El despertador le sonó anunciándole que era hora de levantarse.
Abriendo los ojos, Joel propinó una patada a las sábanas destapándose.
Permaneció un poco más acostado, mirando el techo de su habitación.
El sonido de su móvil le hizo girar el rostro hacia éste y alargó una mano para cogerlo.
Miró a ver quien era:
“Mensaje de Dominic Bale”
Dando un suspiro cerró los ojos y volvió a ponerlo en la mesilla.
Así llevaba desde que huyó del piso del moreno.
No quería saber nada de él mientras que el hombre no hacia otra cosa que mandarle mensajes, hacerle llamadas perdidas e incluso enviarle correos.
Le era imposible olvidarle de esta manera.
Otra vez escuchó el aviso de mensaje entrante y de nuevo cogió el móvil.
Era él.
-Por favor, no me obligues a bloquearte- rogó.
Estaba tentado por ver qué le había enviado por lo que desbloqueando la pantalla pinchó en la ventana emergente de mensajes recibidos.
Entró a la bandeja y vio que había hasta sesenta mensajes del azabache.
Mordiéndose el labio inferior pinchó el último recibido y lo abrió;
<<¿Por qué no me respondes? Por favor nene, necesito saber de ti. Estoy en un sin vivir, no me concentro, no tengo control sobre mí y necesito de ti>>
Joel se mordía el labio mientras leía lo que le había enviado.
Su dedo se paseó por las teclas con cuidado de no pulsarlas cuando, sin querer, escribió algo.
-¡¡Mierda!!-
Dando un brinco en la cama se echó a temblar.
Acababa de m****r el mensaje por error.
No tardó en recibir respuesta y no precisamente vía mensaje sino que el teléfono vibró en su mano al mismo tiempo que leyó en la pantalla el nombre de la persona que lo llamaba;
“Dominic Llamando…”
No sabía qué hacer por lo que tirando el móvil en la cama se lo quedó mirando, esperando a que cesara de sonar…
Pero el moreno insistía.
Tan pronto como se cortaba, otra vez empezaba a sonar.
Echándole valor, Joel descolgó y respondió:
-Qué quieres-
“-Has contestado-”
La voz del moreno se oyó con tintes de alegría.
-O-oye yo…tengo que irme a trabajar y…- intentó evitar una conversación con él Joel.
“-¡Estás trabajando! Eso es bueno-” alabó el hombre.
-Qué quieres Bale- inquirió sin énfasis Joel.
“-¿Por qué te refieres a mí por mi apellido?-”
Ahora sonaba con tristeza.
Tragando saliva, Joel contestó:
-Es como alguien se refiere a alguien mayor que él y que apenas conoce-
“-Tú sí me conoces, nene-”
“Y dale con nene, iaggg, lo voy a m****r más allá de la m****a”
Pensó el castaño.
-Oye, deja de llamarme como si…aún hubiera algo entre nosotros- pidió molesto.
“-Lo siento, me sale solo-” se disculpó Bale-
-Si no quieres nada importante he de colgarte o llegaré tarde al trabajo y…-
“-Ian está por la zona-” interrumpió Dominic
-¿Y?-
“-Si lo deseas y no te importa puedo llamarle y decirle que vaya a por ti para llevarte al trabajo-”
Rodando los ojos, Joel se aguantó una carcajada.
¡Cómo no iba a echarle de menos!
El muy maldito era todo un señor y no solo en el sentido en el cual tuvo que usar tal acrónimo con él mientras probó eso del BDSM.
-No es necesario que le molestes para expresamente venir a por mí a llevarme al trabajo-
“-Quiero que aceptes-”
-Ehmm, no vas bien y te estás buscando que te cuelgue- advirtió Joel dibujando circulitos imaginarios en la colcha con el dedo.
Un silencio se hizo al otro lado de línea para, segundos después oír que el moreno decía:
“-Por favor, te ruego que aceptes-”
Joel tragó saliva varias veces.
Bien sabía que Ian intentaría sonsacarle algo por orden de Dominic.
Volviendo a rodar los ojos, el castaño dio un suspiro.
Desplomando la cabeza terminó respondiendo:
-Está bien, que venga-
Le pareció escuchar una risita de victoria por parte del azabache lo cual también le hizo reír a él.
“¿Será cabronazo?”
Se dijo para sí.
“-Enseguida se lo digo ne…Joel-” se corrigió Bale.
Con una tenue sonrisa en los labios, Joel musitó:
-Te…te permito que me llames…así-
Volvió a instalarse el silencio entre ellos para, inmediatamente, Dominic preguntar:
“-¿De verdad?-”
-Sí- contestó el joven.
No podía negarlo.
El seguir hasta las trancas del moreno, hacia que Joel cayera rendido ante su voz y trato.
“-En quince minutos tendrás a Ian ahí-”
-Ok y…gracias-
“-Dilo-” escuchó decir al moreno.
-¿Que-que diga qué?- se extrañó Joel.
“-Mi nombre-” fue la respuesta del moreno.
El castaño se quedó callado por unos instantes volviendo a escuchar decir a Bale:
“-Por favor, di mi nombre-”
Mordiéndose el labio inferior, se aclaró la garganta y dijo:
-Gracias…Dominic-
Le pareció percibir un ronroneo desde el otro lado pero supuso que eran imaginaciones suyas.
-¿Dominic?- llamó al hombre.
Y éste contestó:
“-Me encanta oírte decir mi nombre-” haciendo un inciso, prosiguió diciendo “-Te echo muchísimo de menos nene-”
Joel respondió nervioso:
-Ten-tengo que ducharme y…vestirme, a-adiós Dominic-
“-¡Jo…-”
El moreno se quedó con la palabra inacabada pues el chico le colgó.
Abrazandose las piernas miró fijamente el móvil.
Se mordió la mejilla por dentro.
El corazón había empezado a latirle demasiado rápido y sabía el porqué.
También añoraba al azabache.
Pero ahora le tenía miedo.
De pie junto a su bloque, Joel aguardaba a Ian.Pronto, vio aparecer el BMW que conducía éste, el cuál se detuvo a su lado.El chófer de Dominic se bajó.En cuanto vio al castaño allí esperando, Ian le sonrió.-¿Qué tal señor O’Brian?- saludó educadamente.-Bien, gracias por preguntar Pete- respondió Joel devolviéndole la sonrisa.Ian se apresuró a abrirle la puerta trasera del coche y el chico entró.Regresando a su sitio, el moreno subió y puso el motor en marcha.-¿Todo va bien?- empezó una conversación Ian.-Sí, todo bien- respondió Joel.-Ya me dijo el señor Bale que está trabajando--Sí, estoy…trabajando--Eso es maravilloso señor O’Brian-Procurando que no le viera, el castaño bajó la cabeza y sonrió vergonzoso, luego volvió a levantarla.-¿Y...Dominic…él cómo…cómo está?- se atrevió a preguntar.La sonrisa amable de Ian se esfumó de un plumazo.Dando un suspiro, contestó:-Bu
Saludaba a sus compañeros y compañeras con familiaridad cuando se topó con un rubio cobrizo en su camino:-Llegas un poquito tarde, Joel- se rió éste -¿Se te pegaron las sábanas?--Lo siento mucho señor Johnson, me…me he entretenido con un…conocido y…-se disculpaba el castaño.-No te preocupes Joel- amplió la sonrisa el tal Johnson -No estoy enfadado--¿A-a no?--No- dando un paso adelante, Johnson rompió la distancia de seguridad entre ambos, lo cual hizo en Joel ponerse la mar de nervioso.-¿Cuántas veces te tengo que decir que no me trates de usted?- recriminó el rubio sin borrar su sonrisa.-Es la costumbre señor Johnson--Christian, Chris-tian, Joel-Con su cuerpo casi tocando el del castaño, Christian le miraba alternativamente los ojos y los labios.-Se…digo, Christian yo…yo tengo…--¿Y hoy, Joel? ¿También me vas a rehuir y rechazarme una cita?- musitó Christian con voz seductora.Justo cuando ya iba a re
-¿Vas a decirme qué demonios te pasa que tienes esa cara tan larga?-Haciendo bailar su vaso en la mano, Holly miraba al castaño.Ambos, junto a la barra de la sala de fiestas, tomaban una copa mientras esperaban a Ricky.-¿Y tú vas a dejar de llevarme la vida, metomentodo?- espetó Joel con media sonrisa en los labios.-¡Me preocupo por ti!- exclamó ella para dar un sorbo a su bebida -Aún no me explico el porqué de que rompieras con Don Perfecto-Rodando los ojos, el castaño decidió ignorar a su amiga por lo que cogiendo su vaso, le dio la espalda y se lo empinó.Ricky apareció frente a ellos.-Ya estoy aquí--Ya te vemos- desdeñó Holly arrugando el ceño.-¿Te pasa algo?- preguntó el moreno extrañado por la manera en que le respondió la pelirroja.-Naaadaaa- Holly soltó su vaso y sin decir ni mu se dirigió hasta la pista, donde miles de jóvenes, bailaban.Ricky se volvió a su amigo.-Esto…yo…estaba pe
Fuera del local, el BMW negro se detuvo justo delante de la entrada yBale salió del coche.-Espera aquí Ian--Claro señor- asintió su chófer para verlo caminar directo a la puerta del sitio y empujándola entrar.Irrumpió en la susodicha sala.Sus ojos buscaban al castaño...Y lo encontró como menos quería y esperaba.Un tipo intentaba, por todos los medios, no solo meterle mano sino que, había conseguido apresarlo por las caderas...¡¡Y se lo arrimaba a su cuerpo con la idea de besarle!!Aquello fue lo suficiente como para hacer enojar a Dominic, quien, igual que un toro embravecido, rechinando los dientes y lanzando fuego por los ojos, trotó directo hacia ellos.Holly y Ricky, acorralados por otros dos hombres, que parecían amiguitos del primero, no podían hacer nada cuando entonces...Holly vio al azabache.-Vamos bomboncito, te gustará, ya lo verás- decía el desconocido manteniendo preso a Joel por las cader
Enmudecidos, los dos amigos de Joel, habían presenciado toda la conversación de ambos.-¿Lo…lo que sea?- preguntó Joel ganándose la atención de Dominic.-Sí, sí- asintió con total seguridad éste.-¿Sea…lo que sea que yo te pida?- se interesó el castaño entornando un ojo.-Me pidas lo que me pidas- afirmó Bale.El chico aspiró una profunda bocanada de aire y llenando sus pulmones, dijo:-Yo mando, yo digo cuándo, cómo y dónde…y yo domino la situación--¿Volverás conmigo si hago lo que me pides?- inquirió Bale, con un llamativo atisbo de esperanza en sus ojos.-Iremos poco a poco- contestó Joel.-¿Poco a poco en qué sentido?- quiso saber Dominic poniéndose en pie lentamente.Joel le miró a los ojos y respondió:-En principio mantendremos las distancias, ya…ya sabes-El moreno dio un paso adelante buscando acercársele pero el castaño retrocedió.-Distancia Dominic--Muero por tocarte, nene- dijo el homb
Ian, parando él motor del coche frente al edificio donde vive Bale, salió para abrir la puerta de atrás.Al mismo tiempo, Dominic bajó del asiento delantero para, volviéndose hacia su chófer verle cómo tras abrir la puerta trasera, Joel abandonó él BMW.Había accedido a la petición del moreno y pasaría la noche con él.-Bienvenido- susurró Ian dedicándole una amable sonrisa.Joel solo asintió en silencio.Con pasos lentos, anduvo hacia él azabache hasta que al llegar a su lado, le miró, nervioso.Dominic abrió la puerta principal del edificio y con un gesto con la mano, le invitó a entrar.-¿Cómo es que…Ian no ha entrado por el parking subterráneo?- inquirió el castaño, extrañado.Bale no respondió sino que, evocando una ladina sonrisa le empujó, suavemente, al interior del edificio.Antes de entrar con él, se volvió a Ian y le hizo un movimiento con la cabeza de asentimiento.Ian, imitándole, sonrió e inmediatamente regres
Entraron a la habitación del moreno, quien dando la luz permitió pasar, primero, al joven.Joel se quedó inmóvil en mitad del dormitorio.Sus ojos estaban fijos en la cama del azabache.-¿Ocurre algo?- preguntó Dominic.Había oído el latido del chico dispararse al entrar en el cuarto.Joel tragó saliva, nervioso.-¿Nene?- llamó Bale.Despacio, Joel se dan la vuelta para mirarle directamente.-¿Te encuentras bien?- se volvió a interesar el mayor por él.-Y-yo…y-yo…--Tú qué-Frotándose las manos, el chico respondió:-Yo…si-sigo pensando que…sería mejor si duermo en otra…habitación--No entiendo porqué-Bale, cerrando tras de sí, empezó a despojarse de sus ropas, una por una y frente al joven, quien, viendo cómo iba apareciendo el cuerpo desnudo del hombre ante sus ojos, no pudo reprimirlo…Y se le escapó un jadeo.-¿Te-te pon-pondrás...pi-pijama, no?- inquirió.-Sabes que no uso de e
Le despertó un leve sonido como de alguien moviéndose a través de la habitación.Abriendo y cerrando, muy seguido, los ojos pudo acostumbrarse a la penumbra y distinguió una figura a los pies de la cama.-¿Dominic?- llamó medio adormilado.La figura se movió y en un abrir y cerrar de ojos la tuvo sentada frente a sí.Una mano de lo más familiar, le acarició el rostro mientras que, unos labios le besaron en la mejilla, muy cerca de una de sus comisuras.-¿Dónde vas?- preguntó con la voz adormilada y los ojos medio cerrados.-Sigue durmiendo- musitó el moreno.-¿No me dices dónde vas?--Tengo que ver a alguien- respondió Bale -Temas de trabajo--Pero si hoy es sábado-,-No podía quedar entre semana- volviendo a besarle, ésta vez, en los labios, Dominic susurró -Tú sigue durmiendo, es muy temprano--No me lo tienes que jurar…¿Qué hora es?- inquirió Joel dando un resoplido.-Las seis menos cuarto--Por eso me