Alexandra
Haber sentido las emociones de mis amigos tan felices por la noticia me hizo volver a pensar en ser mamá – ¿ Y han hablado de nuevo? – Bruno me habla, al parecer hace un buen rato, y no le había puesto atención - ¿Con quién? – con Beth pequeña, de ellos estábamos hablando – oh, si, está mañana hablé con ella, ayer se hizo un ultrasonido, pidieron ver un pequeño punto y escucharon sus latidos – y Kat cómo está – comenzó un tratamiento, su médico dice que su problema es tratable asiqué lo van a intentar y cómo sabes si en unos meses más ella también nos da la noticia de que será mamá – le digo sonriendo.Ser mamá, es extraña esa palabra para mí, nunca la tuve a mi lado, si llego a tener un hijo que tan buena seré para él o para ella – Bruno ¿Tu quieres? - ¿Qué cosa pequeña? – ser papá – la pregunta lo deja en silencio – no se si seré buena mamá eso me hace dudar – no eres igual a ella pequeña - ¿Por qué me sigues diciendo pequeña? Ya no soy una niña – justamenteMi decisión ya estaba tomada, ya no estaré dividida entre la universidad y la empresa, será solo una, tendré tiempo para mí y para ellos – ahora te dejo 3 opciones Alexandra, primero te arriesgas sin tratamiento, segundo te haces un tratamiento y también te arriesgas a que solo sea uno o lo que mejor puedes hacer es decirles y hacer una fertilización in vitro, y para eso necesito que ellos estén de acuerdo – no hay más opciones? – ¿cuánto tiempo ya llevas sin tus anticonceptivos? – una semana - ¿Enserio te quieres arriesgar? – quiero el tratamiento y arriesgarme – bien, pero te quiero aquí ante cualquier cambio – está bien – cómo ya dejaste tus anticonceptivos podemos empezar hoy mismo, pero tendrás que abstenerse por lo menos 5 días si quieres que funcione – no hay problema en eso – Sophia era mi ginecóloga, desde que la veo me da los mismos consejos, si quiero ser mamá con los dos tengo que hacer un tratamiento para aumentar mis óvulos, ya me había echo un conteo antes y ha
– Alexandra para – pide Mateo – no te preocupes por eso solo sigue – no se cómo pero mi pequeño peso los llevo a apoyar la espalda de Bruno en la pared, lo aproveche, me tiraba más hacia atrás apegando más a Mateo para que no me soltara – amor para – por favor no paren – les pido entre jadeos, los siento aumentar su ritmo y sus respiraciones, los dos acabaron al mismo tiempo adentro, no deje que me soltaran, intenté descansar en sus brazos. Me bajaron con cuidado, Mateo me toma en brazos y me deja en la cama para ir a limpiarse, se lo que viene ahora pero no me preocupa, aproveche que salieron del baño y entre antes que tratarán de limpiarme. Aún quería más. Salgo solo para encontrarlos tumbados en la cama – ¿se pueden besar? – les pido, ya no les molesta cuando estamos solos y yo lo pido, asiqué lo hacen ya sin pensar, - ¿Feliz? – mmm aún no, sean creativos – los dos me toman y me dejan de nuevo en la cama - ¿Te hiciste la enferma para esto? – pregunta Mateo – no me is
Mateo Había pasado tiempo desde que estábamos así, casi a cada hora haciéndolo, despertarme con sus gemidos está la mejor parte, sentirla gemir en mi boca mientras Bruno lame hasta la última gota, lamer sus duros pezones y saborear cada parte de su cuerpo. Si espalda arqueada u el agarre de sus manos en las sábanas me decía que ya estaba llegando a su orgasmo, sus gemidos son más fuertes, al mismo tiempo su agarre en mi miembro aumenta. Bruno sale de entre sus piernas y su respiración se calma – no te pongas cómoda amor – le digo al oído y ella me suelta. Cambiamos de lugares con Bruno, solo el roce de mi nariz en su clítoris la hace retorcerse, estaba tan sensible, pero aún así ella quería más, comienzo lamiendo suave de abajo hacia arriba sintiendo sus fluidos salir y sus gemidos ahogarse ahora en la boca de Bruno, mientras más lamo más fuerte son sus gemidos, me encanta escuchar no quiero dejar de hacerlo. La siento correrse, y lamo más rápido para t
Mateo Alexandra a estado descuida toda la semana, nos dijo que no nos preocuparamos, que solo era cansancio, aún así nos preocupa, nunca la vemos enferma. Pasamos la semana tranquilos y luego nos fuimos de regreso a Rochter, se veía algo mejor al llegar, pero su cansancio me dejaba preocupado -bruno crees que sea algo grabé? – no lo sé pero ya le pedí hora con el médico – Al día después que llegamos estaba de mejor ánimo, se levantó tranquila y cariñosa como siempre - ¿A qué hora debo estar con el médico? – a medio día pequeña – le responde Bruno – bien entonces me levantaré para ir – vamos contigo – no se preocupen puedo ir sola, preparen el almuerzo para esperarme - ¿Estás segura? – no me quedo tranquilo sabiendo que no se a sentido bien – segura – Alexandra A sido horrible está semana, evitar que me vean correr al baño cuando han estado pendientes de mi todo el tiempo, Bruno pidió hora con un médico que se no encontrará nada malo Los convencí
Seguimos llamando a Alexandra y a Camilo para que nos ayude pero no hay respuesta de ninguno, el teléfono de Mateo vuelve a sonar con el mismo número desconocido contestando esta vez, Camilo por fin responde el teléfono – Camilo donde estas - ¿Pero como? Dime dónde está – escucho a mateo gritar – vamos en camino – me mira con los ojos llenos de confusión, casi sin poder hablar de nuevo – Ale… - entendí lo que quiso decir – dónde está – no me responde – Mateo donde está Alexandra – lo sujeto de los hombros para que reaccione – tuvo un accidente en su auto, la llevaron a la clínica Kartihg, estaba cerca de ella cuando pasó – nos fuimos lo más rápido que pudimos, olvide que tenía al teléfono a Camilo cuando lo escucho hablar -señor está todo bien? – Camilo avisa a nuestras familias que Alexandra tuvo un accidente y veme en la clínica Karting – si señor – El viaje era eterno, el tráfico horrible de esta hora nos jugaba una mala pasada. Al fin podemos llegar, nuestros teléfon
La operación fue simple y no hubieron complicaciones, al tener pocas semanas de embarazo nos fue difícil poder encontrar los latidos y eso me estaba desesperando – este es el número de su esposo, aún no le diga que está embarazada hasta estar completamente seguros que no lo perdió – es mi deber informar – es Alexandra Makris y así lo pidió, no me voy a arriesgar por una demanda por incumplimiento de confidencialidad – el doctor Maclan sale para llamar, aprovecho el momento para hacer un ultrasonido transvaginal, pude respirar y se que ella lo ara también cuando despierte. Alcanzo a guardar mi equipo para entregarlo, salgo unos minutos después para encontrarme con Mateo y Bruno. Si desesperación está a flor de piel, y como no si su mujer está en una cama de hospital - ¿Algún problema doctora? – la voz de Bruno estaba quebrada - ninguno supe lo que había pasado y quise pasar a verla - ¿Está segura? – si, el médico ya me informo sobre su condición y me quedo más tranquila – me despido
Kat Una vez que ellos se fueron nos sentamos cerca de ella hablándole, Beth le contó de todo en unos minutos, Rob estaba angustiado, no podía articular ni media palabra – disculpen necesito que me den un poco de espacio – era una doctora, bestia su bata blanca, no la habíamos visto en todo el día. Me fijé que inyectó algo a la venta, lo anotó y se fue, me comía la curiosidad, pasaban de las 10 de la noche, ningún doctor atiende a sus pacientes a estas horas, enfermeras por lo general, pero ellos nunca. Me acerque a la carpeta de Alexandra para ver cómo estaba, no entendía nada, busque la hora en que le pusieron la inyección, era una mezcla de vitaminas una de ellas la toma Beth por su embarazo, espera ¿vitaminas para embarazadas? – voy por un café ¿quieren algo? – les pregunto para poder salir – quiero algo dulce – pide Beth – yo nada amor – ok vuelvo enseguida – trate de encontrar a la doctora que había entrado en la habitación, no la Vi por ninguna parte, ¿Por
Alexandra Me encanta esta paz, la brisa fresca, necesitaba tanto de un descanso - ¿Qué haces aquí? – esa voz me suena familiar – trato de ver a todos lados de dónde viene pero no lo encuentro – Veo a dos pequeños niños correr por la playa, jugando y riendo – son hermosos – ahora la voz es distinta, de un chico que no conozco, me giro al escucharlo, son dos chicos idénticos, ambos de cabello negro corto y ojos negros como los míos – Alexandra nos alegra verte - ¿Quiénes son? – ¿no nos recuerdas? – no los había visto – hermano creo que hemos crecido - ¿Hermano? No sé quiénes son, pero se me hacen familiar, se acercan y se sientan a mi lado a ver a aquellos niños – míralos se parecen a nosotros – si pero nosotros tenemos el mismo padre – ¿o no hermana? – sus cabezas se apoyan en mi, siento tanta calidez al sentirlos – Ostyn, Rey – en un solo susurro – sabía que no nos habías olvidado hermana – es imposible olvidarlos – de nuevo esa voz, esta vez se de quien es, mi papá est