“¿Por qué te quiero? Porque sin querer cambiar nada en mí, llegaste a cambiarlo todo”.

AURORA

Antes de que me dieran de alta, mi amiga llegó, la llamé porque es en quien confío y necesito a mi lado.

Entró como un tornado al cubículo, estaba asustada, ella estaba trabajando, le dije que yo podía esperarla en su apartamento, pero se opuso diciendo que estaría aquí en pocos minutos.

No sé cuánto caminé, porque no terminé en el hospital que amiga trabaja.

— Aurora, cariño, ¿qué pasó? ¿Cómo terminaste aquí?

Pero en vez de contestarle me eché a llorar, me abrace a ella como si fuese mi salvavidas, tenía tanto dolor dentro por todo lo que me había pasado en estos día que no sabia que hacer.

Ella me consoló, diciéndome que sacara todo, que al final me sentiría mejor, dudaba que sucediera, pero con los minutos me fui calmando, además de que me acordé que eso no le hacía bien a mi bebe.

— Yo… yo estoy embarazada.

— ¿Y te sientes mal por eso? ¿No quieres tenerlo?

— ¡No! yo quiero a mi bebe, no