Jonathan Bonnet—Melissa, me haces el favor de bajar la voz. Mi condición de salud no es buena y menos para soportar tus reclamos en mi casa. Como puedes ver estamos cenando —Ella, vuelve su rostro hacia Alejandra para regresarlo sobre mí.—¿Qué se supone que haces Jonathan? Nosotros tenemos una relación me ausento unos días y mira con lo que me encuentro, sufriste un accidente en manos de su amante, mientras ella se encuentra aquí como si nada. Ah que estas jugando ¡Me explicas por favor!—No, debo ninguna explicación, ella, es mi esposa motivo por el cual esta en casa a mi lado. Contigo no hay nada, pensé dejarlo claro hace unos días.—No, no, no, nuestra relación continua como siempre ¡Porque no me botaras como basura! Después de tantos años Jonathan, no.Veo como Alejandra se pone de pie buscando la puerta para mantenerse lejos de nuestra discusión no la detengo es mejor que salga mientras arreglo las cosas con Melissa.—Ahora que ella salió me aclaras…—Hay que aclarar que Meliss
Richard Müller“Ella se dirige al tocador” fue el mensaje que recibí de Claude, apresuro mis pasos para entrar antes que Alex, ocultándome en una de las cabinas, espero solo unos minutos, para verla entrar.Está preciosa con un vestido color almendra que envuelve cada una de sus curvas ¿Cómo soportar mantenerla lejos? Esta distancia me entre nosotros me está matando.Concentrada en lavar su rostro no es consiente de mi presencia camino hacia ella quedándome a pocos centímetros admirando su rostro en el espejo que mantiene con sus ojos cerrados dejando correr el agua sobre su piel.Llevo mis manos sobre sus caderas atrayendo su cuerpo contra el mío ¡Cuánto la extrañaba! Pienso inhalando el más dulce aroma que inunda mi olfato haciéndome sentir en el paraíso.Al abrir sus ojos su mirada sorprendida me recibe en sus labios se dibuja una pequeña sonrisa.—Hola mi niña bonita —Susurro con mis labios pocos centímetros del lóbulo de su oreja.Siento como si cuerpo me responde cada célula que
Richard Müller—Marian —Me dirijo a ella con una pregunta.Como siempre ella no me decepciona siempre se mantiene cerca, aunque oculta en las sombras atenta cuando la necesite.—Si, me pondré en ello, es posible que todo sea un montaje para retenerla, pero si resulta ser lo contrario que planeas hacer Richard.—Todo sigue igual no pienso retroceder —Ella, encoge los hombros esbozando una sonrisa.—De acuerdo —Es su única respuesta quedándome completamente solo observando como la mujer que amo se marcha con otro hombre.Alejandra Marie CostaLos días se vuelven interminables en esta casa, la monotonía me tiene con los nervios de punta por eso mismo decidí que tenia suficiente, debo salir de este lugar.—¿Qué haces Alejandra? —Escucho la voz de Jonathan interceptarme en mi camino.—Regreso a la universidad, tengo clases temprano y no pienso seguir atrasándome.—En ese caso Eli ira contigo—¿Qué? Es enserio, me enviaras con niñera a la universidad. Olvídalo puedo ir por mi cuenta —Comien
Jonathan BonnetSolo un momento logro sentir sus suaves labios mientras mi boca se mueve explorando lo más dulce que he probado en mi vida, hasta que ella se aleja de mi golpeando con fuerza mi rostro con la palma de su mano.La cachetada me trae de regreso a mi realidad en su vida.—¡No, vuelvas a besarme Jonathan, jamás me estas escuchando! ¡Jamás! —Luego se marcha dejándome ahí sosteniendo mi mejilla adolorida.Maldición porque no pude controlarme me siento tan desesperado por que me corresponda que no me detuve a pensar en su reacción.—Feliz humillándote de esa manera hijo —Dice mi madre entrando con una bandeja de comida.—Voy a tolerar lo que venga para recuperarla mamá —Ella, no dice nada mas solo se concentra en ayudarme a comer.Cada bocado no tiene ningún sabor en mi boca solo el recuerdo de su rostro enfurecido y sus palabras llenas de odio están en mi mente distrayéndome hasta que la voz de mi madre me recuerda que se encuentra conmigo.—Jonathan, porque continuar insisti
Richard MüllerEspero hasta que se queda en el camerino con Lina para presentarme ante ella que permanece sentada limpiando sus parpados con unos cotones de algodón.—¿Por qué debes permanecer en su casa Alex? Ese esta realmente enfermo queriendo mantenerte por la fuerza a su lado, discúlpame que te lo diga, pero tú familia está incluida, ni me puedo creer que un padre acepte que su hija este pasando tantos problemas sin mover un dedo.No, pretendo ocultarme para escuchar su conversación, pero todo lo que está diciendo Lina, detiene mis pasos porque, aunque este mal es una buena forma de enterarme de cosas que estoy seguro ella no hablara conmigo.—Las razones de mi padre solo son de su conocimiento en cuanto el motivo de Jonathan, ya ni estoy segura últimamente parece otra persona, no es el mismo hombre indiferente de antes.—Estas hablando en serio, que hombre puede tener un cambio real, cuando tú misma escuchaste que no le interesa aceptar la paternidad del pobre bebé que espera es
Alejandra Marie Costa—Es un bonito lugar para descansar —Susurro con una sonrisa.Cuando entramos a su oficina jamás se me ocurrió que anexo existiera una habitación, con todas las comodidades de un mini departamento, que se abriera paso por una puerta en el interior.—Te gusta hace unos años lo mandé a construir para descansar o cuando no deseaba irme tan tarde a casa —El brillo en su mirada parece de un niño mostrando su lugar favorito en el mundo —Quiero compartirlo contigo mi niña.—Gracias, es un lugar muy acogedor —Miro hacia la mesa que está dispuesta con una selección de comida, fruta y postres —Mmm tienes planes para cenar.—Claro, contigo, Nathaly se encargó de traer todo lo que solicite espero no olvidar nada —Dice guiándome hacia un lugar en la mesa —Siéntate debes tener apetito después de tanto ejercicio mientras bailas.—Gracias, por molestarte tanto—Para mi no es una molestia, solo quiero consentir a mi novia —Luego se sienta a mi lado tomando un cubierto para darme d
Alejandra Marie Costa—¿Qué sucede Richard? —Su rostro de repente se torna serio —¿Por qué te distraes en este momento?Insisto tratando de hacer en este momento un comentario en broma, logrando sacarlo de sus pensamientos mi niño sonríe y su mirada vuelve a retomar ese brillo que me encanta.Pero en lugar de responder mis interrogantes Richard busca mi boca con hambre tomándome por sorpresa, sumergiéndome en una desesperante necesidad que nada se interponga entre nuestro camino por lo que en cuestión de minutos estamos completamente desnudos.Siento una de sus manos deslizándose por mi muslo llegar hasta mi pantorrilla llevando mi pierna sobre su cadera, sin perder el ritmo de su boca.Llevo mis brazos alrededor de su cuello, buscando mantenerlo lo más cerca posible que pueda, pero no es suficiente quiero mucho más. Mi petición no expresada es recompensada por que mi niño parece entender de inmediato mis deseos.—Alex, tranquila mi niña también lo deseo, solo un poquito de paciencia
Alejandra Marie Costa—Segura que estarás bien —Pregunta Richard por quinta vez en todo el trayecto hacia el parqueo.Aún no me siento segura pero no pienso exteriorizar mi preocupación, en especial en este momento, que sigo molesta por la insistencia de Victoria de permanecer en la vida de Richard, pero al final de cuentas es algo que debe remedir sin que sea yo quien lo pida.Además, ahora necesito concentrarme en otra cosa como evitar que Richard decida intervenir si tengo una pelea con Jonathan, que es lo más seguro me espera en casa.Nos detenemos a unos metros del automóvil donde me espera Eli para llevarme a casa. Richard, toma mis manos entrelazando nuestros dedos esperando que diga algo.—Tranquilo, estaré bien —El asiente, pero no lo noto nada convencido.—De acuerdo, pero tengo algo para ti —Luego saca una caja plana de su saco entregándomelo —Compre un teléfono para que estemos comunicados. Ya grabé los números de tú agenda antes que el teléfono ya no funcionará.—Oh, mi t