Alexandra Estábamos a tiempo de hacer los cambios de papeles en la academia antes de que el entrenador inscribiera al equipo oficial, no entré a la reunión con la directora, estaba impaciente en mi clase, no vi a Bruno en toda la mañana, solo a la salida donde tampoco quiso hablar – Bruno dime lo que paso – señorita Alexandra solo le puedo decir que su noviazgo no será problema y serán libres en cualquier parte, lo demás tendrá que esperar unos minutos más – ¿por qué me hablas así? – estoy en horas de trabajo – dice casi en susurro mirando alrededor, habían muchas personas mirándolo, chicas, de reojo veo que Mateo estaba cerca, corrí como nunca a sus brazos y lo beso, me abraza levantándome en el aire, mis pies cuelgan unos minutos, - ¿Qué haces?- trata de disimular su alegría - no nos tendremos que esconder más – le digo y lo beso de nuevo - ¿Qué dices? – no es que no vayas a seguir siendo asistente, puedes, pero tu relación con Alexandra no será problema. No hay cláusula que impida
Bruno Había pasado mucho tiempo de que no veía a la pequeña Alexandra, siempre le la vi como una hermana menor, pasamos mucho tiempo juntos cuando ella era una niña, sobre todo después del accidente, cuando me recibí de abogado la deje de ver, tenía mucho trabajo, la empresa Makris demandaba mucho tiempo, siempre estaban absorbiendo empresas pequeñas haciendo que los márgenes fueran más amplios con respecto a las demás. Ya no era tan pequeña, ahora su cuerpo mostraba que era una mujer, mierda y en qué mujer se había convertido. Al momento de verla abrir la puerta la reconocí solo por sus ojos y cabello, había cambiado bastante a como era. Hoy al esperarla en la salida de la academia para hablarle de cómo me había ido, entendí que me miraba como un amigo, soy por lo menos 7 años mayor que ella, no podría verla de otra manera. Había llegado a la ciudad días antes para comenzar a arreglar los problemas legales de los que me había hablado Sebástian, ya tenía casi listos los de la ac
Alexandra En esta academia las noticias no se hacen esperar, todos hablaban de que había una Makris estudiando con ellos, nadie sabía quién era, pasaba completamente desapercibida, me sentía bien sabiendo que aún no saben que soy yo. Un anuncio en los altavoces con la voz de Tamara “todo el equipo de Tácticas a la oficina ahora, repito, todo el equipo de Tácticas a la oficina, chicos no me hagan hacer un segundo llamado” todos en la sala ríen. El maestro trata de seguir con la clase, seguramente pensó que nadie de esta sala estaba en el equipo - ¿Dónde va señorita? - nos han llamado a la oficina – le digo y el me queda mirando incrédulo, saco de mi bolso la credencial del equipo – muy bien señorita… ¿Makris? – se hace un silencio en la sala – puede ir- siento como todos se ponen eufóricos a mi salida y Beth los calla para continuar. De camino, nos empezamos a encontrar con todos los del equipo, preguntándonos unos a otros el por qué nos habían llamado. Nos encontramos a Tamara en
Mateo Su mirada era fría, la voz dura, se dibuja una risa en mis labios. Los chicos caminan pasando por mientras la espero - ¿Qué le dijiste al final? – le pregunto a Rob sin dejar de verla – me precipité, le dije que si la volvía a molestar la próxima serian balas reales – sigue su camino en lo que Alexandra se acerca, no lo pude evitar, la tomo por el cuello y la acerco a mi para besarla, miro atrás de ella y los idiotas estaban mirando asustados, paso mis manos por sus hombros y caminamos con los demás – tranquilízate, ya pasó – le digo sintiendo como su cuerpo tirita tratando de calmarla, Una clara derrota para esa escuela, pero aun así tenía impaciente al equipo, esa tarde nos encontrarían de nuevo, había preparada una cena para el inicio y final del torneo. No se necesitó hacer un análisis del encuentro, fue completamente limpio, el otro equipo no tuvo tiempo de hacer nada, eso solo dejo en claro que se enfrentaron al mejor equipo de la zona, estando en pri
Alexandra El equipo celebraba en el bus camino a casa, no nos topamos de nuevo con esos idiotas, los demás equipos nos respaldaron en todo momento. Y yo solo quería que el bus se apurara, necesito mi cama, nos levantaron temprano después de una larga noche de celebración. El bus nos deja en la entrada de la academia en frente de la multitud, ya sabían que habíamos ganado la competencia – ¿qué buscas? – dice Mateo – no veo a Tomy, me estaría esperando – le dije que te llevaría yo – su mirada me paraliza, ya sabía que quería – dibujo una sonrisa en mis labios en señal de aprobación. Nos despedimos del resto, subimos a su auto y nos marchamos. Necesitaba llegar luego. Rayos estos días ver a Mateo en estilo militar me hacía fantasear cada día, esa polera negra completamente ajustada a su cuerpo que haciendo que sus músculos se marcaran, ese pantalón que le ajustaba a la cadera y sus bototos, fantasee 3 días sacar ese pantalón, ahora lo lleva puesto camino a casa y p
Elizabeth Hace varias semanas que noto distinta a Kat, no deja de ser la misma conmigo, solo que hay veces que la noto perdida en sus pensamientos, y sé por quién son. Trato de no hacer caso a lo que siente, duele cuando los veo juntos, sé que ninguno de los dos sería capaz de hacerle daño a otro. Kat por mucho tiempo estuvo enamorada de Rob, pero nunca le dijo nada, yo lo sabía, en ese entonces éramos solo amigas y Rob tenía novia, pero al ser Kat la única mujer en el equipo y la segunda capitana pasaban mucho tiempo juntos, la novia de Rob le tenía muchos celos y días antes del torneo de esta semana terminó con él. No muchos saben de mi relación con Kat, o solo lo ignoran, Rob si la conoce, hemos estado muchas veces juntos y el afecto entre nosotras es difícil de controlar, todos en el equipo lo saben. Hoy regresan de la competencia, pasaron los 3 días más largos en mi vida, si bien tengo más amigos, no es lo mismo sin Kat. Veo que llega el bus con el equi
Sus ojos son casi suplicantes a que pare, por un segundo lo pensé, pero ya había llegado lo suficientemente lejos para detenerme, ese beso lo dijo todo, no quiero que me engañe – te amo, le doy un beso – pero sé qué se gusta más de lo que quieres admitir – tome con mis manos su cabeza para besarla aún más, me toma de la cintura y sigue con el beso sin decir nada más – quiero estar contigo – pero también con él – le afirmo, y una pequeña lagrima roda por su mejilla, la limpio con un beso – te amo, no te voy a dejar ni tú a mi – me dice entre sollozos – asique deja este juego que no pasará nada – olvídalo – le digo riendo – quiero que pase, que estés con los dos, si él quiere… - vuelvo a besar esos deliciosos labios sabor a fresa – ¿Qué quieres hacer?- quiero que lo hagas con los dos, ahora – Beth pero aun eres virgen – me mira y rio- la quiero perder contigo a mi lado. Los besos no pararon desde esas palabras, unos segundos y sale Rob de su habitación – supongo que así está
Aguanté mi gemido cuando lo metió, pero no fue por mucho tiempo - ¿estás bien? – pregunta preocupado – sí – lentamente me acostumbre a tenerlo dentro, escucho que Kat le da una palmada en su trasero, eso lo hace moverse más rápido, levantándose un poco de mí, encorvando mi espalda, había entrado más profundo, veo a Kat a un lado y la acerco a mí – déjame lamerte – le digo entre gemidos y ella pone su v****a en mi cara, el p**e de Rob parecía crecer aún más cuando nos veía juntas. Estuvimos toda la tarde en su casa, a pesar de mi dolor, no paramos, los ojos de Kat ya no estaban tristes, ella nos quiere a los dos, ahora, no sé si es lo que él quiere, pero no veo ninguna objeción el tener a dos chicas con él en su cama. Comenzó a caer la noche y estábamos tumbados en la cama tratando de recuperarnos - ¿me van a decir que fue esto? – pregunta Rob, tratando de incorporarse - ¿no te gusto? – le pregunta Kat – no estoy diciendo eso, ustedes son pareja, Beth… te quité la virg