Alejandra Marie CostaEsa voz retumbó hasta mi corteza cerebral alojándose ahí mientras eriza cada bello sobre mi piel, sin volver mi rostro en su dirección me concentro en la sonrisa de satisfacción que se dibuja en el rostro del hombre frente a mí que no trato de disimular.—Parece que Richard tendrá muchas semanas muy ocupado —Murmura entre dientes sin molestarse en ocultar su satisfacción —con la presencia de su prometida en el país —Arremata soltando su veneno Jonathan.No, tengo ánimos debatir su comentario, por lo que encojo mis hombros, saliendo en una dirección contraria a todos, no estoy interesada caer en sus juegos ni discutir mucho menos con mi padre. Y para empeorar las cosas esa mujer llega actuando como si fuera la mujer de Richard.Entiendo su historia también soy conciente que no tengo derecho a sentirme molesta por esta situación aún sigo siendo la señora Bonnet, aunque finja que no es de esa manera, además ante todos incluido Richard no definimos nada entre nosotro
Richard Müller—No, puedo crecer que mi hija deba sufrir tanta incomodidad, por qué, estás más interesado en perseguir a esa mujer que para el colmo está casada. Vale la pena Richard, perder oportunidades por andar detrás de esa mujer, y continúe sufriendo Victoria —Son las réplicas que no han parado de salir de su boca.En todo el camino hacia el hotel Milena, mantuvo una actitud hostil, mientras en mi caso mantengo calma.—Mamá, basta, por favor —Interviene nuevamente Victoria, a pesar de conocer perfectamente a su madre que no se reserva nada para ella.—¿Cómo pides que me controle? Acaso no estás sufriendo por todo lo que estás pasando es…Milena, no termina de hablar por qué en ese preciso momento Marian interrumpe su repertorio apareciendo a su lado, cuando se detiene el automóvil.—Señora Milena, llegamos las acompaño a su habitación —Dice Marian cortando cualquier protesta de Milena que la mira indignada.Marian, abre la puerta su mirada gélida se enfoca en Victoria invitándol
—Vaya, vaya, hasta que la princesa nos complace con su presencia —Escucho decir a mis espaldas mientras retoco mi maquillaje.—Melanie para…—Acaso tú amiga no tiene lengua detrás de esas dientes para defenderse, todo el tiempo te pasas protegiendo a su alteza, desde cuando cualquier bailarina puede ausentarse sin un llamado de atencion por Claude, que tiene esta para tanto favoritismo con ella. Dime princesa o se trata de respaldo por esos hombres que se disputan acostarte contigo, hacen turno supongo.Tomo con más fuerza la brocha mirando directamente su rostro a través de la imagen que se refleja en la superficie del espejo.—Melanie, no entiendo cual es tú problema conmigo, porque en mi vida nunca me meto en un camino tan desagradable, sobre lo que dijiste hace un momento espero te retractes, porque me estas difamando, eso es considerado un delito, como continúes voy hacer que te arrepientas de alguna manera queda claro —Digo volviendo mi rostro lentamente para encararla.—Mmm sol
Alejandra Marie Costa Lucho por salir del agarre de quien me está retenido, mientras mi corazón se acelera, pero de nada me sirve no tengo la fuerza necesaria. Diferentes escenarios acuden a mi cabeza cada uno de ellos aterrador pero entre mis pensamientos, se abre paso una voz que reconozco de inmediato. Comienzo a cuestionar mi estado emocional estaré en shock porque definitivamente no puede ser él. —Alex, cálmate por favor mi niña, soy Richard, tranquila, no quería asustarte pero estabas por gritar y no quiero que eso atraiga a quien está fuera. Escúchame voy a retirar mi mano de acuerdo, pero no grites por favor. Asiento contra su mano aceptando no gritar poco a poco mis temores van disminuyendo. Luego retira su mano de mi boca despacio. —¿Cómo es posible que estés aquí? Me dijeron que me encontraría con el dueño del Club? —Digo como tonta. Con su brazo en mi cintura hace un leve movimiento para enfrentarme a su rostro. —Ya te explico, mi niña linda discúlpame fui un estúpi
Richard Müller—Richard, para se supone que tengo presentación —Susurra entre la unión de nuestros labios.—Solo un ratito más Alex me gusta mucho tenerte entre mis brazos de esta manera —Y me encanta esta sensación de mariposas en mi estómago. —Sí, pero que explicación daré por tardar tanto en especial ahora que estoy teniendo nuevos altercados con algunas compañeras —Escuchar contrariedad en su voz me saca de nuestro momento mágico.Tomo su mandíbula con mi mano suavemente para elevar su rostro así estudiar su expresión, porque voy a preguntar directamente sin rodeos.—¿Qué está sucediendo con Melanie? Te agredió de alguna manera, habla Alex para que resuelva ese problema nadie tiene derecho hacerte sentir mal entiendes mi niña —Ella niega bajando su mirada —¿Quieres que lo averigüe por mi cuenta?Manteniendo su rostro inclinado la escucho suspirar antes de murmurar bajito.—¿Cómo sabes que se trata de Melanie? Olvídalo, esta demás esa pregunta. Por favor no hagas nada desatara peo
Alejandra Marie Costa—Me permites conversar contigo por unos minutos Alexa, Alexis o como quieras llamarte Alejandra —Dice a mis espaldas Jonathan en voz alta —No, es necesario que cubras tú rostro cuando este cerca. Ya, no.Al escucharlo, solo quedan las intenciones de cubrir mi rostro, tomo con fuerza el antifaz dorado en mi mano observando la mirada de confusión en Claude.—Alejandra, ¿Conoces al señor? —Asiento confirmando su pregunta.—Esta bien, Claude hablare con el señor Bonnet por unos minutos enseguida me reúno con los demás —Ella asiente no muy convencida, si dejarme sola con el hombre demandante de atención.—De acuerdo, solo unos minutos Alejandra pronto iniciamos —Luego se marcha por el pasillo volviendo su rostro mientras camina.Muevo mi mano indicando que me siga tengo suficientes rumores sobre mi cabeza para soportar uno mas por este hombre, Jonathan me sigue sin dudarlo.—Ahora, dime ¿Qué quieres Jonathan?— ¿Por qué esa hostilidad?, soy tú esposo es natural que me
Richard MüllerToda mi atención esta sobre ella no existe nadie que se compare con la visión más hermosa de Alejandra, pero no soy el único Jonathan está concentrado en ella también.—Parece que esta noche promete solo espero que no se convierta en un gran problema, por la manera que la mira supongo que planea algo.Susurra Marian cerca de mi oído antes de guiar a las no invitadas a tomar asiento en nuestra mesa.—Richard, ¿Qué te gustaría tomar? Quizás nos puedes recomendar la especialidad de la casa —Pregunta con amabilidad Victoria mientras las acompaño a la mesa.—Marian, encárgate por favor —Digo, delegándola para que se ocupe de todo, ella, asiente llamando a la mesera para solicitar nuestro pedido.—Vaya, lugar Richard muy bonito, aunque creo que tiene algunos placeres que te atraen o quizás se trate de una mujer ¿Por qué desde que inicio el espectáculo no retiras la mirada del escenario? Pensé que ya no querías nada con mi hija por la esposa de tú socio, pero puede que este eq
Alejandra Marie Costa Ambas volvemos nuestra mirada hacia la puerta que se abre sin previo aviso, mi corazón se acelera exponencialmente hasta que veo el rostro de quién entrando sin permiso a la oficina de Claude. Esta última suelta el aire que estaba conteniendo en sus pulmones con alivio. —Señor Müller, no me esperaba que viniera ¿Cómo puedo ayudarlo? Nadie me comunico que me estaba buscando —Inicia con un ataque de palabras Claude nerviosa moviéndose para colocarse frente a Richard. —Tranquila, encontré precisamente a quien estaba buscando —Dice Richard con una sonrisa. Ella dirige su mirada confundida a mi rostro, pero no hace ninguna pregunta solo agrega. —Oh, claro, si estaré en los camerinos señor Müller. Luego desaparece por la puerta deprisa como alguien seguida por perros rabiosos. —Alex ¿Esta todo bien? —pregunta caminando así mi tomando una de mis manos mientras acaricia mi mejilla con sus dedos —Si, estás molesta por la presencia de Victoria en el club, no te en