– Alexandra para – pide Mateo – no te preocupes por eso solo sigue – no se cómo pero mi pequeño peso los llevo a apoyar la espalda de Bruno en la pared, lo aproveche, me tiraba más hacia atrás apegando más a Mateo para que no me soltara – amor para – por favor no paren – les pido entre jadeos, los siento aumentar su ritmo y sus respiraciones, los dos acabaron al mismo tiempo adentro, no deje que me soltaran, intenté descansar en sus brazos.
Me bajaron con cuidado, Mateo me toma en brazos y me deja en la cama para ir a limpiarse, se lo que viene ahora pero no me preocupa, aproveche que salieron del baño y entre antes que tratarán de limpiarme. Aún quería más.Salgo solo para encontrarlos tumbados en la cama – ¿se pueden besar? – les pido, ya no les molesta cuando estamos solos y yo lo pido, asiqué lo hacen ya sin pensar, - ¿Feliz? – mmm aún no, sean creativos – los dos me toman y me dejan de nuevo en la cama - ¿Te hiciste la enferma para esto? – pregunta Mateo – no me isMateo Había pasado tiempo desde que estábamos así, casi a cada hora haciéndolo, despertarme con sus gemidos está la mejor parte, sentirla gemir en mi boca mientras Bruno lame hasta la última gota, lamer sus duros pezones y saborear cada parte de su cuerpo. Si espalda arqueada u el agarre de sus manos en las sábanas me decía que ya estaba llegando a su orgasmo, sus gemidos son más fuertes, al mismo tiempo su agarre en mi miembro aumenta. Bruno sale de entre sus piernas y su respiración se calma – no te pongas cómoda amor – le digo al oído y ella me suelta. Cambiamos de lugares con Bruno, solo el roce de mi nariz en su clítoris la hace retorcerse, estaba tan sensible, pero aún así ella quería más, comienzo lamiendo suave de abajo hacia arriba sintiendo sus fluidos salir y sus gemidos ahogarse ahora en la boca de Bruno, mientras más lamo más fuerte son sus gemidos, me encanta escuchar no quiero dejar de hacerlo. La siento correrse, y lamo más rápido para t
Mateo Alexandra a estado descuida toda la semana, nos dijo que no nos preocuparamos, que solo era cansancio, aún así nos preocupa, nunca la vemos enferma. Pasamos la semana tranquilos y luego nos fuimos de regreso a Rochter, se veía algo mejor al llegar, pero su cansancio me dejaba preocupado -bruno crees que sea algo grabé? – no lo sé pero ya le pedí hora con el médico – Al día después que llegamos estaba de mejor ánimo, se levantó tranquila y cariñosa como siempre - ¿A qué hora debo estar con el médico? – a medio día pequeña – le responde Bruno – bien entonces me levantaré para ir – vamos contigo – no se preocupen puedo ir sola, preparen el almuerzo para esperarme - ¿Estás segura? – no me quedo tranquilo sabiendo que no se a sentido bien – segura – Alexandra A sido horrible está semana, evitar que me vean correr al baño cuando han estado pendientes de mi todo el tiempo, Bruno pidió hora con un médico que se no encontrará nada malo Los convencí
Seguimos llamando a Alexandra y a Camilo para que nos ayude pero no hay respuesta de ninguno, el teléfono de Mateo vuelve a sonar con el mismo número desconocido contestando esta vez, Camilo por fin responde el teléfono – Camilo donde estas - ¿Pero como? Dime dónde está – escucho a mateo gritar – vamos en camino – me mira con los ojos llenos de confusión, casi sin poder hablar de nuevo – Ale… - entendí lo que quiso decir – dónde está – no me responde – Mateo donde está Alexandra – lo sujeto de los hombros para que reaccione – tuvo un accidente en su auto, la llevaron a la clínica Kartihg, estaba cerca de ella cuando pasó – nos fuimos lo más rápido que pudimos, olvide que tenía al teléfono a Camilo cuando lo escucho hablar -señor está todo bien? – Camilo avisa a nuestras familias que Alexandra tuvo un accidente y veme en la clínica Karting – si señor – El viaje era eterno, el tráfico horrible de esta hora nos jugaba una mala pasada. Al fin podemos llegar, nuestros teléfon
La operación fue simple y no hubieron complicaciones, al tener pocas semanas de embarazo nos fue difícil poder encontrar los latidos y eso me estaba desesperando – este es el número de su esposo, aún no le diga que está embarazada hasta estar completamente seguros que no lo perdió – es mi deber informar – es Alexandra Makris y así lo pidió, no me voy a arriesgar por una demanda por incumplimiento de confidencialidad – el doctor Maclan sale para llamar, aprovecho el momento para hacer un ultrasonido transvaginal, pude respirar y se que ella lo ara también cuando despierte. Alcanzo a guardar mi equipo para entregarlo, salgo unos minutos después para encontrarme con Mateo y Bruno. Si desesperación está a flor de piel, y como no si su mujer está en una cama de hospital - ¿Algún problema doctora? – la voz de Bruno estaba quebrada - ninguno supe lo que había pasado y quise pasar a verla - ¿Está segura? – si, el médico ya me informo sobre su condición y me quedo más tranquila – me despido
Kat Una vez que ellos se fueron nos sentamos cerca de ella hablándole, Beth le contó de todo en unos minutos, Rob estaba angustiado, no podía articular ni media palabra – disculpen necesito que me den un poco de espacio – era una doctora, bestia su bata blanca, no la habíamos visto en todo el día. Me fijé que inyectó algo a la venta, lo anotó y se fue, me comía la curiosidad, pasaban de las 10 de la noche, ningún doctor atiende a sus pacientes a estas horas, enfermeras por lo general, pero ellos nunca. Me acerque a la carpeta de Alexandra para ver cómo estaba, no entendía nada, busque la hora en que le pusieron la inyección, era una mezcla de vitaminas una de ellas la toma Beth por su embarazo, espera ¿vitaminas para embarazadas? – voy por un café ¿quieren algo? – les pregunto para poder salir – quiero algo dulce – pide Beth – yo nada amor – ok vuelvo enseguida – trate de encontrar a la doctora que había entrado en la habitación, no la Vi por ninguna parte, ¿Por
Alexandra Me encanta esta paz, la brisa fresca, necesitaba tanto de un descanso - ¿Qué haces aquí? – esa voz me suena familiar – trato de ver a todos lados de dónde viene pero no lo encuentro – Veo a dos pequeños niños correr por la playa, jugando y riendo – son hermosos – ahora la voz es distinta, de un chico que no conozco, me giro al escucharlo, son dos chicos idénticos, ambos de cabello negro corto y ojos negros como los míos – Alexandra nos alegra verte - ¿Quiénes son? – ¿no nos recuerdas? – no los había visto – hermano creo que hemos crecido - ¿Hermano? No sé quiénes son, pero se me hacen familiar, se acercan y se sientan a mi lado a ver a aquellos niños – míralos se parecen a nosotros – si pero nosotros tenemos el mismo padre – ¿o no hermana? – sus cabezas se apoyan en mi, siento tanta calidez al sentirlos – Ostyn, Rey – en un solo susurro – sabía que no nos habías olvidado hermana – es imposible olvidarlos – de nuevo esa voz, esta vez se de quien es, mi papá est
Bruno y Mateo son los únicos en pasar, trato de sentarme pero me duele todo el cuerpo, sobre todo el brazo que veo enyesado – amor quédate quieta – me pide Mateo – pequeña no vuelvas a hacer esto – no te vamos a volver a dejar sola – hablan tan rápido que me marcan – quiero vomitar – estás bien – solo quiero vomitar – las náuseas eran horribles, el movimiento los medicamentos y el hablar me hacían dar vuelta todo. Bruno acerca un basurero pequeño para que lo pueda usar sin bajarme de la cama, al sentir los ruidos entran los demás preocupados - Hijo el doctor ya viene – esa era la vos del padre de Bruno – No dejen que me vean así – una pequeña curva se forma en los labios de Mateo – amor llevan días con nosotros acá, quédate tranquila por ellos – El doctor regresa con Sophia – ¿Cómo te sientes? – pregunta ella – aturdida – Mateo y Bruno se miran extrañados, saben quién es, pero no por qué está aquí – le hice un control de rutina al despertar y todo está bien – le dice e
Alcanzamos a estar unos minutos más a solas, escuchamos abrir la puerta - ¿Está todo bien? – la voz de Helena entrando, y todos detrás de ella – cariño me alegro que hayas despertado y que estés mejor – mamá – papá – Mateo y Bruno llaman su atención, les quieren dar la noticia - ¿Necesitan algo? Pregunta el padre de Bruno – los miro a los dos y se que no puedo esconderles a ellos – no se cómo decir esto – titubeó al hablar – ¿lo decimos nosotros? – ambos sonríen – Alexandra está embarazada – son gemelos – la manera en que hablan terminando la frase del otro, abecés siento se que veo a mis hermanos cuando eran pequeños, a pesar de ser tan pequeños siempre sabían lo que el otro quería. Las felicitaciones no tardaron en llegar, la madre de Mateo era la más feliz con la noticia, se que habrán dudas, si son los dos de un mismo padre o no, yo sé que son de los dos, mis hermanos me los mostraron, eso me deja tranquila. -ya es tarde vayan a descansar – Mateo y Bruno no se quieren ir – voy