Una semana despuésHabía llegado la hora de partir, Damon estaba unido más que nunca a Lucía, y le causaba ansiedad tener que irse y dejarla.―No quiero irme… no puedo quitarme esta sensación de peligro que me carcome… si John no me hubiera ayudado tanto para protegerte, no habría ido con él… pero sabes que nació una amistad entre nosotros y… ―y ella lo interrumpió.―Y aunque te cueste admitirlo, él será la pareja destinada de nuestra hija, debes proteger a John y su manada, porque esa será en el futuro la manada de nuestra cachorra ―dijo Lucía, pero ante sus palabras Damon protestó.―No intentes convencerme con esos argumentos, porque temo que lograrás lo contrario ―le dijo sonriendo sin dejar de abrazarla―. Quiero que estés bien y que me informes a través de nuestro enlace si algo malo te está sucediendo.―Tranquilo, yo voy a estar bien aquí, no voy a estar sola, tengo a la manada, a mi papá, a Grimm, tu mamá y no creo que tu papá vaya a entregarme o dejar que me lleven Los Wild… ―
Lucía intentó resistirse y pelear cuando el grupo de Wild la rodearon, durante años había sido entrenada por Damon para que pudiera defenderse, sin embargo, el brebaje que la mujer le había dado durante todo ese tiempo la había puesto débil, y no respondía con la misma pericia que antes.En medio del caos, Lucía vio que Grimm se había recuperado y se había transformado en su forma de lobo, pero cuando intentaba atacar para defenderla, cinco lobos Wild se lanzaron contra él, atacándolo de forma violenta hasta herirlo y lo obligaron a rendirse. Esa distracción produjo que pudieran atrapar a Lucia y la empujaran hacia el carro, en ese mismo momento vio cómo Olivia comenzaba a hacer un conjuro que la abrazaba, y luego le tapaba la con un paño con doble propósito para que no gritara y para que absorbiera la sustancia que le había puesto para que lo inhala y cayera desmayada, pero ella tratando de proveer esa situación dejó de respirar, mientras trataba de pensar, que si esa mujer la logra
Ante la expresión severa del hombre Olivia empezó a llorar más.―Estábamos en la biblioteca, porque Lucía quería ir a leer unos libros… y de repente aparecieron unos Wild y…―comenzó a decir, pero Damon la interrumpió.―¿Qué libros? ―interrogó Damon con tono implacable… la mujer comenzó a ponerse nerviosa.―No recuerdo… yo… solo sé que luché con ellos me golpearon… y me hicieron caer en el suelo… cuando desperté se los habían llevado ―pronunció con voz titubeante.―Dime, ¿Cómo qué no recuerdas? ¿Cuándo salieron de aquí qué argumento te dio ella para que fueran a la biblioteca? ―seguía preguntando el hombre de manera inclemente.―Creo que se la llevó la bruja Bel, la que tenías encerrada en los calabozos porque ella también huyó y… ―la mujer no esperaba que Damon la tomara con más fuerzas, prácticamente le estaba clavando las garras en los brazos.―¡Habla de una maldit4 vez! Y no cuentes las cosas a gota a gota porque estás colmando mi paciencia. La mujer estaba nerviosa, tenía miedo s
Aterrada y llena de ansiedad, Lucía se dobló de dolor cuando las contracciones se intensificaron. Gritó con angustia, sintiendo que todo su cuerpo era aplastado desde dentro.A medida que pasaban los minutos, se esforzaba por mantener la calma y la concentración en medio de las intensas sensaciones que recorrían su cuerpo. Pero lo único en lo que podía pensar era en su bebé, su dulce niña que luchaba por nacer en este duro mundo y en unas condiciones que no eran para nada adecuadas, así no se había imaginado ese momento, no pudo evitar los gritos de dolor de dolor.La gente la escuchó y corrieron para sacarla de allí a otra sala, para su alivio se llevaron también con ella a Grimm para que la atendiera junto con otras tres personas vestidas con túnicas oscuras y capuchas en la cabeza. Esto no hizo sino aumentar su creciente sensación de miedo y ansiedad.―¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué andan vestidos así? Por favor, no le hagan daño a mi hija ―suplicó sin poder dejar de sollozar, en e
Damon la sorprendió, se había levantado como por arte de magia y la tenía agarrada por los cabellos sin ninguna misericordia, Olivia pensó que con la fuerza que él estaba ejerciendo, la rompería como el más débil de los cristales, su boca se abrió de par en par y sus ojos demostraron que estaban dilatados con terror.―¡Suéltame, no te atrevas a tocarme! ―exigió aunque en tono suplicante.―¿Crees que no sé lo que estás planeando? ―dijo Damon, arrastrándola―. ¿Pensaste que me habías emborrachado? Parece que olvidas, el instinto de un lobo, ¿Crees que no me daría cuenta de que me estabas siguiendo? Y también sé tú verdadera identidad, ya sé que ¡No eres Olivia! Eres la maldit4 de violeta, que te empeñas en destrozar mi vida y la de tu prima.―Lástima que lo has descubierto tarde ―dijo la mujer con una mueca de maldad―. Porque ya no podrán hacer nada en mi contra.―Eso es lo que crees, pero no te saldrás con la tuya, por eso Lucía no te tenía confianza, presintió quien eras y Boss tambié
Damon y compañía, llegaron a la zona más densa del bosque, y allí él dejó caer a la al suelo.―Dime, ¿Dónde están? ―preguntó el Alfa sacudiendo a Violeta con fuerza por el brazo ―. Más te vale que hables ahora porque si no lo haces en treinta segundos te partiré el brazo y así sucesivamente hasta dejar inservible cada parte de tu cuerpo ―gruñó con molestia.―¡Lo toleraré! ―dijo la mujer desafiante―. Después de todo no podrás matarme porque soy la única que puede llevarte hasta donde está ella, sin mí no vas a lograr contactar con tu adorada Lucía, porque me encargué de bloquear sus poderes ―dijo sonriendo con saña. ―No te creas tan imprescindible… quizás sacrificándote a ti el hechizo de tu bloqueador no pueda funcionar… así que te callas y solo usas tu boca para decir lo que quiero escuchar o tal vez solo consigas que te arranque la lengua si es necesario.La bruja levantó el rostro y se quedó mirándolo con intensidad, pero la expresión del Alfa era férrea, por eso se dio cuenta de
Lucía se vio rodeada por algunos hombres vestidos de negr0, formaban parte del aquelarre de las brujas, por un momento permaneció estática, observando los movimientos de sus contrincantes, solo sacó un poco sus garras y los colmillos y se puso en posición defensiva.No podía permitir que le hicieran daño a su hija, no podía permitir que la sacrificaran, era una loba y una bruja poderosa y como tal debía proteger a su familia. Cerró los ojos y tomó una profunda respiración, tratando de calmar sus nervios y de concentrarse en lo que debía hacer, la idea era sacar a Nash, aunque sin transformarse del todo, buscaba las energías dentro de ella y ya las sentía, aunque leve fluían en su interior. Al abrir los ojos lucían diferente, ahora eran amarillentos y brillantes, llenos de rabia e inteligencia. Su cuerpo se veía más musculoso y fuerte, las garras eran más grandes y afiladas. Era una loba en toda su plenitud. Los hombres de las brujas se abalanzaron sobre ella, pero Lucía salió del
Lucía vio cuando su madre arremetió contra ella dispuesta a acabarla, la sostuvo con fuerza, tratando de impedirlo, porque no quería hacerle daño, en ese momento del forcejeo, pudo darse cuenta de su mirada oscura, vacía, como si no hubiera nada y eso le causó tristeza, es como si fuera una cáscara vacía desprovista de todo sentimiento. ―¡Mátala! ―seguía gritando su tía con vehemencia. Lucía gritaba desesperada. ―¡No! ¡Mamá… no! ¡NO!... ¡POR FAVOR, MAMÁ! ―gritaba conteniendo las lágrimas, porque no podía hacerle daño. Pero ella no entendía, no respondía a ningún estímulo. ―Lucía debes defenderte ―le gritó John. ―¡No… no! ¡Por favor! ―suplicó Lucía sentía una fuerte opresión en el pecho, mientras su madre seguía enfrentándola. Sintiendo el peso del remordimiento, Lucía la empujó, lanzándola por los aires, rogando a la Diosa Luna porque no resultara lastimada, más eso no la detuvo y otra vez la mujer vino a arremeter contra ella, cerró los ojos con fuerza.―Mamá, por favor, debes