AURORA Estaba de vuelta, habia sido un largo viaje por el mundo, quedándome a vivir unos meses en cada lugar, ya habian pasado varios años, viviendo en el extranjero, por varios paises de Europa y Asia, es para lo que me habia alcanzado la herencia de mi padre, y debo decir, que por fin me aburrí de estar fuera de casa. Mi otro motivo para regresar, era Diego Ferrer, sabía que lo habia torturado todo este tiempo con mi ausencia, cuando lo dejé, estaba enamorado de mí como un loco, y ahora debia aprovecharme de eso, para poder obtener su herencia cuando se haga cargo de las empresas Ferrer. Seria muy fácil para mi casarme con él y tener un hijo suyo, asi tendría que darme dinero de por vida si me divorciaba. Cuando llegué al aeropuerto ese día, no me esperaba ni en millón de años lo que ví, una chica rubia saltó sobre Diego y lo besó apasionadamente sin importarle el lugar en donde estaban, y él le correspondió de la misma forma, pero lo más impresionante de todo fue, que alcan
AVA Habia visto a una mujer muy rubia en la recepción cuando Diego salió conmigo a despedirme, subí al auto, no sin antes besarme, como si nunca lo hubiera hecho, pero después me invadió un sentimiento extraño, una inquietud en mi pecho. Pablo, el guardaespaldas que ahora estaba conmigo, me llevó a la tienda de la señora Samantha, porque tenia unas cosas que consultarle. Sabia que teniamos que actuar con precaución debido al atentado, porque aún no daban con el responsable. Tenía miedo por Diego y por su familia, supongo que todo esto venia con el paquete de pertenecer ahora a los Ferrer. Su madre notó mi preocupación y trato de tranquilizarme. - Mira Ava, nosotros tenemos al mejor equipo de guardaespaldas, son leales y muy hábiles, saben lo que hacen, empezando por Adrian, él ha hecho mucho por esta familia y estoy muy agradecida. - ¿Alguna vez tuvo una situación así? Se aclaró la garganta, y bajó la mirada como recordando. - Cuando iba a casarme con Gabriel, un
DIEGO Estaba preocupado, porque la respuesta de Ava a las situaciones estresantes, siempre era huir, y eso no me gustaba porque podría perderla, y con todo esto del regreso de Aurora, la situación parecía complicarse, sabía que es lo que queria, y no era precisamente mi amor. Eso lo habia aprendido de la forma más cruel, cuando ella me dejó por Miguel, y me di cuenta de su verdadera naturaleza, era ambiciosa, despiadada, arrogante, y solo queria una cosa, ser la esposa de un millonario. Ava es muy distinta, es dulce, entregada, amorosa, y cuando descubrió quien era yo, casi la pierdo, no es de las que se pavonean con el estatus económico, y por eso me enamoré perdidamente de ella.*** Un par de semanas después Aurora volvia a la carga, tratando de hablar conmigo, esta vez la deje que lo hiciera, quería saber hasta dónde podía llegar. - ¿Que quieres ahora? crei que estaba claro que tú y yo no tenemos nada de que hablar. Estabamos en mi oficina, me recargué delante del escr
AVA Para nada esperaba esa reacción, pensé que daría saltos de alegría, al saber de esta nueva vida que crecía en mi interior, sabia que sucedió porque me habia descuidado pero, mi bebé, mi hijo, ya estaba en camino. Me senté en la cama, necesitaba pensar, me sentí perdida, triste, queria que él me acompañara en todo esto, porque tenía miedo, era algo completamente desconocido para mí, y ahora no sabia si eso seria posible, entonces él toco la puerta, entró y se sentó junto a mí, tomó mi mano y me plantó un beso en el dorso. - Lo siento . . . es que, esto fue algo tan inesperado, además creia que querrias más tiempo para nosotros, antes de pensar en embarazarte. - Fue un descuido, lo sé- le dije- pero. . . - Pero nada- interrumpió- . . . es mi hijo, es nuestro, y si viene en camino es porque nos hemos amado intensamente y será bienvenido en esta familia, eso no lo dudes Tocó mi mejilla y me besó tiernamente. - ¿Cuánto tiempo? - Cuatro o cinco semanas, - le aclaré - e
DIEGO Los días que sigueron fueron tensos entre mi padre y yo, no habiamos hablado excepto en las reuniones de trabajo, me sentía frustrado, porque aún no habiamos encontrado al responsable del atentado, y también por la discusión que habiamos tenido. - Diego, ¿podemos hablar?- me dijo. - Habla- respondí secamente al terminar una reunión de trabajo, mientras acomodaba unos documentos. - ¿Puedes dejar de comportarte de esta forma?, yo solo quiero hacerte ver el riesgo que corren Ava y tú. -¡Basta papá!, - repliqué mirándolo a los ojos- no quiero escuchar lo mismo una y otra vez, porque no importa lo que haga, tú nunca estás satisfecho con nada- suspiré bajando la mirada a lo que hacía - estoy considerando regresar a California y. . . quedarme ahi a vivir con Ava. - ¿Esto es idea de ella?- dijo molesto. -Claro que no, esto lo he pensado por mucho tiempo, incluso antes de que la volviera a ver, me gustó el no ser nadie importante ahí, mi anonimato, el ser uno más, sin pr
AURORA Respiraba con dificultad por el esfuerzo, había quedado de verme con Miguel en su lujosa casa, en una zona exclusiva de la ciudad, para hacer un plan de acción, y acabamos teniéndo sexo salvaje en su cama. Era un buen mozo, alto, castaño, ojos marrones, aunque no era tan atractivo como Diego, pero sabia hacer las cosas bien, en algún lado tenía que descargar mis necesidades y él fue lo mejor que pude encontrar, no tenia punto de comparación, porque nunca tuve sexo con Diego, porque a pesar de que estaba enamorado de mí, jamás lo hicimos. - Esto no significa nada, ¿verdad?- dije a Miguel con indiferencia mientras me vestía. - Claro que no, solo es sexo, entre ' amigos'- río, enfatizando la palabra. - Bien, porque ya sabes quien es mi objetivo, por cierto amigo, ¿tuviste algo que ver con su accidente?. Me miró sonriente. - Solo te dire que, si hubiera sabido que venias, eso tal vez no habria sucedido. Entonces, pensé, que si habia sido él, por razones que obviam
AVA Estaba un poco aburrida en casa, pasando canales en la televisión sin entender mucho de lo que decian, así que decidí llamar a Susan, hacia varias semanas que no tenia contacto con ella, me fui a la recámara y le envié un texto para saber si estaba disponible. Al poco rato hicimos una video llamada. **- ¡Hey amiga! me tenias muy abandonada, estoy segura de que ese sexy marido tuyo te tiene muy ocupada. Solté una carcajada. - No tanto, ahora está trabajando, y estoy algo aburrida, cuéntame ¿como te ha ido en la galería? - Hay mucho que hacer, pero esto me gusta mucho, tienes contacto con diferentes artistas plásticos, ya sabes, ¿hay algo que quieras contarme? - Siii, estoy emocionada, ya lo saben mis padres. . . estoy embarazada. - ¡Quéee! ¿voy a ser tia? - de repente la pantalla tembló y la perdi de foco, parecia estar saltando.- - Tranquilízate Susan- volví a reir- tengo solo unas pocas semanas, Diego está feliz, y también quiero decirte que hay posibilidades de
AVA Todo mi ser se sentia furioso, aunque Diego ya me había dicho cómo ocurrieron las cosas, me sentía traicionada. Ya me habia duchado, y solo quería dormir. Diego entró como torbellino a la recámara y se metió directamente a la ducha sin decir nada. Después de un rato, salió con una toalla sujeta a su cintura, lo miré, se veia tan bien con el cabello húmedo, inconscientemente mordi mi labio inferior, lo deseaba a pesar de mi enfado y él se dio cuenta. - ¿Te gusta lo que ves? - La verdad es que sí.- paseé mi mirada por su cuerpo, sentía la necesidad de estar con él, un deseo ardiente revoloteando dentro de mi, últimamente era así, su olor, su voz, todo activaba las ganas de tenerlo y de que me hiciera suya. Vino hasta mí, me miró y acarició mi rostro, me giré en la cama, sacando mis piernas de la sábana, atrayéndolo, metiendolo entre mis piernas, me sentia furiosa, celosa y solo queria una cosa. -Tómame ahora o me enfadaré más contigo. Me empujó contra la cama, iba