—Ya es momento de que te vayas— le informó Gregory a Corina entrando en la habitación que ella ocupaba, la dejó permanecer un rato más allí por su desmayo, porque por más que odie tenerla un minuto más a su lado comprende que la criatura dentro de su vientre no tiene culpa alguna de la víbora de madre que le ha tocado y mucho menos Emilio que es el único que le causa pesar al saber que al echar a su madre él tendrá que irse junto a ella.
—Bien, me iré, solo dame una hora y abandono tu casa señor Gregory Bianchi el todopoderoso. Al fin se te ha cumplido el deseo, pero ten en cuenta que el karma cobra y caro; cuando llegaste a mi vida yo era muy feliz y mira que mierda has hecho de mí— Gregory sonrió observando los feos gestos que hace Corina cuando trata de hacerse la víctima.
Corina aceptó marcharse calmadamente de la mansi&oacu
— Todo fue culpa de la reina de la mafia; ella me obligó — Sollozo con lágrimas de cocodrilo sorprendiendo a los dos agentes de policías que la estaban interrogando —, Ella sabe que, si mi suegra vive, no podrá lograr su cometido debido a que estoy en la mitad de su pedido. Pero por favor no vayan a publicar nada referente a esta información, la vida de mi hijo y la mía corren peligro. Esa mujer es muy violenta y peligrosa — fingió tener miedo, lloraba sin cesar, puesto que no le conviene que ellos alerten a Elizabeth, ella sabe que se está metiendo en terrenos peligrosos y al retar a Elizabeth de esa manera no sabrá cuál pueda ser su reacción. Piensa que ha salido con suerte que, aun la reina de la mafia no ha optado por matarla; era fácil, ya que según ella Elizabeth está acostumbrada a matar personas sin que le tiemble el pulso.
Elizabeth había conversado con su mejor amiga como hacía tiempo que no se permitía hacerlo, pidiéndole una y otra vez disculpa por haber desconfiado de su amistad, también le comentó sobre lo ciega que la tenía el odio y la sed de venganza. Odiaba a la vida porque primero permitió que les arrancaran a sus padres después todo el daño que le hizo Adriano aún vive en ella, le confesó que únicamente puede dormir en plena paz al lado de Gregory, que solo a su lado no tiene esas pesadillas que la atormentan cada noche. Y aunque sabe que la oscuridad en ella nunca se irá por más que trate quiere recuperar parte de lo que era porque sus hijos no merecen tener a una mafiosa y sicario como madre.Melissa lloró a su lado sintiendo en parte culpa de que su amiga esté en un mundo como ese porque siente que su futuro podría haber sido diferente al lado
Gregory decidió irse a su habitación en compañía de su amada Elizabeth, tenía una gran felicidad que nadie podía cambiarla debido a que había logrado recuperar la luz de su vida, después de tanto sufrimiento. Elizabeth se sentía mal por los sentimientos de Marcos, sabía que debía hablar con él pronto porque igual fue un pilar fundamental en su transformación, no como mafiosa si no para poder salir de todo el dolor especialmente el causado por Ariano, quien el trato peor que a una rata. Salió de sus pensamientos cuando sintió los labios de Gregory sobre su mejilla, haciendo que abriera los ojos brindándole una sonrisa mirando con amor. — No nos vamos a volver a separar — Susurro Gregory mientras unía su nariz a la de su amada —, Te daré tu tiempo, pero quiero que sepas que eres el amor de mi vida. — Tu también, mi dragón — Dijo co
Cinco minutos antes que de Gregory fuera por Corina, ella miraba a través de la pequeña ventana de cristal ignorando las tantas preguntas que su hijo le hacía; le respondería en su debido momento eso pensaba ella, pero lo que estaba presenciando era mucho más importante, ver ese beso entre Marcos y Elizabeth la hizo comprender que él no estaría de su lado, y que tenía que actuar sola, como debió de hacerlo desde un principio.— traicionero — soltó un bufido encontrándose muy molesta y cuando escuchó que alguien se acercaba se alejó de allí, total entendía que decirle a Gregory sobre ese beso era perder el tiempo, pues él no se molestaría en creerle.—Esa maldita lo tiene cegado— balbuceó airada.
—¿Qué haces desgraciado? — Manifestó acariciando su mejilla, cuando observo el suelo —, No lo toques, es mío — Susurro acercándose, pero había sido bastante tarde.— Lo siento, pero esto es mío ahora — Dijo con una sonrisa de oreja a oreja —, Te los tenías bien guardado ¿no? — Mencionó, pero Corina se lanzó encima de él para quitarle el sobre.Estuvo en su espalda un buen tiempo, mientras daban giros en medio de golpes hasta que se cansó lanzándola con fuerza al suelo; Corina cayó dándose con el filo de la silla cayéndole encima del abdomen mientras gritaba de dolor. Cogió el sobre, su chaqueta, llaves y salió de aquel sitio al ver como sangraba, Corina vio la misma escena sint
Gregory no podía creer como nuevamente esa mujer funesta había usado los mismos métodos para volver a aventar a alguien de la escalera, pero en esta ocasión no pensaba dejarla ir tan fácil, ahora ya para el mundo ella no estaba en la mansión Bianchi, ni siquiera la policía así que antes de salir ordenó a los empleados no decirle nada a la policía.Pensaba en que tomaría justicia por sus propias manos y le daría una lección de la cual nunca se olvidaría.—afortunadamente, la criatura ni la madre han sufrido daño severo, los golpes que su esposa recibió tras la caída fueron superficiales, pero por el día de hoy la dejaremos bajo observación por cualquier novedad porque según me explicó
— No la he matado a pesar de que eso merecía — Sentenció teniendo su mano sobre la puerta —, Solo sé que Emilio no debe pagar por los errores de los demás.— Si no la mataste tú, entonces ¿Dónde está? — Interrogó cruzando sus brazos, Gregory encogió los hombros —, ¿Para qué quieres a Emilio? Si él no es parte de tu familia.— Emilio se volvió como un hijo para mí, por eso no lo voy a dejar a su suerte — Aseguró mirándola con sinceridad —, Quiero llevármelo para que estudie y sea alguien en la vida, al menos mientras aparece su madre.— ¿Quién me garantiza que no lo volver&
Marcos no podía ocultar su emoción, al ver el nacimiento de ese niño que bien había podido ser suyo, pero que lamentablemente no lo fue, sin embargo, se permitió soñar por un momento y dejó un suave beso sobre la frente de Elizabeth, robándole el protagonismo a Gregory quien estaba en una reunión con los jefes que componen el consejo de la mafia.—Dragón, usted sabe que de la mafia no se sale nunca y que por reglas antiguas los Bianchi han sido los líderes, nuestros clanes cuentan con ustedes y si el orden desaparece, sea usted consiente que las calles de Italia serán ríos por dónde correrá la sangre—, le explicó un jefe de clan y Gregory estaba muy consciente de lo que podría suceder a la hora que todos los clanes se debatieran por ser los líderes absolutos de la mafia.