“Tengo hambre, y lo que me quiero comer apenas lo conozco”
AURORA
—Es increíble como la literatura ha existido desde años tan remotos en la antigüedad hasta la actualidad, y seguirá existiendo hasta el final de los tiempos, porque la escritura, siendo una necesidad de expresión humana, nunca va a dejar de ser un medio por el cual podremos compartir al mundo nuestro arte en palabras. — me muevo libremente por el aula finalizando la clase con esta conclusión — Los textos literarios más antiguos que nos han llegado datan de siglos después de la invención de la escritura. Muchos textos se transmitieron por tradición oral durante siglos, antes de que fueran fijados mediante la escritura, por lo que son difíciles de datar.
Realmente amo enseñar, y lo mejor es lograr que tus alumnos te escuchen y les interesen tus clases, es una satisfacción personal que me i***a a realizar más estrategias para seguir consiguiendo su atención completa.
— Bien, terminamos por hoy — todos miraron la hora porque no lo creían — para la próxima clase quiero que busquen un escritor que utilizaba la tradición oral y realicen un ensayo sobre el, pasen feliz día — me despido y ellos hacen lo mismo mientras van saliendo.
Cuando estoy recogiendo mis cosas para irme se me acerca uno de las mejores estudiantes que he tenido, su nombre es Kaya, es muy hermosa y tímida, por eso me sorprende que me invite a su cumpleaños que será el siguiente fin de semana, acepto encantada, invitare a Jess para que valla conmigo y también que compremos juntas el regalo.
Estoy saliendo de la universidad cuando un chico con cabello anaranjado llama mi atención atención, enfoco mejor mi vista y me doy cuenta que es mi vecino, me escondo detrás de una columna para acechar como una acosadora, pero solo se ve cuando se monta en un Audi blanco y se marcha, no se si se fue con alguien, ¿Qué hacía aquí? dudo que estudie aquí, ¿Y si vino a buscar su novia? ¿Por qué eso debe preocuparme?
Hoy tengo cita con una buena ginecologa que Jess ha conseguido en el hospital donde ella trabaja, así que he ido a mi apartamento, me he cambiado ropa, me puesto un vestido veraniego hasta la rodilla, sin mangas, unas zapatillas de tacón bajo, amarradas hasta un poco debajo de la rodilla y para completar, me he dejado mi largo pelo suelto, con sus ondas naturales que me cubren toda la espalda, me siento libre así.
Llego con tiempo de sobra y aprovecho para reunirme con mi amiga en la cafetería del hospital, le cuento sobre lo de ir al cumpleaños, por supuesto que acepta y quedamos en ir a mitad de esta semana a comprar el regalo y unos vestidos para nosotras.
Ella me quiere acompañar hasta el consultorio de la doctora, pero se le presenta un imprevisto y tiene que salir a atenderlo, así que ella me explica donde está.
Llego al consultorio, la secretaria em indica que puedo entrar de una vez, que no es necesario tocar, ya que me esperan, así que entro sin problemas, pero me quedo frizada porque parado delante de un impoluto escritorio no hay una mujer asiatico, como me explicaron, sino mi vecino el pelirrojo.
— ¿Edan? — mi voz hace que dirija rápidamente su sensual mirada hacia mi. Sus orbes verdes hacen que quede hipnotizada viendolos.
— ¿Aurora? — me mira ceñudo, revisa una hoja que tiene delante — ¿Qué haces aquí?
— Vine a una consulta — digo avergonzada.
— ¿Conmigo? — ahora está sorprendida.
— La verdad, no — me rasco la nuca — al parecer estoy en la oficina incorrecta.
Un brillo peligroso pasa por sus ojos, se acerca a grandes zancadas a mi, como si quisiera aprovechar una oportunidad, yo retrocedo tanto que quedó pegada a la pared.
El se pega a mi, ni un centímetro hay entre nosotros, ni el aire podría pasar, tengo la cabeza bien subida viéndole a los ojos, entre nosotros se siente una atracción extraña, inevitable, difícil de ignorar.
— No se que me pasa contigo — pone su mano en mi mejilla y la calidez que esta transmite hace que me arrime a ella, ¿qué está pasando? Yo no conozco a este hombre — Perdón — se aleja rápidamente al ver cómo se comportó — De verdad disculpame, no se que me pasa.
— Doctor — entre la secretaría apurada— disculpeme señorita, debí preguntarle el nombre, perdón — dice lamentándose — la Doctora Wang está aquí al lado, disculpe Doctor por la equivocación.
La sigo avergonzada por la situación incómoda que se hizo al final, pero puedo decir que se veía adorable disculpándose.
Me obligo a tranquilizarme cuando ya estoy a la doctora que si tengo mi cita, es muy amigable, agradable y me calló muy bien, su profesionalidad es impecable, me hago los chequeos que se necesitan, y salgo una hora después, prácticamente huyendo del lugar.
Si, estoy evitando encontrarmelo a todo lugar.
Cuando llego a mi edificio, tomo el ascensor en una nube de recuerdo, pero antes de que se cierren las puertas, una mano las detiene, y entra a este junto conmigo el chico pelinegro que me dejó fascinada ayer.
Oferta dos por uno y no lo sabía.
Tengo que encontrarme con los dos chicos que me quitan el aliento el mismo día, y más si el anterior me dejó con la piernas temblando.
— Que agradable casualidad — dice nada más al verme, yo solo le sonrió.
El se coloca frente a mi, me mira intensamente y me es inevitable quedarme embelesada viendo sus hermosos ojos color pradera.
Ellos tienen el mismo color de ojos, pero sus miradas son diferentes, mientras que el pelirrojo transmite tranquilidad, la del pelinegro que está mirando ahora es pura sensualidad e intensidad.
Este no es como el anterior, el inmediatamente como si fuese un imán al hierro, se pega a mi, coloca una de sus manos en mi mejilla con los dedos rozando mi cuero cabelludo y la otra en mi cintura para pegarme a él.
Nos quedamos mirando atraídos por una fuerza invisible que evita que nuestros ojos se despeguen, acompañados de un sentimiento indescriptible el cual me hace sentir viva y como con el pelirrojo, como si hubiese encontrado algo que llevo mucho buscando, esto es muy extraño.
Sus ojos están adornados por unas espesas pestañas negras que cualquier mujer envidiaría, al compás de unas cejas perfectas, su nariz griega bien proporcionada, que hacen conjunto con una boca de labios carnosos listos para ser besados.
Nos vamos acercando como si de la ley de atracción estuviese encima de nosotros, difícil de evitar dada la posición donde estamos, demasiado cerca para evitar lo inevitable.
Sucede
Nos besamos
Unimos nuestras bocas y al tocarse la sensación de mi cuerpo se vuelve más fuerte, siento que algo estalla en mi pecho y un extraño hormigueo recorre todo mi cuerpo, me siento plena, me siento… siento tanto que no sabría explicarlo.
Es como si después de tantos años volvieras a comer tu plato favorito, la sensación de añoranza, este beso se siente así, como si hubiera recuperado algo de lo que me privaron por mucho tiempo.
Suelto un gemido sin evitarlo y mi acompañante aprovecha para profundizar el beso, inclina mas mi cabeza, nuestras lenguas danzan con la mejor sinfonía, coloco mis manos en su cuello, subiendo una para tocar su cabello negro y comprobar que no solo es brillante sino extremadamente suave, duraría horas solo tocando su pelo.
No sé si duramos minutos u horas, pero el oxígeno nos reclama y tenemos que romper tan maravilloso, excitante e hipnotizante beso, podría decir que es el mejor que he tenido en mi vida, pero el sonido del ascensor llegando a mi piso hace que frene de golpe y salga como alma que lleva el diablo a mi apartamento, sin mirar atrás, entrando sin problemas ya que el no me ha seguido.
¿Qué diablos me pasa?
“No dejemos para mañana las ganas que nos tenemos hoy” AURORA Estoy de compras con Jess luego de pasar estos días en las nubes por la confusión de que me gustasen dos chicos, cuando yo tenía un año completo sin fijarme en nadie. Ellos hacen que en mi se revuelvan cosas que no puedo explicar, esos ojos son con los que siempre he soñado, una atracción tan intensa que me hace vulnerable hacia ellos, esto se está volviendo un poco extraño. — ¿Qué tal esta cartera junto a estos zapatos que le hacen juego? — salgo de mis pensamientos poniendo atención a lo que me dice mi amiga. — Me gusta, estoy segura que le quedarán perfectos — digo muy segura. — Pues ya elegidos, veamos que vestidos vamos a elegir — dice muy emocionada, le encanta ir de compras y para qué mentirles, a mi también. Andamos varias tiendas hasta dar con lo que queremos, mi amiga que es una rubia muy atractiva, eligio un vestido negro con encajes en los hombros, señido hasta la cintura y la falda suelta hasta un poco ma
“Hay almas que se encuentran a pesar de todas las advertencias de la vida, simplemente porque se pertenecen”. AURORA Hay muchas cosas que logran que mi mente se calme y una de ellas es estar en aula, como en la que estoy ahora mismo, el estar explicando sobre los diferentes precursores del renacentismo como son Dante Alighieri, Francisco Petrarca, Juan Bocaccio y Juan Giotto. Hablar de ellos es como volver a esa época y verlos escribiendo con su pluma e utilizando una simple vela para alumbrarse, es mágico, la escritura me encanta, me fascina, la vivo, la siento, la disfruto en todo su esplendor, el leer o escribir para mi es despegarme de mi realidad. Así estoy hablando de ellos cuando me interrumpen con un paquete, son unas rosas combinadas entre blancas y rojas, las que me gustan, me las entregan, se escuchan los suspiros de las chicas, y yo solo pienso, ¿quién me ha enviado esto? ¿Será alguno de mis compañeros o algún alumno? miro curiosa la tarjeta que trae y me deja fría el s
“Si no recuerdas la locura en que el amor te hizo caer… es que no has amado”. EDAN (Alias el pelirrojo) ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Y más m****a! ¿Qué es ese comportamiento de adolescente hormonado? Hasta podría decir que mi comportamiento es parecido al mujeriego de mi hermano mellizo. Solo cuando los dos estábamos muy unidos en la universidad me permitía tal arrebato y hasta compartimos una que otras mujeres, pero desde que conocí a Ross, mi novia de hace dos años, decidí cambiar, incluso hasta he comprado el anillo para pedirle matrimonio, antes de conocer a Aurora sentía que mi novia era la mujer de mi vida, la indica, y ahora estoy muy confundido. Tengo que recordarme que soy Edan Cordona, Ginecólogo Obstetra de 29 años, o sea que ya estoy grandecito para estar actuando como lo hice en el ascensor y si la llamada no hubiera recordado que tengo una relación que respetar, se hubiese ido a mayores, volviendo a mi mantra, doctor por vocación que ve más mujeres que un gigolo y no puede so
“Quiero amanecer encima de ti, porque a tu lado sería muy lejos”. ETHAN (Alias el pelinegro) — ¡Ah! Su coño me aprieta al ella tener su orgasmo y no me contengo, me vengo enterrandolo hasta la empuñadura, derramandome en el condón, quedándome dentro de ella por varios minutos más, perdido en la sensación. — Por… por favor — me ruega la chica — muevete o haz algo — no es fácil para muchas aguantar mi grueso pene dentro mucho tiempo, sin ellas saber qué es lo que más me encanta. Ser abrazado por la estrechez de un buen coño, quedarme guardado como una espada en su vaina, apretado y caliente ahí, es lo mejor que puedo sentir, si es por mi dormiría así, bien enterrado, pero hasta el día de hoy ninguna lo ha podido soportar. — Aja — doy dos estocadas y salgo decepcionado porque otra más no puede complacerme — ya te puedes ir — le digo al verla acomodándose en la cama como si fuese a dormir conmigo. — ¿Cómo? — se indigna, pero que creia de tener sexo con un chico que apenas conoces.
“Donde quieras que estes, espero que tu mente se esté revolcando junto a la mía”. Narrado por Aurora — ¡Buenos días mis queridos alumnos! — digo entrando a la clase con energías renovadas, amo mi trabajo. Todos se emocionan al verme y eso hace que mi corazón se sienta cálido, sentir que tus alumnos te quieren, que se preocupan por ti, es lo mejor que una maestra puede sentir, porque eso quiere decir que tendrás en ellos un efecto favorecedor que los ayudará en sus vidas y más en la universitaria, ya que mucho a veces no logran concluirla. — Bien chicos, atento aquí, les tengo un proyecto que les ayudará a tener una mejor calificación, ¿Les gusta la idea? — todos gritan que sí, hay algunos, muy pocos que se oponen — Pues les explicaré que harán, tomen atención. Los separo en parejas, se que así se le sera mas facil aunque no lo vean de esa manera, ocupo la clase en que todo quede listo y debidamente informado, aunque tambien les dejo dicho que estoy abierta a cualquier duda que ten
“Si tus labios se dieran el tiempo de tocar los míos, saciarias mi sed”. AURORA Nunca he sido una chica de lujos, ni me ha interesado tenerlos, mis padres siempre me dieron lo que necesitaba y nunca tuve ambición por tener más de ahí, ellos me educaron así y me siento muy afortunada de serlo, por esa razón, el estar ahora en un restaurante lujoso que hace tambien de hotel, me sorprende por lo hermoso que es, pero no me impresiona para querer ser una persona con dinero y darme estos lujos. Ethan entra como dueño por su casa e inmediatamente nos llevan a una mesa alejada de las demás, pero con la mejor vista a la ciudad. — ¿Este lugar no necesita una reserva con anticipación? — pregunto cuando ya estamos sentados, con la carta en manos y solos. — No cuando eres socio — sono arrogante. — Ok, ¿Porque me has traído aquí? — se que lo seguí como gatito a su dueño, pero ya pasada la hipnotización, es bueno preguntar. — Tenias una cita conmigo, ¿no te acuerdas? — dice alzando una ceja co
“No se puede renunciar a algo que te entra en la mente, te abre el corazón y desnuda el alma”. AURORA Recuérdame… Me encuentro perdida en un denso bosque, oscuro, en el cual de alguna manera no hay nada de ruido, es muy raro, porque la naturaleza es bastante ruidosa, sino son los árboles, son los animales que los compone, es más hasta el mismo viento, pero en este momento lo que hay es solo silencio, uno muy pesado. ¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? ¿Es esto un sueño? Recuérdame… Un susurro con esa frase, casi no se entiende, pero mi cerebro sabe lo que dice, es lo único que he escuchado. Siento que alguien más está conmigo, ¿saben de esa sensación de que sientes la presencia de alguien cerca? Sé que no estoy sola… Veo una sombra a mi derecha, voy directa a ella para saber que es, no se porque de todo, no siento miedo, corro más rápido para alcanzar, pasó ramas, salto rocas, parezco una loca desesperada, pero necesito llegar, quiero ver quien es y porque me di
“Debes ser fuego, porque cada vez que te acercas, me calientas”. AURORA Después de las presentaciones y charlar un poco con ellos, me di cuenta que es solo un chico reservado que le da su amistad solo a quien se lo merezca y al parecer mi hermana se lo ha ganado. Luego pasamos juntas el resto del día de compras, un día al mes nos la pasabamos juntas, era algo que impusimos desde que empecé la universidad y no tenía tiempo para pasarla junto a ella, así que cada quince de cada mes la pasabamos juntas, no importa que dia de la semana caía, era solo de nosotras y prometimos hacer esto no importa si nos ponemos viejitas o estuviesemos en sillas de ruedas, siempre nos reuniremos. Y en todo el día no he recibido ni un solo mensaje de Ethan, puede que estuviera ocupado, que no debo desesperarme, pero… anoche fue… demasiado, mi corazón late muy fuerte solo de recordar su piel junto a la mía, sus besos fueron un afrodisiaco. No entiendo, no lo conozco, solo ha sido un beso y el acoston,