Gálata se dejó llevar por esos besos capaces de encenderla en pocos segundos, Dorek la apretaba a su cuerpo haciéndola sentir la dureza de su excitación, poco a poco fue retrocediendo con ella hasta recostarla en el mullido sofá, dónde inmediatamente empezó a devorar su boca descendiendo por su cuello, hasta llegar a sus senos, los cuales comenzó a acariciar por encima de la tela.
Una de sus manos se posó en su húmeda vagina de la mujer y empezó a tocarla con delicadeza, inconscientemente, Gálata movió sus caderas saliendo al encuentro de la mano del hombre, que traviesa se abría paso entre su tanga para introducirla entre sus estrechos pliegues.
Dorek exploró su interior, primero con un dedo, al cual segundos después le fue agregando otro, apretó su estrecho botoncito mientras un chorro de su esencia emanaba de su interior, la sentía prieta, ac
Dorek se sonrió y se fue a hacer planes para la cena de esa noche, quería hacerla sentir especial, deseaba tanto que se enamorara de él, enamorarla, llenarla de regalos y atenciones como debió hacerlo Matteo cuando la estaba cortejando cuando apenas era una chiquilla de dieciocho años, ese día de su cumpleaños cuando la vio bajando del brazo de su padre.—Te haré feliz mi pequeña, nadie nos volverá a separar, me ganaré tu perdón y si no quieres perdonarme no me importará ser Dorek Diamantis por siempre, así tenga que desaparecer a Matteo Sebastini.Organizó una comida en un islote del archipiélago balear, luego de varias llamadas, se dirigió a encargarse de la sorpresa, estaba empeñado en deslumbrarla. Aproximadamente cercano a las diez de la noche pasó recogiendo a Gálata, por instrucciones de ella no bajó del auto, s
Luego de bailar, ambos se quitaron los calzados, se tomaron de las manos, caminaron y corrieron por la arena, como locos enamorados, a la orilla de la playa, mientras las pequeñas olas rompían en sus pies y ellos saltaban emocionados, parecían dos pequeños descubriendo las emociones de la vida.Él la giró, la colocó de frente, con la punta de los dedos, comenzó a moldear sus facciones, mientras ella cerraba los ojos, disfrutando no solo del tacto del hombre, sino también de la suave brisa marina golpeando su rostro, se sentía eufórica, más viva que nunca.—¡Eres hermosa! No me canso de admirarte, he sido el hombre más afortunado del mundo al tenerte a mi lado, y aunque he cometido muchos errores, me alegro de que la vida me esté dando una oportunidad de poder reconquistarte.Cuando vio el ceño fruncido de Gálata, supo que había
Cuando ella escuchó esa noticia, sintió que sus piernas perdieron fuerza, todo le dio vueltas, el miedo la arropó como si se tratara de una manta gigante de la cual no pudiera despojarse, antes de poder caer al suelo desplomada el hombre la sostuvo con fuerza.—¡Mi hijo! ¡Oh por Dios! Si le pasa algo no voy a soportarlo, y ¡Todo por venirme contigo! —explotó levantando sus brazos y golpeando el pecho del hombre con toda la rabia contenida.» ¿Por qué volviste? No debiste aparecer en mi vida de nuevo, porque siempre estar cerca de ti solo provoca desgracias en mi vida. Si a mi hijo le pasa algo, ¡Jamás voy a perdonártelo! —gritó histérica.Dorek intentó tomarla de la mano, para abrazarla y de cierta manera consolarla, pero ella apartó la mano mirándolo con absoluto odio.—¡No me toques! Llé
Matteo se quedó viendo a Felipe con incredulidad, buscó un indicio de burla en su rostro, sin embargo, no había nada de eso, estaba completamente serio.—Voy a creer que estás de guasa, aunque tu rostro luzca con una seriedad extrema —manifestó Matteo negando con la cabeza.» Pero por si crees esa teoría, déjame decirte que mi padre tiene más de treinta y cinco años con mi mamá y sería incapaz de serle infiel, meto las manos en el fuego por Nickólas Sebastini, no es hombre de estar con dobleces, tiene un alto sentido de la moral y sería incapaz de tener hijos fuera del matrimonio y mucho menos engañar a mi mamá —señaló con vehemencia, no se dio cuenta de los pasos acercándose hacia ellos, hasta escuchar la voz.—Y saber que un tiempo atrás… yo no confíe en ti de la manera como lo est&aacu
Felipe se quedó sorprendido al llegar por la puerta trasera y ver a Leandro descargando su arma en contra de la humanidad de su cuñado y pese a haber reaccionado de inmediato, disparándole para evitar siguiera accionando su arma en su contra, no pudo evitar que igual Matteo se desplomara.Cuando vio a Nick tirarse encima de su hijo, mientras su cuerpo se estremecía producto del llanto, no pudo evitar conmoverse, después de todo el amor de los padres es incomparable.—¡Por favor no! —exclamó sintiendo el mundo derrumbársele encima— ¡Mi hijo no! ¡Por Dios! —sollozaba Nick, sentía como si alguien clavara un filoso cuchillo abriendo de manera inclemente su corazón.—¡Papá!… Puedes dejar de gritar como loco, ¡Estoy bien! —susurró Matteo tratando de incorporarse.—Matteo hijo ¿Estás bien? &mdas
Matteo se sintió furioso, no sabía cuáles eran las intenciones de Gálata al decirle eso, pero no estaba dispuesto a seguir tolerando sus intentos de humillarlo, se acercó a ella y la atrapó contra la pared, enseguida el rostro de la chica palideció, incluso tragó grueso y sus ojos se abrieron de par en par.—¿En serio Adriano Colombo te hace el amor mejor que yo? Tendré que recordarte como es hacer el amor con el macho que amas casi desde que respiras —espetó furioso de manera posesiva, tomándola de la nuca y uniendo sus labios con los de ella, besándola con fiereza, mientras con su rodilla se abría paso entre sus piernas y con la otra mano pellizcaba uno de sus pezones, haciéndola gemir de placer.Gálata, al sentir su mano en sus senos y su pierna en una de las partes más sensible de su cuerpo, comenzó a percibir una especie de lava
El tiempo fue pasando, los días se convirtieron en semanas, en meses e incluso años, Gálata se dedicó por completo al diseño y fabricación de joyas, su negocio creció y terminó abriendo una sucursal en Roma.Quería encargarse ella misma de la sucursal romana, porque era su forma de demostrar que podía salir adelante como ella sola y no por ser la hija o esposa de alguien de dinero, deseaba llegar por sus propios medios. De esa manera el camino era más largo, pero le traería mayor satisfacción, saber que pudo lograrlo a pesar de tantos altibajos, resistió y salió vencedora.Se buscó otros proveedores de piedras preciosas, no obstante, era inevitable tener la sensación de que alguien influía para que le suministraran siempre lo mejor de lo mejor, al final, no quiso reflexionar sobre eso, porque no quería complicarse la vida y tampoco estar
Gálata sentía su corazón palpitando con fiereza en su pecho, quiso girarse para ver a la persona que la sostuvo, más este no se lo permitió, manteniéndola pegada con fuerza a su pecho, enseguida sintió la dureza del hombre en su trasero y no pudo evitar susurrar con voz ronca. —¡Matteo! —pronunció casi sin aliento, pese a no haberlo visto, su cuerpo lo reconocía muy bien. —Me alegra que tu cuerpo sepa quién es tu dueño… —pronunció mientras le mordisqueaba el lóbulo de su oreja, mandándole miles de sensaciones a cada una de sus terminaciones nerviosas. —Y veo… Que el tuyo también sabe… quién es su dueña —respondió haciendo pausa entre una palabra y otra, por la intensas emociones que se agitaban en su interior. Matteo la giró y empezó a besarla como un poseso. —¡Te amo Gálata! No he dejado de extrañarte, ni pensarte, a cada minuto estás en mi mente, nunca te has ido dentro de mí, te he vigilado cada día durante estos años, me has converti