El hombre asintió. Subieron al auto y comenzaron a conducir hacia la casa de la bruja, el camino estaba a cierta distancia, por lo cual le llevó un poco más de media hora.―No olvides que debes dejar que sea ella quien nos diga las razones por las que vamos, solo le vas a responder si ella te pregunta ―le advirtió Damon.―Está bien, no tengo ningún problema con eso. Espero solo que sepa la respuesta y podamos continuar con nuestras vidas, yo necesito recuperar mi manada.Arribaron a la casa de la bruja, un lugar muy antiguo y lleno de magia y misterio. Se acercaron a la puerta e hicieron un pequeño golpe para anunciarse. Pasó algún tiempo hasta que salió, la mujer vieja y cansada de las sombras de la casa. Estaba muy distinta a la última vez que la vio, parecía estar rota por dentro como si el peso de todo el tiempo hubiera hecho mella en su corazón.―Bienvenidos ¿Qué puedo hacer por ustedes? —preguntó la mujer.―Pensé que usted podría decirnos el motivo de nuestra visita ―dijo John y
Damon se quedó viendo a la bruja, a pesar de la aparente expresión de sorpresa que puso cuando vio a Los Wild, no le creyó… desde el mismo momento cuando llegó estaba inquieto, vio algo en ella que no le agradó y le dio una sensación de peligro y estaba reacio a continuar, en ese instante se arrepentía de no haberle hecho caso a su instinto.―Usted los trajo, todo no era más que una trampa… piensa que es más conveniente estar con ellos, que apoyarnos a nosotros, por eso decidió traicionarnos… yo le voy a demostrar que ha cometido el peor error de su vida y haré que se arrepienta el tiempo que viva ―dijo Damon. Apretando los dientes con furia.A medida que Damon fue hablando, los feroces Wild los rodearon, sus fauces mostrando sus afilados y peligrosos dientes, se veían rabiosos y dispuestos a acabar con ellos.Iban creciendo en tamaño, a medida que se acercaban amenazantes hacia ellos, sabía que ese el momento de decidir si se rendía o luchaba por sí mismo y por los suyos.Dejando atr
Todos miraban con la boca abierta producto de la sorpresa.―¡¿Qué carajos es eso?! ¿Cómo ella puede hacer eso? ―dijo Damon sorprendido, pero la cachorra siguió atacando a Neo, quien estaba enfurecido pensando que era Lucía.“Lucía no me parece gracioso que me estés atacando, para defender a tu cachorra, no la quiero y punto”.De pronto las bolas de fuego se convirtieron en una bola de luz blanca, como las que hicieron desaparecer a los lobos en la manada Agua Clara, cuando Damon y John se dieron cuenta ambos corrieron y se pusieron en frente a Neo para protegerlos y las bolas les cayó a ellos derribándolos a los dos con fuerza. ―¡Oh por la Diosa Luna! Bebé no hagas eso, no puedes usar magia para lastimar a las personas si no te están haciendo nada… bueno Neo te estaba insultando, pero ese es un bruto y no cuenta, seguro va a andar detrás de tu loba babeando… mejor se la haces pagar cuando crezcas ―la reprendió Lucía para calmarla.Corrió y levantó a Damon que fue quien recibió en pri
Cuando despertaron se dieron cuenta de que era de noche, habían perdido la noción del tiempo, el cielo estaba muy oscuro y la luna, como si fuera un farol, iluminaba el océano, que se estremecía y se esparcía como una espuma blanca, como si estuviera encerrado en una botella.―¿Qué es eso? ―quiso saber Lucía.―No lo sé, mi amor, creo que deberíamos irnos ―respondió Damon tomándola por la mano y halándola un poco hacia él, para besar con suavidad sus labios.―No quiero separarme de ti ―dijo Lucía, echando todo su peso sobre Damon para recostarse, mientras él con una mano la acariciaba y con la otra jugaba con su cabello.―No tienes por qué hacerlo. Yo siempre estaré a tu lado―Tú eres lo único que necesito ―indicó Lucía y Damon la giró y la besó apasionadamente.Se vistieron y regresaron a la manada, él la llevó a su casa, donde se despidió con un profundo beso.―Te amo, ya quiero marcarte como mía y no dejarte ir jamás ―dijo con voz ronca.―Ya será… hemos esperado tanto que un mes más
Lucía sintió un sobresalto en su pecho, había estado tan emocionada con la ceremonia de Damon que no percibió lo que sucedería.Al ver una atenta mirada a los ojos de Damon, no sabía si la causa era porque estaba preocupado por ella o porque esperaba que ella los atacara o quizás las dos cosas.―Lo siento, no pude percibirlos ―Se disculpó gesticulando las palabras, aunque sin pronunciarlas.“No te preocupes” le dijo por el enlace mental Boss, mientras caminaba hacia ella para protegerla. ―La bruja es nuestra ―dijo uno de los brujos hablando en representación del grupo de brujos―Tenemos que matarla, debemos sacrificarla a la Diosa Luna.Esto lo decían para lograr que la manada, se pudiera en contra de Boss/Damon.“Tendrán que pasar por encima de mi cadáver para hacer eso” respondió Boss ―¿Por qué defiendes a la la bruja? Es una lástima cuando se la queremos ofrendar a tu Diosa―dijo el brujo― ¡¿Qué diría la Diosa Luna al ver la deshonra en sus acciones que le hace uno de los líderes d
Damon se había llevado a Lucía a la casa de la manada, la acostó en su cama mientras él ocupó un lugar al lado de ella, sin poder dejar de verla, no podía dormir esperando que ella se recuperara completamente, la amaba tanto que no se imaginaba la vida sin esa mujer y su loba, y eso a pesar de aún no haberla marcado, sin embargo, esperaba ansioso ese momento, pues ese sería el instante más feliz de su vida. Estiró su mano y acarició su vientre, deseando el momento en que ya su cachorra estuviera en sus brazos.Se fue adormitando y decidió dormir hasta que ella abriera sus ojos y le sonriera.Lucía y él habían recorrido mucho para conseguir estar como estaban, y no iba a permitir que eso se viera afectado por nadie, lucharía contra todo aquello que quisiera separarlos, porque su Lucía debía estar a su lado para siempre. Él la sintió moverse suavemente en la cama y abrió los ojos.―Mi amor, ¿estás despierta? ―le preguntó con voz ronca, aunque cargada de ternura.Lucía se sonrió y abrió
John la escuchó y temiendo lo peor, corrió a una velocidad asombrosa hacia ella y le sostuvo el brazo. ―¡¿Qué carajos estás haciendo?! ¿Te volviste loca? ―le dijo sacudiéndole el brazo mientras la tomaba con fuerza. Olivia trató de zafarse de él, pero la fuerza de John era suficiente para sostenerla de esa forma. John la miró amenazante y ella se calló. ―¡¿Qué rayos estás diciendo?! ―le gritó Damon con furia. Olivia hizo caso omiso a la pregunta de Damon y se dirigió hacia Lucía con una expresión misteriosa. ―¡Lo siento! ―dijo con voz suave― Creo que hay un mal entendido, yo no estoy interrumpiendo la boda… solo quería darle esta joya para que se la colocara. Aunque no eres humana, las tradiciones humanas señalan que la novia debe ir con algo regalado, algo prestado y algo usado para que le den suerte. Yo solo quería obsequiarle una prenda y prestarle otra, para cumplir esa tradición.Cuando la escuchó hablar, tanto Lucía como Damon respiraron con alivio, sin embargo, Lucí
Una semana despuésHabía llegado la hora de partir, Damon estaba unido más que nunca a Lucía, y le causaba ansiedad tener que irse y dejarla.―No quiero irme… no puedo quitarme esta sensación de peligro que me carcome… si John no me hubiera ayudado tanto para protegerte, no habría ido con él… pero sabes que nació una amistad entre nosotros y… ―y ella lo interrumpió.―Y aunque te cueste admitirlo, él será la pareja destinada de nuestra hija, debes proteger a John y su manada, porque esa será en el futuro la manada de nuestra cachorra ―dijo Lucía, pero ante sus palabras Damon protestó.―No intentes convencerme con esos argumentos, porque temo que lograrás lo contrario ―le dijo sonriendo sin dejar de abrazarla―. Quiero que estés bien y que me informes a través de nuestro enlace si algo malo te está sucediendo.―Tranquilo, yo voy a estar bien aquí, no voy a estar sola, tengo a la manada, a mi papá, a Grimm, tu mamá y no creo que tu papá vaya a entregarme o dejar que me lleven Los Wild… ―