Cuando ella escuchó esa noticia, sintió que sus piernas perdieron fuerza, todo le dio vueltas, el miedo la arropó como si se tratara de una manta gigante de la cual no pudiera despojarse, antes de poder caer al suelo desplomada el hombre la sostuvo con fuerza.
—¡Mi hijo! ¡Oh por Dios! Si le pasa algo no voy a soportarlo, y ¡Todo por venirme contigo! —explotó levantando sus brazos y golpeando el pecho del hombre con toda la rabia contenida.
» ¿Por qué volviste? No debiste aparecer en mi vida de nuevo, porque siempre estar cerca de ti solo provoca desgracias en mi vida. Si a mi hijo le pasa algo, ¡Jamás voy a perdonártelo! —gritó histérica.
Dorek intentó tomarla de la mano, para abrazarla y de cierta manera consolarla, pero ella apartó la mano mirándolo con absoluto odio.
—¡No me toques! Llé
Matteo se quedó viendo a Felipe con incredulidad, buscó un indicio de burla en su rostro, sin embargo, no había nada de eso, estaba completamente serio.—Voy a creer que estás de guasa, aunque tu rostro luzca con una seriedad extrema —manifestó Matteo negando con la cabeza.» Pero por si crees esa teoría, déjame decirte que mi padre tiene más de treinta y cinco años con mi mamá y sería incapaz de serle infiel, meto las manos en el fuego por Nickólas Sebastini, no es hombre de estar con dobleces, tiene un alto sentido de la moral y sería incapaz de tener hijos fuera del matrimonio y mucho menos engañar a mi mamá —señaló con vehemencia, no se dio cuenta de los pasos acercándose hacia ellos, hasta escuchar la voz.—Y saber que un tiempo atrás… yo no confíe en ti de la manera como lo est&aacu
Felipe se quedó sorprendido al llegar por la puerta trasera y ver a Leandro descargando su arma en contra de la humanidad de su cuñado y pese a haber reaccionado de inmediato, disparándole para evitar siguiera accionando su arma en su contra, no pudo evitar que igual Matteo se desplomara.Cuando vio a Nick tirarse encima de su hijo, mientras su cuerpo se estremecía producto del llanto, no pudo evitar conmoverse, después de todo el amor de los padres es incomparable.—¡Por favor no! —exclamó sintiendo el mundo derrumbársele encima— ¡Mi hijo no! ¡Por Dios! —sollozaba Nick, sentía como si alguien clavara un filoso cuchillo abriendo de manera inclemente su corazón.—¡Papá!… Puedes dejar de gritar como loco, ¡Estoy bien! —susurró Matteo tratando de incorporarse.—Matteo hijo ¿Estás bien? &mdas
Matteo se sintió furioso, no sabía cuáles eran las intenciones de Gálata al decirle eso, pero no estaba dispuesto a seguir tolerando sus intentos de humillarlo, se acercó a ella y la atrapó contra la pared, enseguida el rostro de la chica palideció, incluso tragó grueso y sus ojos se abrieron de par en par.—¿En serio Adriano Colombo te hace el amor mejor que yo? Tendré que recordarte como es hacer el amor con el macho que amas casi desde que respiras —espetó furioso de manera posesiva, tomándola de la nuca y uniendo sus labios con los de ella, besándola con fiereza, mientras con su rodilla se abría paso entre sus piernas y con la otra mano pellizcaba uno de sus pezones, haciéndola gemir de placer.Gálata, al sentir su mano en sus senos y su pierna en una de las partes más sensible de su cuerpo, comenzó a percibir una especie de lava
El tiempo fue pasando, los días se convirtieron en semanas, en meses e incluso años, Gálata se dedicó por completo al diseño y fabricación de joyas, su negocio creció y terminó abriendo una sucursal en Roma.Quería encargarse ella misma de la sucursal romana, porque era su forma de demostrar que podía salir adelante como ella sola y no por ser la hija o esposa de alguien de dinero, deseaba llegar por sus propios medios. De esa manera el camino era más largo, pero le traería mayor satisfacción, saber que pudo lograrlo a pesar de tantos altibajos, resistió y salió vencedora.Se buscó otros proveedores de piedras preciosas, no obstante, era inevitable tener la sensación de que alguien influía para que le suministraran siempre lo mejor de lo mejor, al final, no quiso reflexionar sobre eso, porque no quería complicarse la vida y tampoco estar
Gálata sentía su corazón palpitando con fiereza en su pecho, quiso girarse para ver a la persona que la sostuvo, más este no se lo permitió, manteniéndola pegada con fuerza a su pecho, enseguida sintió la dureza del hombre en su trasero y no pudo evitar susurrar con voz ronca. —¡Matteo! —pronunció casi sin aliento, pese a no haberlo visto, su cuerpo lo reconocía muy bien. —Me alegra que tu cuerpo sepa quién es tu dueño… —pronunció mientras le mordisqueaba el lóbulo de su oreja, mandándole miles de sensaciones a cada una de sus terminaciones nerviosas. —Y veo… Que el tuyo también sabe… quién es su dueña —respondió haciendo pausa entre una palabra y otra, por la intensas emociones que se agitaban en su interior. Matteo la giró y empezó a besarla como un poseso. —¡Te amo Gálata! No he dejado de extrañarte, ni pensarte, a cada minuto estás en mi mente, nunca te has ido dentro de mí, te he vigilado cada día durante estos años, me has converti
Felipe no dudó en dispararle a Leila en el pecho, pues lamentablemente no le quedó otra alternativa, porque la mujer estaba dispuesta a matar a Gálata. —Matteo, por favor —rogaba Gálata sin deja de abrazar su cabeza— Amor, abre los ojos, no quiero que te suceda nada, si te pasa algo malo no lo soportaría, prefiero verte lejos de mí aunque vivo. No tienes idea el dolor que sentí cuando murió nuestro bebé, no sabía que estaba creciendo en mí… ese día cuando te vi con Leila creí morir en vida, tuve la sensación de estar en una bruma, cuando me caí y me llevaron a la clínica y me dieron la noticia, por un momento te odie, tanto que desee verte sufrir por haberme engañado y provocado la muerte de nuestro hijo. » Después de darme cuenta de que ese sentimiento era temporal producto de la rabia de ese momento, decidí huir porque de solo pensar en verte con alguien distinto me enfermaba, además, una parte de mí temía que si me quedaba saldría corriendo para estar a tu lado y
Matteo la abrazó, enseguida la pasión entre ellos se desbordó como un voraz incendio, empezaron a besarse con necesidad como hambrientos a quien se le ha negado el pan por mucho tiempo; el hombre prácticamente arrancó su ropa dejándola desnuda en sus brazos, empezó a recorrer cada resquicio de su cuerpo, con su lengua saboreó el dulce sabor de su piel, mandando una especie de pequeñas descargas eléctricas a cada una de sus terminaciones nerviosas, haciéndola vibrar de placer.Ella pasó con suavidad sus manos por el tórax de Matteo y este se sintió arder como una brasa expuesta en una chimenea, sus cuerpos se reconocieron, se deseaban y se amaban, se sentían completos.—¡Quiero demostrarte cuanto te amo Gala! —habló el hombre sosteniendo su rostro para verla, al mismo tiempo que frotaba su pelvis contra la de ella, sacándole un gemido
A las nueve de la noche Matteo se dirigió al hotel donde quedó en verse con Morozov, apenas entró a las instalaciones pudo visualizar a los hombres ubicados en sitios estratégicos en el perímetro exterior, estacionó el auto y caminó hacia el área del restaurante.En la entrada una anfitriona le dio la bienvenida y lo guió al reservado donde lo estaba esperando Morozov, cuando lo vio entrar, despachó al hombre con quien estaba conversando y se quedó viendo a Matteo con una expresión inescrutable.—Había esperado que estuvieras solo, después de todo esa fue una de las condiciones. Yo vendría solo y tú también, sin embargo, todos tus hombres rodean el hotel —expresó Matteo mirándolo con aprensión.—Técnicamente, podemos decir que estoy solo, la única persona que estaba conmigo le pedí marc