De pie junto a su bloque, Joel aguardaba a Ian.
Pronto, vio aparecer el BMW que conducía éste, el cuál se detuvo a su lado.
El chófer de Dominic se bajó.
En cuanto vio al castaño allí esperando, Ian le sonrió.
-¿Qué tal señor O’Brian?- saludó educadamente.
-Bien, gracias por preguntar Pete- respondió Joel devolviéndole la sonrisa.
Ian se apresuró a abrirle la puerta trasera del coche y el chico entró.
Regresando a su sitio, el moreno subió y puso el motor en marcha.
-¿Todo va bien?- empezó una conversación Ian.
-Sí, todo bien- respondió Joel.
-Ya me dijo el señor Bale que está trabajando-
-Sí, estoy…trabajando-
-Eso es maravilloso señor O’Brian-
Procurando que no le viera, el castaño bajó la cabeza y sonrió vergonzoso, luego volvió a levantarla.
-¿Y...Dominic…él cómo…cómo está?- se atrevió a preguntar.
La sonrisa amable de Ian se esfumó de un plumazo.
Dando un suspiro, contestó:
-Bueno, él…el señor Bale no está muy…bien que se diga…-
-¿Por-por qué?- se preocupó Joel echándose hacia delante -¿Él…él está muy mal, le…le pasa algo?-
Ian miró al chico por el espejo retrovisor.
-Él no es el mismo, señor…- cambiando de marcha, giró la calle y prosiguió diciendo -Desde que usted nos dejó-
Tragando saliva, Joel se sintió culpable por saber que Dominic no estaba bien.
-Era…era lo mejor para ambos, Pete-
El chófer habló:
-El señor Bale le echa muchísimo de menos, señor-
Joel, cabizbajo, murmuró:
-Yo-yo a él también pero…-
-¿Por qué no le llama o va a verle?- añadió Ian -Estoy seguro que el señor Bale recuperaría el ánimo en cuanto le viera-
-No-no es tan…fácil Ian-
-Sabe donde vive y donde trabaja- repuso el hombre -Solo preséntese delante de él y el señor recuperará las ganas de vivir-
A Ian no se le iba a olvidar cómo encontró el dúplex del moreno cuando llegó horas después de que el chico lo dejara…
“flash back:
Ian ascendía por el ascensor hacia el dúplex de Bale.
Le había encargado que fuera a recoger las dos alianzas de oro blanco de las cuales, una pensaba darsela al joven pidiéndole que se casara con él.
Las puertas del aparato se abrieron dejando a la vista del chófer el dúplex del otro.
-¡Dios mío pero qué ha pasado…-
Todo estaba destrozado:
Los sillones rotos, las paredes arañadas, el salón al completo, patas arriba, las cortinas rasgadas…
Y Bale encogido contra la ventana, abrazado a sus piernas y meciéndose como si de un niño con problemas fuera.
Ian se apresuró hacia él.
-¡Señor, señor, qué ha…-
Dominic miró a su chófer y hombre de confianza.
-Me…me ha dejado Ian- gimoteó.
Tenía los ojos hinchados de tanto llorar, su ropa también estaba rota, hecha trizas.
-¿De quién habla, señor?-
-De…de Joel- sollozó -Joel me ha…dejado, Ian-
El chófer se entristeció de ver al moreno roto y deshecho.
Posandole una mano en el hombro, preguntó:
-¿Es por eso que su…dúplex ha terminado…destrozado, señor Bale?-
Dominic le miró a los ojos…
E hizo los suyos brillar en un peligroso tono rojizo.
-Es-estoy…estoy descontrolado, Ian- confesó.
El mayor se lamentó para sus adentros.
Conocía la verdad acerca de él.
La madre de Dominic se lo había contado poco después de empezar a trabajar para él como chófer y la razón de que tiempo más tarde, pasara a convertirse en su fiel asistente personal.
Ian sabía que Bale no era humano.
Al menos no al cien por cien.
Según Alice, ella y su esposo lo vieron cuando fueron al centro de acogida a adoptar.
Lo encontraron agazapado contra una pared, encogido, lloroso y con un Danyel de cuatro años consolándolo.
El matrimonio sintió un profundo amor por ambos e hicieron todo lo posible por adoptarlos a los dos averiguando que Dominic e Danyel eran hombres-lobo.
Por suerte, tenían el gen dormido, salvo cuando se enojaban.
Danyel lo sabía mantener a raya con facilidad.
Pero en lo que se refería a Dominic…
Era demasiado temperamental.
Les costó tres años enseñarle a dominarlo y cuando ya parecía que lo dominaba, volvió a descontrolarse.
Después, al cumplir los veinte años, mágicamente dejó de sufrir ataques de furia y su lado animal quedó oculto en su ser más profundo…
Adele no era como ellos.
Ella sí era humana.
La niña fue una parte importante en la vida de Dominic pues le sirvió para mantener su bestia a raya hasta que cumplió los veinte, momento en que no volvió a dar muestras de su verdadera naturaleza.
Nunca le preguntaron a qué se debió tal cambio por lo que imaginaron que al madurar, también maduró su poder de control…
Y lo olvidaron.
-Necesito que vuelva- murmuró Dominic mirando a Ian -No quiero…volver a recurrir a…él-
El chófer sabía quien se refería cuando dijo “él”.
-Volverá señor, estoy seguro de que el señor Joel volverá, pero ahora ha de subir, darse una ducha, descansar y mañana lo verá todo con más claridad-
Ian ayudó a Dominic a ponerse en pie.
Lo guió rumbo a las escaleras y sin soltarle, le echó una mano a subirlas.
Fin flash back”
Joel se había quedado en silencio.
-El señor Bale está destrozado, señor O’Brian- prosiguió diciendo Ian.
-Yo-yo lo…lo siento mucho pero…no…no puedo…-
Parando el coche frente al lugar donde Joel trabaja, éste alzó la mirada sorprendiéndose de que sin decirle la dirección, Ian hubiera sabido que era allí.
-¿Ian, cómo has…sabido dónde trabajo?- inquirió.
Girando la cabeza, el chófer le obsequió con una sonrisita pícara.
-El señor Bale tiene sus…recursos-
-¿Qué…a qué recursos te refieres Ian…- achicó los ojos el joven mientras se bajaba del BMW.
-Que tenga un buen día, señor O’Brian-
Evadiendo la pregunta, Ian se alejó de allí en un abrir y cerrar de ojos.
Joel, con la mosca detrás de la oreja, entró a la editorial donde trabajaba.
Saludaba a sus compañeros y compañeras con familiaridad cuando se topó con un rubio cobrizo en su camino:-Llegas un poquito tarde, Joel- se rió éste -¿Se te pegaron las sábanas?--Lo siento mucho señor Johnson, me…me he entretenido con un…conocido y…-se disculpaba el castaño.-No te preocupes Joel- amplió la sonrisa el tal Johnson -No estoy enfadado--¿A-a no?--No- dando un paso adelante, Johnson rompió la distancia de seguridad entre ambos, lo cual hizo en Joel ponerse la mar de nervioso.-¿Cuántas veces te tengo que decir que no me trates de usted?- recriminó el rubio sin borrar su sonrisa.-Es la costumbre señor Johnson--Christian, Chris-tian, Joel-Con su cuerpo casi tocando el del castaño, Christian le miraba alternativamente los ojos y los labios.-Se…digo, Christian yo…yo tengo…--¿Y hoy, Joel? ¿También me vas a rehuir y rechazarme una cita?- musitó Christian con voz seductora.Justo cuando ya iba a re
-¿Vas a decirme qué demonios te pasa que tienes esa cara tan larga?-Haciendo bailar su vaso en la mano, Holly miraba al castaño.Ambos, junto a la barra de la sala de fiestas, tomaban una copa mientras esperaban a Ricky.-¿Y tú vas a dejar de llevarme la vida, metomentodo?- espetó Joel con media sonrisa en los labios.-¡Me preocupo por ti!- exclamó ella para dar un sorbo a su bebida -Aún no me explico el porqué de que rompieras con Don Perfecto-Rodando los ojos, el castaño decidió ignorar a su amiga por lo que cogiendo su vaso, le dio la espalda y se lo empinó.Ricky apareció frente a ellos.-Ya estoy aquí--Ya te vemos- desdeñó Holly arrugando el ceño.-¿Te pasa algo?- preguntó el moreno extrañado por la manera en que le respondió la pelirroja.-Naaadaaa- Holly soltó su vaso y sin decir ni mu se dirigió hasta la pista, donde miles de jóvenes, bailaban.Ricky se volvió a su amigo.-Esto…yo…estaba pe
Fuera del local, el BMW negro se detuvo justo delante de la entrada yBale salió del coche.-Espera aquí Ian--Claro señor- asintió su chófer para verlo caminar directo a la puerta del sitio y empujándola entrar.Irrumpió en la susodicha sala.Sus ojos buscaban al castaño...Y lo encontró como menos quería y esperaba.Un tipo intentaba, por todos los medios, no solo meterle mano sino que, había conseguido apresarlo por las caderas...¡¡Y se lo arrimaba a su cuerpo con la idea de besarle!!Aquello fue lo suficiente como para hacer enojar a Dominic, quien, igual que un toro embravecido, rechinando los dientes y lanzando fuego por los ojos, trotó directo hacia ellos.Holly y Ricky, acorralados por otros dos hombres, que parecían amiguitos del primero, no podían hacer nada cuando entonces...Holly vio al azabache.-Vamos bomboncito, te gustará, ya lo verás- decía el desconocido manteniendo preso a Joel por las cader
Enmudecidos, los dos amigos de Joel, habían presenciado toda la conversación de ambos.-¿Lo…lo que sea?- preguntó Joel ganándose la atención de Dominic.-Sí, sí- asintió con total seguridad éste.-¿Sea…lo que sea que yo te pida?- se interesó el castaño entornando un ojo.-Me pidas lo que me pidas- afirmó Bale.El chico aspiró una profunda bocanada de aire y llenando sus pulmones, dijo:-Yo mando, yo digo cuándo, cómo y dónde…y yo domino la situación--¿Volverás conmigo si hago lo que me pides?- inquirió Bale, con un llamativo atisbo de esperanza en sus ojos.-Iremos poco a poco- contestó Joel.-¿Poco a poco en qué sentido?- quiso saber Dominic poniéndose en pie lentamente.Joel le miró a los ojos y respondió:-En principio mantendremos las distancias, ya…ya sabes-El moreno dio un paso adelante buscando acercársele pero el castaño retrocedió.-Distancia Dominic--Muero por tocarte, nene- dijo el homb
Ian, parando él motor del coche frente al edificio donde vive Bale, salió para abrir la puerta de atrás.Al mismo tiempo, Dominic bajó del asiento delantero para, volviéndose hacia su chófer verle cómo tras abrir la puerta trasera, Joel abandonó él BMW.Había accedido a la petición del moreno y pasaría la noche con él.-Bienvenido- susurró Ian dedicándole una amable sonrisa.Joel solo asintió en silencio.Con pasos lentos, anduvo hacia él azabache hasta que al llegar a su lado, le miró, nervioso.Dominic abrió la puerta principal del edificio y con un gesto con la mano, le invitó a entrar.-¿Cómo es que…Ian no ha entrado por el parking subterráneo?- inquirió el castaño, extrañado.Bale no respondió sino que, evocando una ladina sonrisa le empujó, suavemente, al interior del edificio.Antes de entrar con él, se volvió a Ian y le hizo un movimiento con la cabeza de asentimiento.Ian, imitándole, sonrió e inmediatamente regres
Entraron a la habitación del moreno, quien dando la luz permitió pasar, primero, al joven.Joel se quedó inmóvil en mitad del dormitorio.Sus ojos estaban fijos en la cama del azabache.-¿Ocurre algo?- preguntó Dominic.Había oído el latido del chico dispararse al entrar en el cuarto.Joel tragó saliva, nervioso.-¿Nene?- llamó Bale.Despacio, Joel se dan la vuelta para mirarle directamente.-¿Te encuentras bien?- se volvió a interesar el mayor por él.-Y-yo…y-yo…--Tú qué-Frotándose las manos, el chico respondió:-Yo…si-sigo pensando que…sería mejor si duermo en otra…habitación--No entiendo porqué-Bale, cerrando tras de sí, empezó a despojarse de sus ropas, una por una y frente al joven, quien, viendo cómo iba apareciendo el cuerpo desnudo del hombre ante sus ojos, no pudo reprimirlo…Y se le escapó un jadeo.-¿Te-te pon-pondrás...pi-pijama, no?- inquirió.-Sabes que no uso de e
Le despertó un leve sonido como de alguien moviéndose a través de la habitación.Abriendo y cerrando, muy seguido, los ojos pudo acostumbrarse a la penumbra y distinguió una figura a los pies de la cama.-¿Dominic?- llamó medio adormilado.La figura se movió y en un abrir y cerrar de ojos la tuvo sentada frente a sí.Una mano de lo más familiar, le acarició el rostro mientras que, unos labios le besaron en la mejilla, muy cerca de una de sus comisuras.-¿Dónde vas?- preguntó con la voz adormilada y los ojos medio cerrados.-Sigue durmiendo- musitó el moreno.-¿No me dices dónde vas?--Tengo que ver a alguien- respondió Bale -Temas de trabajo--Pero si hoy es sábado-,-No podía quedar entre semana- volviendo a besarle, ésta vez, en los labios, Dominic susurró -Tú sigue durmiendo, es muy temprano--No me lo tienes que jurar…¿Qué hora es?- inquirió Joel dando un resoplido.-Las seis menos cuarto--Por eso me
La enorme reja del internado psiquiátrico cedieron.A través de ellas salió una mujer de tez morena con una gran cicatriz desde el cuello hasta la oreja.Esperándola se encontraba Christian, quien apoyado contra un Porsche, la miraba con apatía.La mujer se detuvo frente a él y le sonrió hipócritamente.-¿En serio estás... curada?- inquirió el rubio con cierto deje de desdén y sin dejar de mirarla.-Ummm, digamos que un poquito sí- respondió ella.-Vamos y no me hagas entretenerme que necesito irme- azuzó de a la mujer a moverse.-¿Cómo es que tienes tanta prisa?- interrumpió ella.-Porque estoy a la caza de un delicioso bomboncito- respondió Christian.-¿Y qué pasa con Jayden?- preguntó ella.-Ya no me es suficiente- escupió Christian.-Y luego dices que yo soy una puta- se burló ella.-Más que puta lo que eres es una puta sádica y masoquista que hiciste que Dominic dejara de dirigirnos la palabra--¿Qué