Richard Müller El ritmo del tango mantiene toda la atención de los presentes, camino en compañía de Melissa hacia la mesa donde se encuentra Jonathan. No sé exactamente que se propone Melissa pero me hago una idea por su actitud que viene en plan de guerra. Pero contra quien ¿Jonathan? ¿Alex? La despampanante rubia se contonea sobre sus tacones, atrayendo la mirada de muchos hombres a su paso en el salón, quienes son completamente ignorados por la mujer que solo tiene ojos para Bonnet. —Melissa, Richard ¿Qué hacen ustedes dos aquí? —Pregunta un Jonathan bastante confuso con nuestra presencia. Pasa si mirada de uno al otro preguntándose porque llegamos juntos. —Amor no me esperabas ¡Cierto! Vine porque me enteré de una buena fuente que últimamente frecuentas mucho este Club. Y pensar que la primera vez que viniste no estabas muy motivado de venir —Dice Melissa mientras rodea con sus brazos por detrás el cuello de Jonathan. —Melissa… En ese momento Bonnet pierde el hilo de lo si
Richard Müller—Permíteme mostrarte la habitación donde te quedaras —Digo tomando la mano de Alex subiendo los escalones hasta la segunda planta.Luego de fugarnos del Club para evitar un altercado con Bonnet a solicitud de Eli y Alex, nos dirigimos en dirección diferente a Marian. Mi plan un lugar donde ella se sienta segura sin el temor que en cualquier momento pueda aparecer Jonathan.Aunque en lo personal no me importa enfrentar a Bonnet para dejar las cosas claras. Me contuve porque, no quiero provocar más estrés en Alex, suficiente ha tenido en estos días que estuve fuera en Alemania.Por eso mismo estamos a las afueras de New York en una de mis propiedades que compre a los pocos meses de llegar a este país. Un lugar que considero mi refugio en mis momentos estresantes por eso mismo casi nadie conoce la localización de esta residencia.—Aquí estarás cómoda Alex puedes tomar un baño mientras preparo algo para comer por suerte tengo alguien que se encarga de mantener limpio, ademá
Alejandra Marie Costa Sus labios se mueven sobre los míos de forma lenta, siento sus manos deslizarse sobre la tela acariciando en el proceso mis costillas, profundiza nuestro beso a medida que los segundos pasan, aunque mi mente quiere resistirse mi cuerpo tiene otras intenciones. Llevo mis manos bajo su camiseta para tocar con mis dedos sus abdominales tan firme como una roca. Mi exploración continúa mandado lejos la precaución. —Alex ¡Te deseo tanto! —Murmura llevando sus labios bajo mi cuello un agradable escalofrió se expande por mis venas. Luego imita con sus dedos lo mismo que hago con los míos, me piel sensible quiere más de su tacto. ¡Se siente tan bien! Que no logro contener un leve gemido de placer por sentirlo sobre mi piel. —Richard… —¿Qué quieres mi amor? Solo pídemelo, voy a complacerte —Dice dejando un sendero de besos sobre mi hombro izquierdo. Mi vientre se aprieta con sentir su boca hambrienta sobre mi piel desnuda. —Vamos mi niña pídeme lo que quieres soy
Alejandra Marie Costa Enzo eleva su mirada para luego salir a nuestro encuentro, reduzco mis pasos hasta detenerme completamente con Richard a mi lado. Es difícil dejar de notar la bruma pesada que se expande en el ambiente del lugar tras nuestra llegar. —Alex, gracias a Dios llegaste mamá pregunto por ti hace un momento —Dice con una expresión en su rostro de confusión con la presencia de Richard. —Enzo, no quiero preguntas de acuerdo. Él es Richard —Presento cortante no voy a caer en ningún tipo de interrogatorio en este momento —¿Qué sucede con mamá? —Los médicos piensan que sufrió un pre infarto están realizando una serie de estudios para investigar la causa así cumplir un tratamiento más preciso —Mi hermano se queda en silencio unos segundos para luego agregar con duda —Alex debes volver a casa mamá te necesita. Sé que en este momento no es de tú agrado papá, pero todo debe quedar en el pasado por el bien de ella. —Enzo, hablas en serio ¿Adónde se supone que debo regresar? N
Alejandra Marie CostaEsa voz retumbó hasta mi corteza cerebral alojándose ahí mientras eriza cada bello sobre mi piel, sin volver mi rostro en su dirección me concentro en la sonrisa de satisfacción que se dibuja en el rostro del hombre frente a mí que no trato de disimular.—Parece que Richard tendrá muchas semanas muy ocupado —Murmura entre dientes sin molestarse en ocultar su satisfacción —con la presencia de su prometida en el país —Arremata soltando su veneno Jonathan.No, tengo ánimos debatir su comentario, por lo que encojo mis hombros, saliendo en una dirección contraria a todos, no estoy interesada caer en sus juegos ni discutir mucho menos con mi padre. Y para empeorar las cosas esa mujer llega actuando como si fuera la mujer de Richard.Entiendo su historia también soy conciente que no tengo derecho a sentirme molesta por esta situación aún sigo siendo la señora Bonnet, aunque finja que no es de esa manera, además ante todos incluido Richard no definimos nada entre nosotro
Richard Müller—No, puedo crecer que mi hija deba sufrir tanta incomodidad, por qué, estás más interesado en perseguir a esa mujer que para el colmo está casada. Vale la pena Richard, perder oportunidades por andar detrás de esa mujer, y continúe sufriendo Victoria —Son las réplicas que no han parado de salir de su boca.En todo el camino hacia el hotel Milena, mantuvo una actitud hostil, mientras en mi caso mantengo calma.—Mamá, basta, por favor —Interviene nuevamente Victoria, a pesar de conocer perfectamente a su madre que no se reserva nada para ella.—¿Cómo pides que me controle? Acaso no estás sufriendo por todo lo que estás pasando es…Milena, no termina de hablar por qué en ese preciso momento Marian interrumpe su repertorio apareciendo a su lado, cuando se detiene el automóvil.—Señora Milena, llegamos las acompaño a su habitación —Dice Marian cortando cualquier protesta de Milena que la mira indignada.Marian, abre la puerta su mirada gélida se enfoca en Victoria invitándol
—Vaya, vaya, hasta que la princesa nos complace con su presencia —Escucho decir a mis espaldas mientras retoco mi maquillaje.—Melanie para…—Acaso tú amiga no tiene lengua detrás de esas dientes para defenderse, todo el tiempo te pasas protegiendo a su alteza, desde cuando cualquier bailarina puede ausentarse sin un llamado de atencion por Claude, que tiene esta para tanto favoritismo con ella. Dime princesa o se trata de respaldo por esos hombres que se disputan acostarte contigo, hacen turno supongo.Tomo con más fuerza la brocha mirando directamente su rostro a través de la imagen que se refleja en la superficie del espejo.—Melanie, no entiendo cual es tú problema conmigo, porque en mi vida nunca me meto en un camino tan desagradable, sobre lo que dijiste hace un momento espero te retractes, porque me estas difamando, eso es considerado un delito, como continúes voy hacer que te arrepientas de alguna manera queda claro —Digo volviendo mi rostro lentamente para encararla.—Mmm sol
Alejandra Marie Costa Lucho por salir del agarre de quien me está retenido, mientras mi corazón se acelera, pero de nada me sirve no tengo la fuerza necesaria. Diferentes escenarios acuden a mi cabeza cada uno de ellos aterrador pero entre mis pensamientos, se abre paso una voz que reconozco de inmediato. Comienzo a cuestionar mi estado emocional estaré en shock porque definitivamente no puede ser él. —Alex, cálmate por favor mi niña, soy Richard, tranquila, no quería asustarte pero estabas por gritar y no quiero que eso atraiga a quien está fuera. Escúchame voy a retirar mi mano de acuerdo, pero no grites por favor. Asiento contra su mano aceptando no gritar poco a poco mis temores van disminuyendo. Luego retira su mano de mi boca despacio. —¿Cómo es posible que estés aquí? Me dijeron que me encontraría con el dueño del Club? —Digo como tonta. Con su brazo en mi cintura hace un leve movimiento para enfrentarme a su rostro. —Ya te explico, mi niña linda discúlpame fui un estúpi