Bruno
Aguanté lo que más pude, no puedo permitirme sentir nada por ella, pero me lo hacen imposible. Después de salir del baño me puse los bóxer, para ir a otra habitación y dejarlos descansar - está es tu habitación deberíamos salir nosotros - está dormida - no la molestes - molesta va a estar si no te ve en la cama cuando despierte - Mateo dijiste que no volvería a pasar - le reclamo - esta vez no fui yo, ella lo quería - cómo una niña me puede manipular tanto - le digo mirándola dormir - por qué sabe lo que queremos, y en este momento ambos la queremos a ella - pero ustedes ahora están casados - y miramos aquí -La quiero, y no quiero hacerle daño si quieres estar seguro, tanto como yo, de lo que ella quiere, despierta a su lado y te darás cuenta de lo que digo es verdad, para ti es solo una niña, ella lo sabe, y aun así no puede evitar querer estar contigo - que pasa contigo? - me ama más de lo que crees y yo a ella, confiamos en el otro, esto solo nos fortalece másMateo Necesitaba ver algún lugar para vivir, ahora que nos vamos a cambiar antes de lo pensado, no conozco a nadie más que a Bruno, aproveché de hablar con la secretaria para pedirle ayuda – sé que no es tu trabajo, pero si me puedes ayudar con algunos números y yo me encargo del resto – no se preocupe, tenemos una lista de con muchos contactos, mire precisamente acá hay algunos, los mejores corredores de propiedades – imprime una lista, le recomiendo estos – destaca algunos – estos son algunos asociados con la firma de abogados, tienen buenas recomendaciones – me entrega la lista – de casualidad tendrás algún contacto…- creo que esto es algo que no debería ver yo si no que Alexandra, me rasco la cabeza sin saber como decirle lo que necesito, hasta ahora no había pedido ni había ido a ningún lugar así, no lo creo necesario, pero es por su bien. No creí tener que arreglar nuestra vida acá tan rápido, se suponía seria dentro de unos meses, de un año más, pero todo se co
Alexandra Estoy jodidamente perdida entre ellos, no quiero que me dejen sola ni un minuto, siento cada segundo hervir mi cuerpo. Mientras comemos Mateo se para de su lugar y me besa el cuello, solo hace que mi excitación se vuelva más grande - ¿le pasa algo? – pregunta Bruno mientras vemos que Mateo se aleja – no sé, no me a ducho nada – me levanto de mi lugar para seguirlo, y saber que le pasa, nunca hace eso – ok gracias – lo escucho hablar y corta el teléfono mientras se da vuelta - ¿pasa algo? – niego con la cabeza - ¿terminaron de comer? – te esperábamos – vamos entonces. Volvimos a la mesa y nos sentamos a terminar, extrañamente estábamos en silencio, no me gustaba, pero menos me gusta la sensación entre mis piernas, siento mis bragas mojadas como si estuvieran bajo el agua, me incomoda por que no los ´puedo obligar a estar conmigo cada vez que me sienta así, aun que se que no se molestarían si lo hago - ¿y ya está todo listo para la boda? - pregunta Bruno, l
El lugar esta muy cambiado, hay mas luz, mas colores, mas mesas, todo es mucho mas amplio que antes, planas cuelgan por todo el lugar – parece un pequeño oasis – le digo mirando todo – espero que mi pastel no haya cambiado también – oh no mi pequeña, la receta del pastel es aun la misma, siempre espero que vuelvas por aquí o poder ir a tu casa de nuevo, pero no estabas – me dice con voz de pena – me disculpo contigo, pero tenía que irme – me abraza de lado mientras caminamos. Nos dirigió a un segundo piso donde solo había unas pocas mesas – ¿me presentaras con tus compañeros? – recuerdo que voy con Mateo y Bruno – lo siento no los presenté – él es Mateo y él Bruno los dos son mis esposos – le digo y queda asombrado – pequeña tu si que saliste atrevida – se ríe de sus palabras y yo me pongo roja – un gusto muchachos, bueno tomen asiento, díganme que van a querer hoy los atiendo yo – te sentarías con nosotros un momento – le pido – claro niña – quería saber cuándo nos tendrías l
Mateo - ¿sabes que está enojada cierto? – le digo divertido con su reacción - ¿enojada por qué? – le indico con la mirada a su lado – mierda – Bruno frota su cara con disgusto – Scarlett nos puedes dejar un momento por favor – su secretaria sale sin decir ninguna palabra, ella también entendió lo que pasaba – ¿no te diste cuenta que tu secretaria se te insinuaba mientras trabajaban? – nunca la e visto con de otra manera, no me di cuenta – Alexandra sí, creo que el que va a tener castigo será otro – le digo riéndome de él- Seguimos trabajando una hora mas hasta que me manda un mensaje “las chicas quieren venir a vernos, pero no tenemos donde recibirlas” – ya esta lista, ¿le digo que venga o vamos? – le pregunto a Bruno - ¿y arriesgarme a que me quiera matar o despedir a mi secretaria? Mejor vamos – no pude evitar reírme de él – “¿dónde estás?” – “en la cafetería de la empresa, contratare los servicios de cafetería de Rodinni, es horrible todo aquí” – “vamos contigo para i
Bruno Me acerco a ellos viendo que mi padre ya está más tranquilo – creo que ya pasamos con él, esperen a que los llame, me quedare trabajando hasta la tarde – no quiero que se enoje contigo – me dice Alexandra – tranquila, no pasará nada – la beso en la frente y nos despedimos. Mi padre no me habló en un bue rato, se enfoco en los papeles que le habíamos entregando tratando de comprender lo que está leyendo. Su silencio era tan malo como lo que debe estar pensando. -¿no dirás nada más? – que quieres que diga, hijo se feliz con tu jefa, con la dueña de esta y de cientos de empresas más ¿eso quieres que diga? – no sé que responderle – se que siempre la viste de manera distinta, te lo advertí, te dije que no te metieras con ella y ahora llego y te veo casado no solo con ella, si no que también con Mateo que clase de broma ridícula es esta – respire lo más profundo que pude, sabia que no la podía tocar, me lo había dejado mas que claro cuando era adolescente, pero c
Alexandra - ¿nos bañamos juntos? - los veo y sus miradas ya cambian su manera, saben que no son duchas normales, estas me encantan, sé que a ellos también, no hay escusas para nada cuando estamos desnudos los 3. Salimos tan excitados como entramos, la pasión de cada beso deja marcas en mi cuerpo, no quiero dejar de sentirlos. Las respiraciones se acortan con cada beso y cada tacto, ninguno toma el control, solo me dejan disfrutar de ellos, queriendo a cada momento que estén dentro de mí. La noche se hace corta al estar entre sus brazos, amanecer entremedio de su calor me hace querer más – ¿recién despiertas y quieres más? – pregunta mateo sintiendo como muevo mi culo en su erección, despacio se acomoda entre mis pliegues haciéndome gemir – despiértalo – Mateo pone mi mano en la erección de Bruno, lo masajeo suave mientras él por detrás se masajea sin entrar. Bruno gime al sentir mis manos en él, me acomodo mas abajo para lamerlo, Mateo se acomoda para d
Bruno se mete a un estacionamiento en el centro – aquí no hay departamentos – les digo – primero aremos otra cosa – dice Mateo y bajamos. - ¿Dónde me llevan? – te dije que debíamos hacer algo con eso – Mateo toma mi mano mostrando el anillo – no es justo que solo tú lo tengas – me dice. Entramos a una gran joyería – no quiero que sigas pensando mal de mí – me dice Bruno – amor sabes que está contigo y que no te va a engañar, deja de enojarte con él por lo que pudo hacer antes – no es con él – suspiro ante la idea – vengan nos esperan – Bruno toma mi mano y caminamos a una habitación privada donde nos esperaban con varias cajas de anillos, el administrador nos atendía, mostro varias joyas antes de elegir – este me gusta – les digo – era preciso para nosotros, tiene 3 corridas de metal de oro entrelazadas y 3 pequeños diamantes incrustados – una por cada uno – les digo. Bruno pide los 3 anillos a nuestras medidas y los pide grabados – vamos al café que esta a la vue
En una tablet colocamos nuestras manos para que nos registraran nuestra biometría dactilar – ¿cuándo podemos mudarnos? – le pregunto al gerente – cuando ustedes quieran, el lugar esta listo para ser ocupado - ¿el estacionamiento también? - Pregunta Mateo – por supuesto, me queda solo dar aviso en al conserje que estará habitado y no habrá inconvenientes – muchas gracias – extiendo mi mano para despedirme, lo mismo hacen Bruno y Mateo. Subimos de nuevo a ver el lugar y probar la biometría, pongo mi mano y aparece en verde abriendo la puerta del ascensor, es el único que no tiene botones para abrir. Bajamos entremedio de risas, ya teníamos nuestro lugar, estábamos felices, al abrir la puerta no aguante más a la idea de escuchar esos gemidos que me tienen excitada. Tomo sus caras y las acerco a mis labios besándolos a los dos juntos, haciendo que ellos se besen, se sorprenden un poco por lo que hago pero no lo rechazan – aunque sea uno – ellos temerosos de lo que es