Alexandra Desperté con los ojos hinchados, mi cabeza retumbaba – tu padre – la voz de Bruno en mi cabeza – me paré rápido al acordarme y escuche un par de voces en la cocina – dale las gracias a mi padre, él fue quien nos calmó a los dos- eran Bruno y Mateo– ¿por qué no me llamaste antes de llegar a la clínica? – perdí mi teléfono en el restorán, cuando llegaron a aviarnos lo deje en la mesa no me di cuenta, con mi padre salimos rápido, el también olvidó su abrigo ahí – Como pude creer que me estaba engañando, mis lagrimas no paran de caer por más que trato de paralas – mi padre se puso en contacto con el restorán y nos van a enviar las cosas – realmente no puedo dejar de llorar, mis piernas se desvanecen de nuevo y caigo de rodillas, escucho como se levantan y corren a mi lado. Me aferro al cuello de Mateo mientras él me toma para llevarme a mi cama de nuevo, no puedo hablar, no me salen las palabras, Mateo se queda conmigo en silencio mientras lloro – ¿estabas con m
Ya era tarde y quería descansar, Bruno nos tenía un piso completo del edificio que estaba al lado de la empresa, nos reunimos con los demás y ahí recién pude respirar. -no me vas a dejar sola cierto – mateo me abraza – solo cuando me lo pidas, por ahora y espero en mucho tiempo más, estaré a tu lado – me da un pequeño beso. Cuando volvimos a la ciudad, me sentía sola después de que volvía de clases, Mateo se quedaba conmigo algunos días a la semana, Diana y Tomy tampoco me dejaban sola, Bruno me había pedido que me tomara unos días en la academia, pero estar sola me hacía mal - ¿Qué van a hacer mañana? - pegunta Kat - ¿por qué?, nada yo creo – mañana esta de cumpleaños Mateo – ya habían pasado casi dos semanas y yo aun no podía cambiar mi ánimo. “no me dijiste que mañana es tu cumpleaños” le mande un mensaje sin esperar respuesta, sé que está en clases “es difícil celebrar un cumpleaños cuando tu prometida acaba de perder lo más importante que tiene” no creí
Pasamos a la sala donde seguimos hablando durante un buen rato, los padres de Mateo se fueron a acostar y nos quedamos los cuatro, no nos dimos cuenta de la hora, pasaban de las 2 de la madrugada – creo que ya es muy tarde, me voy a la cama, nos vemos en el desayuno – me dice y se va bostezando – yo también me retiro. Nos vemos –Kaios también se va, – gracias - ¿de qué agradeces? – por esto, no me dejas sola, tu familia me hace sentir cómoda – así son ellos, no te van a dejar sola, insistí en que no lo hicieran, pero mi madre y mi hermana me obligaron - y por eso estoy agradecida – Nos fuimos a la habitación, Mateo trató de ponerse cariñoso, pero yo estaba muy cansada, se dio cuenta de eso y solo me abraza para dormir a mi lado. En todos estos meses nunca me ha forzado a hacerlo si no quiero - ¿alguna vez haz estado en un trio? No me responde – Mateo estuviste en un trio – le digo tratando de moverme para verlo, pero el aprieta el agarre – Mateo, respóndeme – me rio - ¿te
Es su turno de girar la botella y le toca con Beth, ella me mira pidiendo permiso, y le hago el gesto para que siga, se le acerca y le da un beso suave, creí que me molestaría, pero no fue así. Cambiábamos de parejas a cada turno, el último beso del juego fue ente Beth y yo - ¿puedo? - ¿Qué cosa? – ya verás- me dice al acercarse, me toma de mis nalgas acercándome a ella acariciando y subiendo por debajo de mi polera, solo para ver la reacción de Mateo – a él le gusta – me dice a los labios – muy bien vamos a tomar algo ya tengo la garganta seca – dice Rob mientras se para tratando de acomodar su pantalón Me siento al lado de Mateo - ¿fiesta? – les pedí que me ayudaran a hacer algo para ti – le beso el cuello – por eso preguntabas anoche – mmm puede ser – le respondo y le doy otro beso – tengan dice Beth – si es cerveza no quiero – es jugo – me dice y lo acepto – yo voy por una cerveza – dice Mateo mientras se para, también tuvo que arreglar su pantalón en el camino –
Estaba a punto de tener un orgasmo en las manos de mi amiga, y me gusto demasiado. Trato de respirar mejor pero no me deja, se recuesta conmigo en el sillón para dejarme encima. Miro al lado y Rob ya estaba dentro de Beth, ella llevaba el ritmo, busco a Mateo y está sentado en una silla mientras nos mira, se masturbaba suavemente. Le estiro mi mano para que se una y él acepta. Bajo una de mis manos a la vagina más que húmeda de Kat - ¿puedo? – aprovecha que somos todos suyos por hoy – me dice y me da un beso. Quiero probarla, no es lo mismo que tocar la mía, mi corazón late a full mientras bajo por sus pechos, son grandes y saben bien, sigo bajando hasta acomodarme quedando en cuatro para Mateo, lo siento acomodarse detrás de mí, juega con su pene entre mis pliegues haciéndome gemir, paso mi lengua suavemente, sus jugos saben bien, lo vuelvo a hacer chupando su clítoris, y suelta un gemido, mientras lo hacía, Mateo lo metía suavemente, agarrado de mi cadera, su m
Mateo -Segunda puerta a la izquierda – dice Rob – Mateo, segunda puerta a la izquierda, es una habitación, llévala y duerman ahí, se quedó dormida – Si cuerpo estaba tan relajado y dormía con una pequeña risa en sus labios. La tomé en mis brazos y la llevé, volví para buscar nuestras ropas, pero con la poca luz no pude encontrar mucho – en el mismo dormitorio hay ropa, saca lo que necesites de ahí – me dice de nuevo Rob, venia de vuelta a buscar a Kat, ellas también se habían quedado dormidas – ¿me dirás de quien fue la idea? – mejor pregúntale cuando despierte – me dice y se va con Kat en sus brazos. Regresé a la habitación se ve hermosa cuando duerme, no la había visto dormir tan tranquila en dos semanas. Desperté con la respiración agitada, sudando, Alexandra no estaba a mi lado, estaba caliente, a punto de estallar, cuando siento su boca consumiéndolo tan rápido que ya me estaba yendo en su boca - ¿Qué haces? – le pregunto tragando saliva, ella se limpia un poco la boca y sube
Bruno Faltan poco más de 3 meses para que Alexandra cumpla la mayoría de edad, si no fuera porque aún está en la escuela la traería de regreso para que se pueda acostumbrar a la empresa. Todo es un completo caos desde que los Makris no están, y estos idiotas no hacen más que presionar para que ella se seda el poder. Carajo, ¡carajo! todo esto sí que es un fastidio. -esa niña no puede tomar el control – entra uno de esos idiotas que quiere asegurar su bolsillo - ¿usted es? – pregunta Andréi, si desde hace unos días esta acá, hay que arreglar un matrimonio – Bulgaris, ¿qué hace irrumpiendo sin avisar? – esa mocosa no puede hacerse cargo de todo esto, no tiene la edad, ni estudios, ni la madurez para eso – bufa el idiota, Andréi se para en frente tan irritado como yo – esa mocosa es mi nuera y dentro de unos meses se hará cargo de todo lo que vez a tu alrededor, si no quieres perder lo poco que te queda sal por esa puerta y dile a todos que la heredera está por llegar -dijo cortant
Alexandra Helena y Helen estaba entusiasmadas con la organización de una boda, no puedo negar estarlo también, pero el vacío en mi corazón al saber que mi padre no estaría ahí, no me dejaba disfrutarlo. En dos días seria mayor de edad y en 3 semanas me caso, Mateo es el amor de mi vida, estoy feliz de que sea con él que me caso y no con alguien que no conozca. - ¿tu cumpleaños como lo quieres celebrar? – dice mateo sacándome de mis pensamientos – ya está planeada una gran celebración en la mansión – le digo, ya que él lo sabe – no me refiero a eso – lo miré pensativa – habrá mucho tiempo antes de que haya una fiesta en la tarde – y dibuja una sonrisa pícara mientras mira el camino - ¿Qué pretendes hacer? - ¿una fiesta privada? – mis mejillas se sonrojan al recordar lo que paso en su, más bien “orgía de cumpleaños” - quieres… - no será igual… bueno no con ese trio de pervertidos – Es gracioso pensar que les dice pervertidos, cuando él también lo es. Traté varias horas de que