Alejandra Marie CostaDespués de dejar la habitación de la señora Müller me dijo a donde se encuentra Lina abro la puerta con suavidad para no despertarla en caso que este dormida.Verla recostada sobre la cama con semblante frágil me oprime el pecho aun existen rastros en su rostro de la agresion que recibió tratando de evitar mi secuestro.Ese hematoma dibujado en su pómulo derecho es una evidencia que suma a todas las arbitrariedades que esta cometiendo mi padre en su afán de obligarme hacer su voluntad.Tomo asiento en una silla junto a su cama formándose en mis ojos lágrimas de agradecimiento, pero al mismo tiempo de pesar porque convertirse en mi única amiga a implicado mucho para ella.La chica que me recibió con una broma pesada fuera del dormitorio en la residencia universitaria a quedado atrás ahora incluso ella sacrifico parte de su vida por la mía y eso me hace sentir muy culpable.—Lo siento mucho Lina —Digo removiendo las lagrimas que recorren mis mejillas como un riach
Richard Müller—Finalmente llegaron —Observo su rostro sereno mientras se concentra a su alrededor —Por un momento llegue a pensar que no seguirías mis indicaciones Jonathan.El hombre sentado en la silla de ruedas sonríe con fingido disgusto con su mirada perdida en algún punto de las escaleras sigo su mirada para encontrarme con ella que baja con cuidado los escalones en compañía de Lina sosteniendo su brazo.—Digamos que no pude ignorar tú solicitud si es por el bien de mi hermano —Luego se concentra en ella con un brillo diferente en sus ojos —Hola Alejandra que gusto verte.—Jonathan —Murmura ella poniéndose justo a mi lado mientras una vena posesiva me lleva envolver su rellenita cintura con mi brazo.El gesto no pasa desapercibido para Jonathan por lo que esboza una sonrisa de abierta diversión con mi actitud luego carraspea su garganta.—Bueno supongo que, por unos días, aunque no me guste nos hospedaremos en tú casa al menos el tiempo que mi hermano se adapta y puedo dejarlo
Richard Müller—Vagar por la casa como un espectro funciona —Escucho a mis espaldas la voz de Axel —Ya me imagino el caos en tú mente especialmente ahora que tienes a esos dos en tú casa.—Quizás, pero necesito ser tolerante no te parece Axel—Hermano no tengo tú paciencia esa mujer te tiene comiendo de su mano si toleras a su exmarido en casa y a eso sumamos que el hombre todavía mira con deseo a tú mujer sin importarle que esta cargando tú hijo en su vientre. Eres un santo hombre.—¿Qué propines Axel? Que lo saque a patadas, aunque eso signifique que termine llevándose al hermano de mi mujer. Situación que la lastimaría porque quiere proteger a ese hombre a toda costa por saberlo su familia.El mencionado encoge sus hombres mientras resopla con disgusto entiendo exactamente que esta pasando por su cabeza tan poco me hace ninguna gracia tener a esos dos en mi casa.—Me das mas razones para no involucrarme seriamente con una mujer si eso significa hacer lo que ella quiere para llevar
Alejandra Marie CostaLas siguientes semanas transcurren sin novedad, aunque nuestras vidas son constantemente monitoreadas por el equipo de Axel no damos un paso fuera de la casa sin que se una a nosotros alguien de su personal hoy veremos a nuestro bebé realizaran la ultrasonografía más esperada por Richard.Donde finalmente el medico nos revelara si tendremos una niña o un niño.—Richard me parece sorprendente que ahora sea el encargado de ver a tu hijo por primera vez parece tan distante cuando hacia el mismo procedimiento con tú madre cuando ella también tenía las veintidós semanas mírate ahora eres un futuro padre ¿Dónde quedo el pequeño Richard que siempre pateaba a su pobre madre? Hasta llegue a pensar que un día serias un futbolista parece que apenas fue ayer eso me recuerda que me estoy volviendo viejo—La mirada del médico resplandece con el recuerdo —Quizás también reciba a tú pequeño veamos si nos permite verlo.Mi mirada busca a Richard que sonríe avergonzado con el comen
Richard MüllerMantenerla a mi lado todo el tiempo me da la seguridad que nadie se atreverá arrancármela de mi lado, pero no soy ingenuo la amenaza permanece constante mientras ese hombre que se dice ser su padre nos ronde, aunque debería sentirme mucho más tranquilo por encontrarme en mi país la sensación latente de peligro no se pierde.Hace unos días Jonathan se marcho dejando a Brayan bajo nuestro cuidado las cosas no fueron fácil al principio no solo yo tenia mi cerebro perturbado por las emociones de tenerlo en casa también sentía de la misma manera una chica que desde el primer momento marcho limites por eso se había desatado una guerra campal entre Lina y Brayan que simplemente no se soportan.Y en medio quedamos nosotros viendo como día tras día esos dos hacían cualquier cosa por provocarse uno al otro incluso comenzaba a resultar gracioso para quien los viera.Finalmente, Brayan Bonnet había topado con la horma de su zapato la muchacha es una tormenta de destrucción a su alr
Jonathan Bonnet—¿Sabías que ella era mi prima? —Suelto entre dientes como saludo volviendo mi rostro en su dirección para ser testigo de su reacción —Permitiste que me casara con Alejandra conociendo que somos familia ¿Por qué demonios lo permitiste papá?La tristeza que acude a su mirada me confirma todo es culpable no tiene ninguna excusa valida en este momento para negármelo.—Jonathan hijo déjame explicarte como son las cosas…—¿Qué me explicaras? Que tanto tú y mi madre ayudaron al enfermo de Mario Costa con sus horribles planes que me hicieron casarme con mi propia sangre… esa mujer… que deprecie al principio culpándola por alejarme de Melissa. Que luego se convirtió en algo muy diferente para mi papá tienes una idea de mi sufrimiento por esa mujer cada día ¡La deseo con desesperación! Y duele tanto que siento morir cada día que pasa, pero además ahora mi sufrimiento no era suficiente también tengo que verla en los brazos de otro hombre a eso sumamos que debo vivir con la culpa
Jonathan Bonnet—¿Qué quieres Melissa? —Destilo en mi tono de voz mi disgusto por su presencia.—¿Qué te parece puedo querer Jonathan? ¡En serio! Pretendes continuar con tú negativa de aceptar tú paternidad de nuestro hijo. Por seguir tras los pasos de una mujer que le importas menos que un grano de polvo.—Bravo querida —Digo aplaudiendo —Sabes donde precisamente golpear no es así Melissa, pero en algo debo darte crédito no estas equivocada. Porque para esa mujer no significo nada ¿Quieres saber porque exactamente sucedió eso Melissa? —Pregunto bajito como si me interesara un demonio quien pueda escucharnos —Porque cuando esa mujer era mi esposa en lugar de estar con ella en casa me estaba revolcando contigo.Mi exabrupto le borra toda risita tonta del rostro transformándolo en una mueca dolorosa por un momento me parecen ver lagrimas formándose en sus ojos esos que una vez pensé amar, cuando se concentraban en los míos, pero fue en un tiempo diferente en el cual solo me estaba engaña
Richard Müller—Desde cuando comenzaron a llegarte llamadas al teléfono —Ella me dirige una mirada inquieta — ¿Por qué no me habías dicho nada mi amor?—No quería preocuparte suficiente tienes con estar prácticamente las veinticuatro horas del día pendiente de cualquier cosa a tú alrededor Richard —Detiene de repente sus palabras con un ligero suspiro —Lo siento no hice bien ocultándolo.Arrastro a mi esposa entre mis brazos consolándola entiendo que esta pasando por su linda cabecita se siente culpable por lo que está sucediendo.—Mi amor —Envuelvo su pronunciada cintura —No debes ocultarme absolutamente nada entiendes, aunque pienses que con eso me ahorras más estrés te estas equivocando —Elevo su mandíbula con mi mano para que sus ojos queden al nivel de los míos —No tener conocimiento de esas cosas son peligrosas mi niña por ahora no me ocultes nada por más insignificantes que las consideres es por nuestro bien hasta que consiga poner un alto a tú padre —Asiente sin realmente devo