Mateo
Por fin tuvimos unas buenas vacaciones, con todo lo que hay que hacer en nuestros trabajos y la universidad de Alexandra no había tiempo para mucho.Este es su último año, será aún más duro, si no quiere hacer un año más debe pasar si o si este, cada vez tiene menos tiempo para nosotros, llega cansada trabaja casi toda la noche y al otro día se va, el fin de semana lo pasa estudiando, hay cosas que no entiende por qué son nuevas.…Con Bruno tratamos de hacer que se relaje pero cuesta mucho – ¿y si lo intentan ustedes? - ¿Qué cosa? – pregunta Bruno tratando de besarla – no e sido la mejor compañía estos meses y ustedes necesitan más de mi, pero ¿Por qué no lo intentan? Así, si yo no tengo ganas de pueden ayudar – nos dice tomando nuestras manos – Sabes que lo intentamos una vez y no funcionó – Bruno llevábamos recién meses de casarnos – nuestras manos pasaron de sus piernas a nuestros pantalones – déjenme ayudarlos – mi mano en Bruno y la suya en mí.Dos meses después Queda poco para que Alexandra se titule, el rendimiento de la sala de ventas a aumentado lo que me permitió contratar a alguien más para trabajar conmigo, necesito poder tener tiempo, mi padre sabe que lo necesito, y no puso problema, de todas maneras ya estaba todo en orden y era solo mantenerse pendiente, pero lo más pesado era lo que me tocaba. Cambie por lo menos 3 veces de asistente, no eran capaces de seguir el ritmo del trabajo. -déjame ayudarte con eso – pide Bruno – ¿me ayudarás a administrar? – no, pero déjame buscar un asistente que sea capaz de trabajar contigo – solo te pido que no sea mujer – ¿Quién no puede ser mujer? - Entra Alexandra a la oficina de Bruno – mi nuevo asistente amor - ¿Qué pasó con el último? – renunció – le digo ya agotado – permiso – entra Camilo a la oficina – señor los papeles que pidió está mañana, también tengo lo que pidieron Andréi y su padre - ¿Esto cuando lo pidieron? - Está mañana - ¿Camilo dime cuánto llevas
Alexandra Gracias a las ayudas de Mateo y Bruno me titule con honores, también ayudo el que estuviera pendiente de la empresa, todo fue enseñanza en este tiempo. A mí titulación me acompañaron los padres de Mateo y el padre de Bruno, y por su puesto Kat, Beth y Rob, Diana y Tony no asistieron, eran algo mayores y no les gustaba salir, me llamaron la noche anterior y me enviaron un regalo, no los puedo obligar a que vengan, ellos estuvieron pendientes de mi todo este tiempo, y yo de ellos que no les faltará nada. Le pedí a Rodinni que nos preparara una cena para celebrar – cariño dinos dónde será la cena – pide Helen – en el restaurant Forochetta – le dejo las indicaciones en el GPS del auto que les pasó Mateo – nos vemos entonces – Rodinni tenía el local reservado solo para nosotros a pesar de ser pocas personas - ¿Por qué hiciste eso? – todo por la niña más dulce del mundo, aparte eres la dueña cariño no puedo dejar que otros molesten tu día – Las risas abundaron
Beth Viajamos esa misma noche de regreso, a pesar de que no vivimos juntos tenemos un lugar solo para nosotros para cuando podemos – es hora de que vivamos juntos, hace tiempo que se los quería pedir, por nuestros estudios y trabajos no coincidíamos mucho, es algo que quiero – nos dice Rob mientras maneja – hace tiempo que quiero lo mismo – responde Kat - ¿Qué dices Beth? – claro que quiero, ahora más que nunca – hay que decirle a tus padres – ellos ya lo saben, mi madre fue la que sospecho primero y me llevo al médico - ¿Y que dijo? - Está feliz por ser abuela – Rob hay que decirle a los tuyos entonces – le dice Kat – y a los tuyos Kat, no te voy a dejar fuera - ¿Estás segura? – claro que sí, cómo no estarlo si te amo, nuestros padres saben que ya no somos niños y todos lo aceptaron hace tiempo. Lo primero que hicimos al día siguiente fue pedirles que nos acompañaran a desayunar para contarles. Los padres de Kat parecían apenados por qué ella no podría tener hijos – no
Alexandra Haber sentido las emociones de mis amigos tan felices por la noticia me hizo volver a pensar en ser mamá – ¿ Y han hablado de nuevo? – Bruno me habla, al parecer hace un buen rato, y no le había puesto atención - ¿Con quién? – con Beth pequeña, de ellos estábamos hablando – oh, si, está mañana hablé con ella, ayer se hizo un ultrasonido, pidieron ver un pequeño punto y escucharon sus latidos – y Kat cómo está – comenzó un tratamiento, su médico dice que su problema es tratable asiqué lo van a intentar y cómo sabes si en unos meses más ella también nos da la noticia de que será mamá – le digo sonriendo. Ser mamá, es extraña esa palabra para mí, nunca la tuve a mi lado, si llego a tener un hijo que tan buena seré para él o para ella – Bruno ¿Tu quieres? - ¿Qué cosa pequeña? – ser papá – la pregunta lo deja en silencio – no se si seré buena mamá eso me hace dudar – no eres igual a ella pequeña - ¿Por qué me sigues diciendo pequeña? Ya no soy una niña – justamente
Mi decisión ya estaba tomada, ya no estaré dividida entre la universidad y la empresa, será solo una, tendré tiempo para mí y para ellos – ahora te dejo 3 opciones Alexandra, primero te arriesgas sin tratamiento, segundo te haces un tratamiento y también te arriesgas a que solo sea uno o lo que mejor puedes hacer es decirles y hacer una fertilización in vitro, y para eso necesito que ellos estén de acuerdo – no hay más opciones? – ¿cuánto tiempo ya llevas sin tus anticonceptivos? – una semana - ¿Enserio te quieres arriesgar? – quiero el tratamiento y arriesgarme – bien, pero te quiero aquí ante cualquier cambio – está bien – cómo ya dejaste tus anticonceptivos podemos empezar hoy mismo, pero tendrás que abstenerse por lo menos 5 días si quieres que funcione – no hay problema en eso – Sophia era mi ginecóloga, desde que la veo me da los mismos consejos, si quiero ser mamá con los dos tengo que hacer un tratamiento para aumentar mis óvulos, ya me había echo un conteo antes y ha
– Alexandra para – pide Mateo – no te preocupes por eso solo sigue – no se cómo pero mi pequeño peso los llevo a apoyar la espalda de Bruno en la pared, lo aproveche, me tiraba más hacia atrás apegando más a Mateo para que no me soltara – amor para – por favor no paren – les pido entre jadeos, los siento aumentar su ritmo y sus respiraciones, los dos acabaron al mismo tiempo adentro, no deje que me soltaran, intenté descansar en sus brazos. Me bajaron con cuidado, Mateo me toma en brazos y me deja en la cama para ir a limpiarse, se lo que viene ahora pero no me preocupa, aproveche que salieron del baño y entre antes que tratarán de limpiarme. Aún quería más. Salgo solo para encontrarlos tumbados en la cama – ¿se pueden besar? – les pido, ya no les molesta cuando estamos solos y yo lo pido, asiqué lo hacen ya sin pensar, - ¿Feliz? – mmm aún no, sean creativos – los dos me toman y me dejan de nuevo en la cama - ¿Te hiciste la enferma para esto? – pregunta Mateo – no me is
Mateo Había pasado tiempo desde que estábamos así, casi a cada hora haciéndolo, despertarme con sus gemidos está la mejor parte, sentirla gemir en mi boca mientras Bruno lame hasta la última gota, lamer sus duros pezones y saborear cada parte de su cuerpo. Si espalda arqueada u el agarre de sus manos en las sábanas me decía que ya estaba llegando a su orgasmo, sus gemidos son más fuertes, al mismo tiempo su agarre en mi miembro aumenta. Bruno sale de entre sus piernas y su respiración se calma – no te pongas cómoda amor – le digo al oído y ella me suelta. Cambiamos de lugares con Bruno, solo el roce de mi nariz en su clítoris la hace retorcerse, estaba tan sensible, pero aún así ella quería más, comienzo lamiendo suave de abajo hacia arriba sintiendo sus fluidos salir y sus gemidos ahogarse ahora en la boca de Bruno, mientras más lamo más fuerte son sus gemidos, me encanta escuchar no quiero dejar de hacerlo. La siento correrse, y lamo más rápido para t
Mateo Alexandra a estado descuida toda la semana, nos dijo que no nos preocuparamos, que solo era cansancio, aún así nos preocupa, nunca la vemos enferma. Pasamos la semana tranquilos y luego nos fuimos de regreso a Rochter, se veía algo mejor al llegar, pero su cansancio me dejaba preocupado -bruno crees que sea algo grabé? – no lo sé pero ya le pedí hora con el médico – Al día después que llegamos estaba de mejor ánimo, se levantó tranquila y cariñosa como siempre - ¿A qué hora debo estar con el médico? – a medio día pequeña – le responde Bruno – bien entonces me levantaré para ir – vamos contigo – no se preocupen puedo ir sola, preparen el almuerzo para esperarme - ¿Estás segura? – no me quedo tranquilo sabiendo que no se a sentido bien – segura – Alexandra A sido horrible está semana, evitar que me vean correr al baño cuando han estado pendientes de mi todo el tiempo, Bruno pidió hora con un médico que se no encontrará nada malo Los convencí