramos con todos los presentes.Yo tenía el tatuaje en mi clavícula que conectaba con una pequeña fracción de mi cuello, el cual mostraba la marca de apareamiento y unión de vidas en la que nos habíamos sometido el uno con el otro, pues Kialtom tenía todo su brazo tatuado con símbolos de unión, algo que había dejado sin palabra y
El atardecer parecía estar mostrándose a toda amplitud en el lugar, mientras no habíamos llegado a nuestro destino, lo curioso era que la camino estaba considerablemente tranquilo, hace muchas horas ya habíamos salido de las tierras oscurianas y nos encontrábamos en tierras inhóspitas, unas que eran consideradas peligrosas por monstruos y muchos peligros además de lobos rebeldes que se negaban a bajar la cabeza a eclipse e incluso al príncipe Kialtom, todo aquello debido a que este había permitido que su trono fuese robado, mucho no entendían que Kialtom era solo un lobezno cuando paso por todo aquello, además del hecho de que el antiguo rey había mostrado demasiada confianza hasta el punto que ahora las consecuencias podían verse claramente, era más que entendible que estuviesen enojados, pero a mi visita era algo racional.Siempre me había parecido de tal manera incluso en mi antigua vida, pero sabía que ahora no era el momento de pensar en ello, que no debía estar concentrada no má
Fue entonces cuando ella caminó con la elegancia de una loca oscuriana hacia mí y me dio una leve caricia, además de observar a otro lobo acercarse a Seren, mientras yo estaba paralizada igual que todos, no podíamos creerlo, los grandes solo habían desaparecido, y al parecer ellos pelaban con algo que no existía por lo menos así era, pues la verdad es que los que habían lastimado estaba muy heridos, mientras ellos estaban completamente intactos, yo solo observaba de un lado a otro, en lo que note como el enorme lobo oscuriano de cabello rubio casi banco sonrió a Seren y dio un aleve caricia, haciendo que su herida en la nariz dejara de sangrar y se curará instantáneamente, claramente no pudimos evitar escuchar un pequeño clac, en el que Seren gimió un poco y este río, pues al parecer le parecía divertido escucharla quejarse.—Aún no has cambiado mi bella y hermosa Seren…—Seren parecía una pequeña lobezna enamorada, en lo que escuchamos como alguien externo hacia un pequeño ruido con
Todo había pasado tan rápido, justamente en este instante, no habíamos esperado siquiera que el sol diera su primer vistazo, los lobos blancos y nuestros osados solo habíamos iniciado camino, mientras algunos hablaban divertidos y otros parecían preparados para la guerra, en lo que otros tenían su premier reencuentro y parecían no querer separarse y otros pelaban entre sí, pues no estaban dispuestos a perder el amor de su mate, todo era una completa novedad ante mis ojos, todo se veían animados, llenos de lo que parecía determinación para la batalla, pero había algo más que eme tenía inquieta, algo que no había dicho a nadie, pero sería como el castillo me llamaba, sentía como algo estaba mal.Tanto así que había pedido a Kialtom aun en madrugada que nos marcháramos de inmediato, que algo podía estar sucediendo, en lo que observe a mi hermano y él parecía notar lo mismo, él parecía estar igual de inquieto, el castillo nos llamaba, y esperaba que el ataque no hubiese sucedido aun, pues