Alejandra Marie Costa—Es un bonito lugar para descansar —Susurro con una sonrisa.Cuando entramos a su oficina jamás se me ocurrió que anexo existiera una habitación, con todas las comodidades de un mini departamento, que se abriera paso por una puerta en el interior.—Te gusta hace unos años lo mandé a construir para descansar o cuando no deseaba irme tan tarde a casa —El brillo en su mirada parece de un niño mostrando su lugar favorito en el mundo —Quiero compartirlo contigo mi niña.—Gracias, es un lugar muy acogedor —Miro hacia la mesa que está dispuesta con una selección de comida, fruta y postres —Mmm tienes planes para cenar.—Claro, contigo, Nathaly se encargó de traer todo lo que solicite espero no olvidar nada —Dice guiándome hacia un lugar en la mesa —Siéntate debes tener apetito después de tanto ejercicio mientras bailas.—Gracias, por molestarte tanto—Para mi no es una molestia, solo quiero consentir a mi novia —Luego se sienta a mi lado tomando un cubierto para darme d
Alejandra Marie Costa—¿Qué sucede Richard? —Su rostro de repente se torna serio —¿Por qué te distraes en este momento?Insisto tratando de hacer en este momento un comentario en broma, logrando sacarlo de sus pensamientos mi niño sonríe y su mirada vuelve a retomar ese brillo que me encanta.Pero en lugar de responder mis interrogantes Richard busca mi boca con hambre tomándome por sorpresa, sumergiéndome en una desesperante necesidad que nada se interponga entre nuestro camino por lo que en cuestión de minutos estamos completamente desnudos.Siento una de sus manos deslizándose por mi muslo llegar hasta mi pantorrilla llevando mi pierna sobre su cadera, sin perder el ritmo de su boca.Llevo mis brazos alrededor de su cuello, buscando mantenerlo lo más cerca posible que pueda, pero no es suficiente quiero mucho más. Mi petición no expresada es recompensada por que mi niño parece entender de inmediato mis deseos.—Alex, tranquila mi niña también lo deseo, solo un poquito de paciencia
Alejandra Marie Costa—Segura que estarás bien —Pregunta Richard por quinta vez en todo el trayecto hacia el parqueo.Aún no me siento segura pero no pienso exteriorizar mi preocupación, en especial en este momento, que sigo molesta por la insistencia de Victoria de permanecer en la vida de Richard, pero al final de cuentas es algo que debe remedir sin que sea yo quien lo pida.Además, ahora necesito concentrarme en otra cosa como evitar que Richard decida intervenir si tengo una pelea con Jonathan, que es lo más seguro me espera en casa.Nos detenemos a unos metros del automóvil donde me espera Eli para llevarme a casa. Richard, toma mis manos entrelazando nuestros dedos esperando que diga algo.—Tranquilo, estaré bien —El asiente, pero no lo noto nada convencido.—De acuerdo, pero tengo algo para ti —Luego saca una caja plana de su saco entregándomelo —Compre un teléfono para que estemos comunicados. Ya grabé los números de tú agenda antes que el teléfono ya no funcionará.—Oh, mi t
Alejandra Marie Costa—¡Por qué, aunque sea tu esposa ya no te amo!Cada una de mis palabras salen por mi boca en automático, sin ninguna duda al respecto, no ocultare lo que pienso para evitar lastimarlo cuando a él jamás le importo hacerlo conmigo.Lo único que me preocupa de todo esto son sus represalias en contra de Richard, espero con paciencia que dirá, con los latidos de mi corazón acelerando, su silencio no me gusta, pero menos cuando comienza a decir completamente sereno.—No, me amas esta bien puedo aceptarlo Alejandra, sin embargo, permanecerás a mi lado te guste o no ¡Queda claro! De lo contrario conoces las consecuencias quien pagara el agravio. Además, te recuerdo que mientras vivas bajo mi techo debes mantenerte lejos de Müller de lo contrario, no me culpes por las decisiones que tome.Jonathan mueve su silla con esfuerzo hacia la puerta, pero luego se detiene como si recordara de repente otra cuestión que discutir.—Ah, puedes continuar estudiando, no tengo ningún prob
Alejandra Marie Costa—Alex, ¿Esta todo bien ahí adentro? —Escucho la preocupación en la voz de Lina —Niña, por favor no me asustes, llevas mucho tiempo encerrada, vomitando. Incluso perdimos la última clase.Limpio me boca con el dobladillo de mi sudadera luchando por sostenerme para no caer sobre el piso las intermitentes nauseas no han parado en todo el día, realmente ha sido una verdadera agonía soportar clase tras clase.—Abre la puerta Alex, ¡Oh, juro que voy a derribarla!Con un verdadero esfuerzo me pongo en pie mientras mis piernas a penas me sostienen después de pasar media hora sacando hasta la bilis de mi estómago.—¡Dios santo! Ven conmigo Alex siéntate, dime que te duele, no mejor olvídalo te llevare a la clínica seguro agarraste un bicho gripal. Debes tener más cuidado de acuerdo.—Ya se me pasara Lina, quizás me hizo daño algo que comí ayer —Pero ella me mira con duda porque si eso fuera cierto, probablemente estaría en la misma condición que yo.—Igual, debes tomar al
Alejandra Marie CostaEl dolor de cabeza es insoportable trato de incorpórame, pero simplemente no puedo al menos las náuseas remitieron un poco.—¡Gracias a Dios! Despiertas me tenias muy preocupada. Ven te ayudo —Lina, me coloca con cuidado contra el respaldo de la cama —Toma un sorbo de suero puedes deshidratarte si continuas de esa manera.—Gracias, Lina, realmente me siento muy mal —Digo dando pequeños sorbos mientras mi estomago protesta.Luego, escuchamos que llaman a la puerta el rostro de Lina se torna de disculpa como si hubiera hecho algo realmente malo.—Lo siento, estaba muy preocupada por mas que trataba de despertarte no reaccionabas ¡Eso me asusto mucho! Por eso decidí que era mejor llamarlo.—Llamar a quien —Pero ella no me responde solo se mueve hacia la puerta.—¿Cómo sigue? Traté de venir lo más rápido posible, pero tuve un contratiempo —Dice Richard entrando con cara de preocupación.—Lina, porque lo llamaste solo es un virus estomacal —Digo, aunque no estoy muy c
Alejandra Marie CostaAbro mis ojos un poco desconcertada miro a mi alrededor haciendo memoria de dónde me encuentro entre mi confusión siento la cálida respiración de alguien a mi lado.Por un momento me quedo petrificada esperando hasta que su voz llega a mi oído como la más hermosa de las melodías.—¿Cómo te sientes mi niña? —Dice posando sus labios sobre mi frente—Me siento mejor creo que solo se trataba de un caso de virus gripal solo necesito descansar —Luego, recuerdo que debo regresar a casa de Jonathan miro hacia el relojEl reloj marca la 6 am ¡No puede ser!—¿Qué sucede Alex? —Pregunta Richard notando mi tensión.—No, llegue a casa—Mi amor no te preocupes, tranquila —Trata de calmarme.—No, Richard, no entiendes tendré problemas por quedarme fuera ¡Dios! ¿Qué hago a hora?-—Nada, escúchame, mi amor Lina, hablo con Jonathan aviso que estás enferma y te quedarías en los dormitorios —Oh, digo cubriendo mi boca —Así, que no tendrás ningún problema.—Seguro que Jonathan no se
Alejandra Marie CostaDurante gran parte del día Richard se la ha paso cuidando de mi como si se tratara de una niña que depende de un biberón, ni siquiera me permite alimentarme por mi cuenta. Su excusa para hacerme ceder me hace reír porque según él eso es trabajo para un super novio.Aunque mi estomago había dejado de revolverse cada cierto tiempo debo aceptar que aún no me siento bien para hacer las cosas por mi cuenta, sin marearme.—Mi amor ¿Deberíamos ir al hospital no me gusta la palidez en tú rostro? —Dice besando mi mejilla.—Ya pasara, no, quiero ir además debo irme a casa Richard, no, me hace ilusión que en cualquier momento puede aparecerse en la puerta Jonathan —El asiente, pero noto en su mirada que no le gusta nada.—¡Odio! Que nos separemos Alex, espero pronto esto cambie para que donde debas volver sea nuestra casa no la de Bonnet.—Si, pero por el momento solo debemos tener un poco de paciencia.Así pasaron las horas hasta que Richard tuvo que marcharse por asuntos