El grito de Lucía, llamó atención de las personas en la cama y estas dejaron de besarse, en el rostro de Violeta se dibujó una expresión mezcla de burla y satisfacción, mientras que la de Damon era confusa; entretanto la joven se sentía herida, no pudo contener esa mezcla de rabia y dolor que se agitaba en su interior de manera peligrosa… se acercó con pasos largos donde yacían su prima y su prometido.
La sonrisa de la muchacha se congeló cuando Lucía la agarró por los cabellos y sin ningún rastro de piedad, la sacó a rastras de la cama con una fuerza descomunal, le sostuvo la cabeza con una mano, mientras con la otra le lanzaba bofetada tras bofetada, sin dejar de lanzarle insultos.
—¡Maldit4 bruja! Te lo cogiste ¡Bien! ¡Es tuyo! ¡Te lo regalo! Pero tu rostro va a quedar irreconocible para que la gente vea la clase de perra que eres… no te importó nuestro parentesco, a mí tampoco me importará tú —espetó golpeándola hasta que la mano le ardió de dolor.
Luego extendió la vista a Damon quien lo veía con la mirada vacía, como si lo que estuviera sucediendo no tuviera nada que ver con él… mientras el interior de Lucía era semejante a una bola de fuego, quería gritar, llorar y aunque quiso salir serena de allí, su dolor la destrozaba por dentro como si alguien hubiera tomado un filoso cuchillo y la hubiera convertido en jirones por dentro, lanzó un alarido de dolor desde lo más profundo de su alma… se sentía destruida nunca había conocido un dolor tan grande como el que estaba experimentando en ese momento.
Le dolía todo el cuerpo, era como si alguien le estuviera triturando cada hueso, a la vez que algo comenzaba a agitarse en su interior.
*****
Nash despertó, estaba ansiosa por liberarse y salir a correr, por fin su momento había llegado, sin embargo, nada la preparó para lo que ocurrió, ese dolor que la martillaba de manera desgarradora, sobre todo cuando ella empezó a rechazar al mate que había escogido la diosa Luna para ellas.
Quiso detenerla, acallar sus palabras, ponerle una mordaza, pero ella no la escuchaba, no lo sentía, solo ese dolor palpitante, percibía el lobo del hombre, angustiado, apenado. Él trataba de explicarse, suplicando ser oído, mas ella no lo escuchó ni siquiera pudo entenderlo.
Escuchó el golpe del anillo a chocar contra el piso y esas palabras que sería lo último que reconocería.
—… Yo Lucía Verónica Davis, futura luna de la manada Lirio Plateado.
—¡No! Por favor, no lo hagas… debemos hablar —dijo el hombre con una expresión aterradora, pero eso no la detuvo, siguió con sus palabras de rechazo.
—Ante todo los miembros de esta manada, te rechazo a ti Damon Jones, como mi mate, mi pareja destinada y como mi alfa.
«¡No!» gritó Nash en su interior agitándose como las peligrosas olas del mar en una noche tormentosa, se sentía desgarrada, no sabía por qué diablos después de haber estado ansiosa para encontrarse con su mate, ahora se encontraba con esto, el dolor de la traición más esas palabras, sentía que era preferible la muerte.
—Acepta el rechazo —exigió entre dientes, mientras el hombre negaba con la cabeza.
Y después las palabras de él.
—Yo… Damon Jones… futuro alfa de la manada Lirio Plateado… acepto el rechazo de mi mate, de mi pareja destinada y como mi futura luna… de Lucía Verónica Davis —y con esas palabras, cayó en el suelo, asfixiado del dolor.
Justo en ese momento cayó de rodillas ante la atenta mirada de los presentes; los cuales no hacían nada para detener lo que ocurría, sus huesos comenzaron a doblarse a tal punto que comenzó a liberar gritos de dolor, hasta terminar transformándose, comenzó a correr, salió de allí enloquecida, dolorida, decepcionada, aullaba con un profundo sufrimiento, a pesar de nunca haberse transformado, el dolor de su cuerpo era nada comparado con el dolor de su alma, de su corazón… la traición… la traición, esa palabra se repetía en su mente como un mantra, se adentró en el bosque tratando de olvidar, de dejar atrás toda esa tristeza que se le colaba en las profundidades de su hueso, causando una sensación de fuego en su interior, la lluvia comenzó a caer, pero eso a ella no le importó, nada la detuvo. Siguió corriendo.
Se fue por el bosque, sin detenerse, sin disfrutar que todos sus sentidos se hicieron más sensibles, todo le era más nítido, podía oler y escuchar todo mejor a su alrededor, hasta sentir la brisa en su pelaje. El dolor seguía latente en su pecho, pese a ello, fue disminuyendo el ritmo de sus pasos poco a poco, se detuvo y examinó a su alrededor.
Estaba en un claro del bosque, con una fuente que brotaba agua cristalina en medio, rodeado de flores silvestres de varios colores. Era hermoso, era tranquilizador y ella necesitaba eso en ese momento. Se acercó a la fuente y bebió un poco de agua, notando como sus intestinos se calmaban inmediatamente, por un momento se olvidó del dolor, de lo herida que se sentía. Damon, el hombre a quien amaba, el hombre por el cual estaba dispuesta a todo… había aceptado su rechazo. No podía ser verdad… ¿Había soñado todo aquello? Se detuvo en seco y miró a su alrededor, no, no era un sueño, todo era real… Damon ya no era su mate y ahora estaba sola, quería dejar de sentir, que ese ardor en su interior se extinguiera, pero no ocurría, todo lo contrario, recordar lo hacía avivarse con más fuerza.Sintió como si un puñal le atravesara el corazón, desconsolada, no sabía qué hacer, no contaba con nadie fuera de su manada y se negaba a regresar para que todos sintieran lástima de ella, y la señalaran ¿Cómo iba a enfrentar la vida después de eso? Se negaba a hacerlo, otra vez el dolor se agitó con fiereza en su interior, se sentía perdida y sin esperanza. Damon se había acostado con su prima, sin importarle ella, sin detenerse a pensar un solo segundo el daño que le hacía, ella lo dio todo, lo puso en un pedestal, le dio toda su vida, su tiempo, su amor y todo fue en vano, porque ahora estaba sin nadie, él… él nunca sintió lo mismo por ella, nunca la amó, por eso fue fácil traicionarla, humillarla, y hacerla objeto de su burla.
«¡¿Por qué diosa Luna?!» gritó en su interior, exigiendo respuesta «¡¿Por qué me diste un mate que no me amaba?! ¿Cómo puede placerte mi dolor?» aulló desesperada, desgarrada.
Continúo sin rumbo fijo, sin saber adónde ir, en busca de un lugar que le sirviera para olvidar todo ese dolor, necesitaba un refugio donde poder llorar sus penas hasta que el cansancio la venciera y pudiera dormir, sin embargo, el dolor la nubló, hizo que ya no estuviera alerta, pisó en el borde del acantilado y sin poder hacer nada se resbaló entre el lodo, intentó aferrar más sus patas a la tierra, pero un trozo de ella cedió y cuando se dio cuenta comenzó a caer por el acantilado, mientras todo iba poniéndose oscuro y su último pensamiento, a pesar de todo, fue para Damon.
Neo levantó la nariz y olfateó el aire, sintiendo que ese pelo en la cruz de su lomo se erizaba. Era fácil reconocer el aroma de la sangre, pero cuando esta venía de un lobo, era una mala noticia. Echó a correr a todo lo que le daban las patas, saltó a la rivera opuesta del río y bordeó la desembocadura hasta llegar a la playa.El olor a sangre se hizo más penetrante y Neo llamó a su lycan para una regresión, pocos minutos después el gigantesco lobo se perdía en el cuerpo de un hombre proporcional, de músculos definidos y piel suavemente tostada por el sol.«¡Es una hembra, una hembra herida, está en problemas, tenemos que ayudarla, ayúdala, John, ayúdala...!» El espíritu de su lobo se revolvía desesperado en su interior y el lycan sabía que la única forma de calmarlo era ir a ver qué pasaba.A sus treinta años, John Roberts era el alfa de la manada Agua Clara, la más extensa y poderosa de la costa oeste. Era un hombre respetado, un lobo extremadamente fuerte y un Alfa temido, y eso ba
Damon luego de aceptar el rechazo cayó en el suelo consumido por el dolor, por eso en ese momento se sentía como si lo hubieran roto en miles de pedazos, sus oídos zumbaban se llevó las manos allí, tratando de silenciar ese ruido, su cuerpo vibraba ante los lamentos de Lucía y los rasguños de su lobo herido del alma.—¡Lucía! ¡Lucía! —gritaba en un profundo sollozo mientras Boss, su lobo se agitaba en su interior. No sabía lo que ocurrió, lo único que recordaba es que sintió ese olor tan único, especial que lo enloqueció e hizo que corriera y se lanzara de manera arrolladora sobre Violeta.—¡Maldit4 sea! ¿Qué ocurrió? —se preguntaba, mientras trataba de encontrar una explicación lógica, extendió la vista y se dio cuenta que debía ir por Lucía, no podía dejar que la historia entre ellos se acabara de esa manera.Cuando salió se tuvo que detener, su padre estaba parado frente a él, se veía que estaba tratando de controlarse para no transformarse en ese mismo momento.—Dime Damon ¡¿Qué d
Las amenazas de Norah Hugg, causaron temor en los hombres que la sostenían, no tuvo el mismo efecto en Damon, quien la agarró por el cuello, apretando los dientes con un gruñido, empezó su transformación, aunque no la completó, sus manos se convirtieron en garras, y sus dientes lobunos quedaron expuestos a la vista de Norah, quien no pudo evitar un estremecimiento de temor.—¡No te tengo miedo! ¡¡¡¿Qué vas a hacer?!!! ¿Intentarás de nuevo hechizarme para caer en las manos de tu hija? —preguntó en tono amenazante.—¡No! —dijo la mujer segura que iba a disfrutar los últimos minutos en la manada Lirio Plateada—. Tengo algo mejor que hacer —susurró en un leve murmullo audible solo para él—. Yo sé dónde está Lucía.El hombre la tomó por el brazo y comenzó a sacudirla con fuerza, parecía una marioneta siendo batida.—Dime ¿Dónde está Lucía? ¿Qué le hiciste? —preguntó sin poder ocultar su creciente molestia, y Boss no estaba mejor, se agitaba en su interior queriendo salir y acabar con todo
Las palabras de Grimm, tuvieron el efecto de un fuerte golpe en John, quien por unos segundos enmudeció.—¿Cachorro? ¿Quieres decir...?—Este es un caso muy triste, muchacho —dijo Grimm mirando a la muchacha, que se debatía entre la inconsciencia y los sollozos—. Está embarazada y demasiado débil, si la marcas, la matarás a ella y al cachorro... eso si es que el rechazo no lo mata antes.John sintió un nudo en la garganta porque sabía a lo que se refería.—Un cachorro no puede sobrevivir sin la presencia de su padre —murmuró.—Y me temo que ella no podrá sobrevivir sin su cachorro. Es demasiado joven todavía.—Entonces... ¿realmente la traje hasta aquí para verla morir? —preguntó John mientras sentía en su interior el aullido desesperado de Neo.—Lo siento, muchacho —dijo el médico palmeando su hombro—. De verdad lo siento.El pronóstico era terrible, pero aun así John no se apartó del lado de la muchacha ni una sola vez, veló sus sueños, la cuidaba como sí ella fuera importante para
Manada Lirio PlateadoLa tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo, todos los presentes miraban a Damon esperando su reacción, incluso su padre, quien estaba a la defensiva.Las palabras de Damon cayeron como una bomba en el corazón de su padre, quien no podía creer que fuera a desafiarlo. Los dos se miraron fijamente durante unos segundos, en los que ninguno quería darse por vencido, hasta que finalmente el padre de Damon se cansó y suspiró.—¿Quieres desafiarme a un duelo? —replicó acercándose peligrosamente a Damon—. No te estoy obligando a nada… ¡Solo te estoy diciendo que debes tomar otra luna! Ella será tu compañera y tú serás el alfa de esta manada. Ya no eres un niño y debes asumir tus responsabilidades.Damon sabía que su padre tenía razón, pero no quería aceptarlo, no quería olvidar a Lucía y mucho menos sustituirla por otra. La sola idea de olvidarse de ella le causaba angustia, tendría que pensar en alguna forma de convencerlo de lo contrario. Se quedó viend
Damon sintió que la desesperación y el dolor brotaban en su interior. No podía creer que Lucía estuviera con otro hombre, y la idea de perderla lo llenaba de una profunda pena y tristeza. Pero incluso en su angustia y desesperación, algo dentro de él se negaba a rendirse; estaba seguro de que Arya era Lucía, la mujer que estaba destinada a pasar la vida a su lado. «Damon—dijo suplicante Boss, su lobo—Ella es Lucía, es su olor, no la dejes, debemos llevaría con nosotros». Sintiéndose un poco confuso, Damon se quedó allí, con los ojos llenos de dolor e incredulidad mientras observaba a Arya y John juntos. Con una mirada decidida, Damon dio un paso adelante una vez más hacia la mujer que estaba segura que era su mate. —Tienes que venir conmigo, Lucía. El lobo de John gruñó y comenzó a transformarse, mas este detuvo la transformación. —¡No busques que te arranque la cabeza! —habló John amenazante—. No des más motivos de pelea entre nuestras manadas… ella es mi mate y punto —dijo con
Damon regresó a su manada con los dos hombres, durante todo el trayecto estuvo silencioso, no deseaba hablar, no podía evitar que le doliera lo que estaba ocurriendo, el reciente incidente con la chica se replicaba una y otra vez en su mente… cuando la vio estuvo seguro de que se trataba de Lucía, pero al parecer se había equivocado; entretanto su lobo estaba demasiado molesto que hasta se negaba a hablar con él, se había ocultado, porque estaba empeñado en que se trajera a Arya a la fuerza a su manada y él no podía hacer eso, ya suficientes problemas habían tenido con la manada Agua Clara, para el propiciar una guerra al robarle la luna a ese alfa. Al descender en su manada sus padres lo estaban esperando, se quedaron observándolo con atención, enseguida se dieron cuenta de que algo le había ocurrido, y su madre no perdió oportunidad en indagar. —¿Qué pasó? —interrogó su madre sin perder detalle de su expresión. Damon suspiró, se sentía impotente, frustrado, incluso avergonzado po
Las palabras penetraron en su mente como cuchillos y se repitieron una y otra vez."¡Tu luna está viva! ¡Tu luna está viva!" Resonaba en su cabeza como un mantra. No pudo evitar mirar a la bruja, sin poder creer lo que salía de su boca. Ella continuó hablando, como si sus palabras no estuvieran causando una revolución en su interior.—El vínculo no pudo romperse por el bebé que está dentro del vientre de tu mate, pero sí se debilitó. El lobo dentro de tu luna huyó, porque el dolor de la traición lo hizo alejarse; era demasiado para soportar, y su dolor se intensificó... tienes que encontrarla, porque solo tú puedes protegerlos —dijo la bruja sin mirarlo.Damon permaneció inmóvil, tratando de procesar toda la información que acababa de recibir. Su mente se negaba a aceptarlo, pero sabía que era cierto; tenía una conexión con un bebé... ¡Su bebé, su Lucía estaba viva! Sintió una alegría indescriptible, un impulso de correr libremente por el bosque, sin embargo, antes de que pudiera hace