Aterrizó el avión de noche en Roma, la limusina me dejo en casa de Eric a petición mía, aunque a Fabricio no le hizo ninguna gracia, se conformó cuando le prometí que al día siguiente me iría a su casa, antes de bajar puso su mano en mi nuca comiéndonos los dos la boca en un lujurioso beso. — ¿Nos vemos mañana en la oficina señora Roman? — Sí señor Román — le conteste Al día siguiente cuando entré en el edificio Román, la recepcionista me saludó sonriendo dando un beso y un efusivo abrazo. — Qué tal las vacaciones, París nada menos, que envidia — me dijo — Mucho trabajo, no me ha dado tiempo a ver casi nada — Si, pero has ido con el buenorro del jefe — Anda calla, me voy para arriba, luego nos vemos Me fui hacia los ascensores para subir a la planta treinta, se abrieron las puertas del ascensor y cuando salí saludé con una sonrisa a Carla, la secretaría de Fabricio. Me abrazó, me besó, estuvimos unos minutos hablando aunque guardé el secreto, porque hasta que Fabricio no lo a
Me costaba tener los ojos abiertos, todo lo veía borroso y no comprendía por qué ya que lo último que recordaba era que estaba bajando al parking donde Fabricio me esperaba en su coche para marcharnos a comer y ahora me encontraba, en lo que tocando con mis manos parecían las sábanas de una cama, pero ¿de quién era? ¿Dónde me encontraba? ¿Qué me había pasado? Cuando por fin pude abrir los ojos, vi a William el jefe de Giovani en el FBI sentado a mi lado. — Hola preciosa ¿Cómo te encuentras? preguntó — ¿Dónde estoy y que ha pasado? — contesté — Estas en un piso franco del FBI, hemos tenido que apartarte de la misión porque Giovani nos comentó, que tu embarazo estaba en riesgo si se enteraba Fabrico que él bebe no era suyo y después de lo que me comento lo que te paso con Carlo Román, vimos que era lo más conveniente. — ¡¡Giovani!!, — grite, — Ya ha conseguido quitarme de en medio, ¿es esa la excusa que ha puesto? ¿mi embarazo? O es que quería quitarme de en medio para seguir follan
Cuando Giovani se marchó me quede muy triste sintiéndome también sola sin él, sabiendo que volvía con su esposa Bianca. Me dolía pensar en cuantas amigas de su esposa se tendría que follar, y porque me dijo que teníamos que hablar, si al final no me explico el motivo, de porque tenía que hacerlo, aunque lo único que hizo conmigo, fue demostrarme cuanto me amaba. Dos semanas despues, Irina y yo fuimos escoltadas a una clínica privada de la policía por una revisión de mi embarazo. — Buenas tardes, soy Celeste — le dije a la enfermera — Pasen por aquí — nos dijo haciendo que la acompañáramos a una consulta Cuando entramos, había una doctora sentada delante de un ecógrafo — Buenas tardes ¿Celeste? Soy la doctora Britania su ginecóloga, vamos a ver como esta ese pequeñín o pequeñina — Es mi segundo hijo, espero que este bien mi bebe — le dije Me tumbe en la camilla levantándome un poco la ropa que llevaba, me puso el gel frio viendo en el aparato a mi bebe haciéndome llorar de
Faltaba un día para que volviera, cuando escuche un vehículo entrar en el recinto de la casa — Tranquila siñorina, es Marco el chofer — me dijo Gina Del vehículo bajo un muchacho joven vestido de negro con una gorra. Gina y él se saludaron con un caluroso abrazo dirigiéndose despues hacia donde yo estaba. — Buenas señora, soy Marco su chofer, el señor me ha pedido que la recoja — me dijo — Hola Marco ¿Dónde está el señor? — Está en su oficina, pero me ha pedido que la lleve a su restaurante — me dijo Subí al dormitorio para cambiarme de ropa, metiendo en mi bolso la documentación que encontré en la casa y ropa mía porque no pensaba llegar hasta el restaurante, mi intención era salir de la limusina en cualquier semáforo rojo y correr hasta perder al chofer. Mi pensamiento era solo para mi hijo, si Fabricio me amenazó de muerte ¿Qué intenciones tendría con mi niño? Subimos a la limusina poniendo Marco rumbo al restaurante, el segundo semáforo que se puso en rojo y el ch
Una tarde fue nana a recoger a mi hijo a la guardería como siempre hacía, pero sin motivo aparente empecé a ponerme muy nerviosa, como si intuyera que algo iba a pasar y no me equivocaba. Cuando pasaron varias horas sin que hubieran vuelto a casa, preocupada llame a mi jefe muy nerviosa temiendo que Fabricio me hubiera localizado. Pero, aunque mi jefe me dijo que no me moviera de la casa y que esperara noticias suyas, no pude quedarme de brazos cruzados y cogiendo mi bolso me marche a la calle para buscar a nana y a mi pequeño. Horas más tarde cansada por recorrer media ciudad y abatida por no encontrarlos, decidí volver a la casa viendo varios coches de policía aparcados cerca de la entrada de la casa haciéndome suponer que mi jefe ya los había encontrado. Cuando entré en la casa y crucé mi mirada con la de mi jefe, me senté en la entrada arrodillada llorando sin consuelo. — Cariño siéntate en el sofá y no llores, sé dónde están — me dijo — ¿Dónde están? ¿están bien? — pregunté
Me arreglé para ir a la cena con Fabricio, poniéndome el vestido que él eligió, cuando entré en el salón, él estaba mirando por la ventana con una copa de licor en su mano, se giró mirándome con deseo. — Estas preciosa, el que te diga algo obsceno, se las tendrá que ver con mis puños — Lo mismo tendría yo que decir — dije — Ponte delante del espejo, te he comprado una joya para que luzcas aún más Lo vi abrir una caja aterciopelada poniéndome en el cuello un collar de diamantes y unos pendiente a juego. La piel se me erizo al ver el buen gusto que tuvo al elegirlo y lo bonito que era. Cuando llegamos en la limusina a la mansión donde se celebraba la cena, Fabricio me dio la mano ayudándome a salir del vehículo. Cuando entramos los anfitriones enseguida se acercaron a nosotros recibiéndonos muy calurosamente. — Belha, belha spossa Fabricio — nos dijo el anfitrión — Gracias, Celeste te presento a Marco y a Fiorella su esposa — dijo Fabricio Despues de las presentacio
Me desperté sola en la cama, me aseé acercándome despues a la cocina para tomarme un zumo viendo solamente a Blake y a Bryan. — ¿Te llevo a casa? — preguntó Blake — No gracias, prefiero que me llevé Bryan — contesté — Bien como quieras ¿le digo algo a Fabricio? — me preguntó — Si, que se vaya al infierno — dije Una vez que estuvimos solos los dos, Bryan me dijo algo dejándome sin saber que decir. — Blake es el amante de Bianca y si todavía no hemos cogido a esos sinvergüenzas, es porque él está destruyendo todas las pruebas, Giovani y yo creemos que va a asociarse con los hermanos Román. — Entonces ¿Qué significado tiene que sigamos aquí? — pregunté — Porque, sabes cuanto confía el jefe en nosotros y nos ha pedido que continuemos un poco más. — Te das cuenta de que Blake puede descubriros, Bryan tú sabes que los narcos no admiten engaños, estaríais muertos Giovani y tú si él hablara. — Depende todo de ti y de Giovani, que recabéis pruebas en secreto si
Me desperté sola en la cama, me aseé acercándome despues a la cocina para tomarme un zumo viendo solamente a Blake y a Bryan. — ¿Te llevo a casa? — preguntó Blake — No gracias, prefiero que me llevé Bryan — contesté — Bien como quieras ¿le digo algo a Fabricio? — me preguntó — Si, que se vaya al infierno — dije Una vez que estuvimos solos los dos, Bryan me dijo algo dejándome sin saber que decir. — Blake es el amante de Bianca y si todavía no hemos cogido a esos sinvergüenzas, es porque él está destruyendo todas las pruebas, Giovani y yo creemos que va a asociarse con los hermanos Román. — Entonces ¿Qué significado tiene que sigamos aquí? — pregunté — Porque, sabes cuanto confía el jefe en nosotros y nos ha pedido que continuemos un poco más. — Te das cuenta de que Blake puede descubriros, Bryan tú sabes que los narcos no admiten engaños, estaríais muertos Giovani y tú si él hablara. — Depende todo de ti y de Giovani, que recabéis pruebas en secreto si