Richard MüllerToda mi atención esta sobre ella no existe nadie que se compare con la visión más hermosa de Alejandra, pero no soy el único Jonathan está concentrado en ella también.—Parece que esta noche promete solo espero que no se convierta en un gran problema, por la manera que la mira supongo que planea algo.Susurra Marian cerca de mi oído antes de guiar a las no invitadas a tomar asiento en nuestra mesa.—Richard, ¿Qué te gustaría tomar? Quizás nos puedes recomendar la especialidad de la casa —Pregunta con amabilidad Victoria mientras las acompaño a la mesa.—Marian, encárgate por favor —Digo, delegándola para que se ocupe de todo, ella, asiente llamando a la mesera para solicitar nuestro pedido.—Vaya, lugar Richard muy bonito, aunque creo que tiene algunos placeres que te atraen o quizás se trate de una mujer ¿Por qué desde que inicio el espectáculo no retiras la mirada del escenario? Pensé que ya no querías nada con mi hija por la esposa de tú socio, pero puede que este eq
Alejandra Marie Costa Ambas volvemos nuestra mirada hacia la puerta que se abre sin previo aviso, mi corazón se acelera exponencialmente hasta que veo el rostro de quién entrando sin permiso a la oficina de Claude. Esta última suelta el aire que estaba conteniendo en sus pulmones con alivio. —Señor Müller, no me esperaba que viniera ¿Cómo puedo ayudarlo? Nadie me comunico que me estaba buscando —Inicia con un ataque de palabras Claude nerviosa moviéndose para colocarse frente a Richard. —Tranquila, encontré precisamente a quien estaba buscando —Dice Richard con una sonrisa. Ella dirige su mirada confundida a mi rostro, pero no hace ninguna pregunta solo agrega. —Oh, claro, si estaré en los camerinos señor Müller. Luego desaparece por la puerta deprisa como alguien seguida por perros rabiosos. —Alex ¿Esta todo bien? —pregunta caminando así mi tomando una de mis manos mientras acaricia mi mejilla con sus dedos —Si, estás molesta por la presencia de Victoria en el club, no te en
Alejandra Marie CostaNo, no, no, puede estar pasando necesito despertar debe ser una pesadilla me repito una y otra vez sentada con las rodillas contra mi pecho en la sala de emergencia.Cada imagen se reproduce una y otra vez en mi memoria, escucho los gritos, personas pidiendo ayuda.—Ese hombre lo arrojo—Llamen una ambulancia—Lamen a la policía, ya debe estar muerto.La visión al final de los escalones fue aterradora Jonathan yacía sobre el último escalón inerte de su cabeza brotaba mucha sangre que en cuestión de pocos segundos tiño el mármol, Richard corrió para auxiliarlo, pero fue detenido por desconocidos.—Este fue el hombre que lo arrojo por las gradas llamen a la policía.Cuando la policía y los paramédicos llegaron todo se volvió en un caos gente hablando al mismo tiempo mientras trataba de acercarme a Richard, pero nadie me lo permitió. Marian, tomo mi brazo arrastrándome con ella unos metros de todo.—Escúchame Alejandra no es un buen momento debo marcharme con Richar
Alejandra Marie CostaNuestra permanencia en el hospital duro solo lo suficiente para saber que Jonathan se encontraba estable, luego que Eli compartiera esa información. Lina y yo nos marchamos a la residencia universitaria en todo el camino mis nervios están a flor de piel cada cinco minutos reviso mi teléfono para saber si me había perdido algún mensaje de Marian.No, tener noticias de Richard llena de angustia mi corazón.El silencio de Marian no augura nada bueno, aunque Lina insiste que ha pasado poco tiempo para tener una certeza, no comparto sus pensamientos. Algo muy malo está pasando con Richard,Mi presentimiento se confirmo cuando al siguiente día de lo ocurrido Marian se presento en la Universidad, con su rostro cansado.—Marian, que sucede con Richard —Pregunto conteniendo el nudo que se forma en mi garganta al notar en su mirada la misma preocupación que en la mía.—No, es bueno Alex, los abogados no lograron retirar la denuncia que levantaron los padres de Jonathan en
Richard Müller—Müller —Elevo mi mirada para coincidir con el policía —Vamos, no te quedes ahí parece que los abogados que contrataste resolvieron tú problema.Asiento sin responder siguiendo al hombre que se esforzó todo este tiempo por ganarse mi desprecio con su actitud poco profesional.—Vaya quien lo diría todo se puede comprar con dinero o influencias, sin embargo, en tú caso se necesito un poco mas de eso para lograr tú libertad —Suelta con burla en el tono que emplea —Seguro debe tener infinidad de encantos si consiguió que la misma victima levantara la denuncia.Entrecierro mis ojos en su dirección dispuesto a obtener una explicación, a lo que se refiere, pero mi intención se queda en el aire cuando escucho su voz. Luego ella corre en mi dirección arrojándose sobre mi perdiéndome en calor de su cuerpo mientras sus brazos envuelven mi cintura.—Richard, lo siento tanto ¿Estas bien? No, te hicieron daño —Pregunta entre sollozos que trata de contener mientras busca en mi rostro.
Alejandra Marie CostaOlvidamos por completo la comida dejándolo en segundo plano concentrando toda mi atención en sus labios sobre los míos mientras sus dedos se mueven sobre mi piel bajo mi vestido, causando un ligero estremecimiento en mi vientre.—Espera Richard —Pero mi intención de detener sus traviesos dedos queda ahí en solo dos palabras siendo remplazado por un quejido necesitado por su tacto.Ante mi renuncia con oponerme Richard continua con su exploración ascendiendo por mi muslo sin detenerse su mirada sin perder la concentración en mi rostro.Está esperando que lo detenga, pero esta ocasión es diferente con un asentimiento concedo mi permiso para que continue tocando mi cuerpo sin ninguna restricción de mi parte. La sonrisa que se dibuja en sus labios será uno de los recuerdos que guardare para siempre en mi memoria.Coloca la palma de su mano sobre mi vientre acariciando sobre la ropa interior deteniéndose, por un momento dudando si seguir por ese camino, veo la pregunt
Alejandra Marie CostaRichard, coloca sus labios un poco fríos sobre mi frente con su respiración aun acelerada, sonríe dulcemente depositando un beso.—Mi amor estas bien, fui un poco bruscos dime si| te lastimé —Pregunta con preocupación niego permitiendo que la punta de su nariz acaricie mi mejilla.—No, me lastimaste Richard, estoy bien —Suelta un suspiro de alivio.—Te amo, mi niña bonita —Luego se deja caer sobre su costado en la cama para arrastrarme entre sus brazos adoptando una posición de cucharita —Gracias, Alex por permitirme amarte. Prometo cuidar de ti siempre toda mi vida.Ante sus palabras un nudo se forma en mi garganta apretando lentamente, lucho por contener las lagrimas que insisten derramarse de mis ojos. Como quiero decirle que también deseo una vida a su lado para siempre.Ese siempre no puedo cumplirlo ¡Dios, no puedo! Es por su bien solo quiero protegerlo.Richard MüllerExtiendo mi brazo buscando su calor, pero solo encuentro vacío donde debería estar durmie
Alejandra Marie CostaLagrimas se derraman por mis mejillas sin lograr contenerlas, memorizo cada detalle su rostro mientras duerme tranquilo, ajeno al dolor en mi corazón. Escribo mi nota de despedida, mordiendo mi labio inferior para contener un nuevo sollozo.No, puedo… No, puedo, se repite como disco rayado en mi mente.Pero no puedo retroceder, nuestra separación la hago por su propio bien trato de convencerme tratando de silenciar los murmullos que me dicen es un error mi decisión como me recrimino Marian.Coloco mi nota sobre la mesa de noche junto a su teléfono con mi corazón rompiéndose en miles de pedacitos debo ser fuerte no flaquear ahora.Miro su rostro por ultima vez antes de marcharme.—Todavía estas a tiempo de cambiar de opinión —Me intercepta Marian—Sabes que significa faltar a mi palabra con Jonathan, no, puedo arriesgarme necesito que Richard este bien, aunque eso signifique enojarlo.—Enojarlo —Buja Marian —Estas bromeando Richard se volverá loco, no tienes una i