Lo que deduje fue lo correcto, Dorien salió corriendo a abordar su jet para venir hasta Colombia. No tomo nada bien la noticia del reposo que debo llevar durante un mes asi que muy probablemente en las próximas horas llegue a la finca, acto que no me perjudica en nada porque también necito hablar con el sobre algunos aspectos del innombrable. Cuando le dije a Edgar lo que me comento el abuelo de mi hijo, se rio con todas sus fuerzas y la verdad es que yo también le seguí el juego porque ambos nos imaginamos su rostro de preocupación que debió haber puesto al escucharme. Lo importante es que siempre contare con el apoyo de estos dos hombres maravillosos que tengo a mi lado.

<< Soy una mujer con mucha suerte>>

—Le pediré al personal de servicio que prepare la habitación de Dorien —dijo Edgar.

—Ok ¡oye! —lo detuve antes de que saliera de la alcoba.

—¿Sí? —levanto sus cejas.

—¿Me traes helado de chocolate?

—Claro que si —sonrió de lado.

Encendí el televisor y sin nada que hacer cambie de