DIEGO Tres largas semanas han trascurrido desde que estamos aquí, su padre ya habia vuelto a casa, siempre estaba descansando en su habitación, pero debia tener precaución, ahora tendria que llevar una vida mas relajada, sin presiones. Empezaba a inquietarme, ante la insistencia de mi padre, pacte una cita con nuestro cliente en dos dias, que es cuando se supone que nos iriamos a casa. Solo que no sentía a Ava muy convencida de eso, la veia tan a gusto aquí, que estaba dudando que quisiera regresar conmigo. - Si me voy San Francisco, ya no volveré, el camino es bastante largo.- le decia a Ava mientras comiamos con su madre. - Yo. . . quisiera quedarme un poco más, en lo que conseguimos ayuda para mamá. - Tengo la cita con el cliente Ava, no puedo posponerla, eso seria una falta de seriedad de nuestra parte. - Sé que tu trabajo es muy importante, asi que puedes irte y yo me iré después. Golpeé la mesa con el puño sin pensarlo, lo que hizo que se sobresaltara y me levan
DIEGO Esperaba ansioso en el aeropuerto, dando vueltas por la sala de llegadas internacionales, y como siempre me acompañaba Hernán, había varios periodistas rondando, creo que llegaria una celebridad o algo asi, entonces la vi, caminando hacia mi, con una gran sonrisa, cuando me vió corrió y saltó sobre mí, colgándose de mi cuello y besándome como si no hubiera nadie más. - Te extrañé mucho- dijo. La bajé lentamente, abrazándola- Honestamente crei que no volverias- dije mirandola a los ojos. - Me sentí muy bien estando con mamá, no lo niego pero, como dijiste, soy tu esposa y mi lugar es aqui contigo. Tomé su rostro entre mis manos y la besé con ansias. No me habia dado cuenta de que los periodistas se enfocaron en nosotros, tomado fotografías, hasta que escuché las voces. "-¡¡Señor Ferrer, que hay de los rumores que dicen que va a divorciarse!!" "-¡¡¿Ella es su nueva novia?" "-¡¡Señor Ferrer, ¿va a tomar el mando de las empresas Ferrer?!!" Se agolparon a nuestro
AVA Respiraba con dificultad, tratando de recuperar el aliento sobre su pecho, aún podía sentir su miembro palpitando dentro de mí, después del orgasmo tan intenso que me habia hecho sentir, era la quinta vez que lo hacíamos desde que llegamos a casa, y parecía que no queria parar. - Amor ya es. . . suficiente, estoy agotada. - Ya es menos tu deuda, recuerda que no te tuve durante tres semanas, asi que. . . Me besó, rodó sobre su espalda, poniéndome debajo de él, y apretándome contra la cama. No podía creer que aún tuviera energía para darme más. - Déjame descansar, por favor. Me sonrió ampliamente, besó mi frente y me cubrió con la sábana, me abrazó pegando mi espalda a su cuerpo, y nos quedamos dormidos. ***** El ruido de sus pasos apresurados me saco de mi sueño, la luz del dia llegó hasta mis ojos a través de la ventana, no queria abrirlos, pero la silueta de mi querido esposo iba y venia. - ¡Es tarde!Joder, voy tarde a una reunión. Me recosté sobre un codo
DIEGO Hernán comenzó a mover el auto en la via de forma errática, pasando de un carril a otro, tuve que sujetarme fuerte para no golpearme, a pesar de traer puesto el cinturón de seguridad. - ¿Que pasa?- le grité. - Nos siguen, señor, estoy tratando de perderlos. Hernán era un ex militar, y era uno de los mejores guardaespaldas que mi padre había contratado, estaba siempre listo para este tipo de situaciones. - Solo un poco más y los perderemos. Volteaba hacia atrás, un vehículo con cristales tintados nos alcanzó e intentó sacarnos del camino, pero Hernán fue más listo, frenó, haciendo que el otro auto pasara de largo, pero al hacerlo terminanos chocando contra un contenedor de basura y nos golpeamos muy fuerte. - ¿Estás bien Hernán? - solo que no respondia.- ¡¡Hernán!! Salí como pude del auto, tomé el teléfono para hacer una llamada y me di cuenta de que estaba inservible. Me invadió la incertidumbre, me escondí detras del auto, y abrí la puerta del copiloto. -
AURORA Estaba de vuelta, habia sido un largo viaje por el mundo, quedándome a vivir unos meses en cada lugar, ya habian pasado varios años, viviendo en el extranjero, por varios paises de Europa y Asia, es para lo que me habia alcanzado la herencia de mi padre, y debo decir, que por fin me aburrí de estar fuera de casa. Mi otro motivo para regresar, era Diego Ferrer, sabía que lo habia torturado todo este tiempo con mi ausencia, cuando lo dejé, estaba enamorado de mí como un loco, y ahora debia aprovecharme de eso, para poder obtener su herencia cuando se haga cargo de las empresas Ferrer. Seria muy fácil para mi casarme con él y tener un hijo suyo, asi tendría que darme dinero de por vida si me divorciaba. Cuando llegué al aeropuerto ese día, no me esperaba ni en millón de años lo que ví, una chica rubia saltó sobre Diego y lo besó apasionadamente sin importarle el lugar en donde estaban, y él le correspondió de la misma forma, pero lo más impresionante de todo fue, que alcan
AVA Habia visto a una mujer muy rubia en la recepción cuando Diego salió conmigo a despedirme, subí al auto, no sin antes besarme, como si nunca lo hubiera hecho, pero después me invadió un sentimiento extraño, una inquietud en mi pecho. Pablo, el guardaespaldas que ahora estaba conmigo, me llevó a la tienda de la señora Samantha, porque tenia unas cosas que consultarle. Sabia que teniamos que actuar con precaución debido al atentado, porque aún no daban con el responsable. Tenía miedo por Diego y por su familia, supongo que todo esto venia con el paquete de pertenecer ahora a los Ferrer. Su madre notó mi preocupación y trato de tranquilizarme. - Mira Ava, nosotros tenemos al mejor equipo de guardaespaldas, son leales y muy hábiles, saben lo que hacen, empezando por Adrian, él ha hecho mucho por esta familia y estoy muy agradecida. - ¿Alguna vez tuvo una situación así? Se aclaró la garganta, y bajó la mirada como recordando. - Cuando iba a casarme con Gabriel, un
DIEGO Estaba preocupado, porque la respuesta de Ava a las situaciones estresantes, siempre era huir, y eso no me gustaba porque podría perderla, y con todo esto del regreso de Aurora, la situación parecía complicarse, sabía que es lo que queria, y no era precisamente mi amor. Eso lo habia aprendido de la forma más cruel, cuando ella me dejó por Miguel, y me di cuenta de su verdadera naturaleza, era ambiciosa, despiadada, arrogante, y solo queria una cosa, ser la esposa de un millonario. Ava es muy distinta, es dulce, entregada, amorosa, y cuando descubrió quien era yo, casi la pierdo, no es de las que se pavonean con el estatus económico, y por eso me enamoré perdidamente de ella.*** Un par de semanas después Aurora volvia a la carga, tratando de hablar conmigo, esta vez la deje que lo hiciera, quería saber hasta dónde podía llegar. - ¿Que quieres ahora? crei que estaba claro que tú y yo no tenemos nada de que hablar. Estabamos en mi oficina, me recargué delante del escr
AVA Para nada esperaba esa reacción, pensé que daría saltos de alegría, al saber de esta nueva vida que crecía en mi interior, sabia que sucedió porque me habia descuidado pero, mi bebé, mi hijo, ya estaba en camino. Me senté en la cama, necesitaba pensar, me sentí perdida, triste, queria que él me acompañara en todo esto, porque tenía miedo, era algo completamente desconocido para mí, y ahora no sabia si eso seria posible, entonces él toco la puerta, entró y se sentó junto a mí, tomó mi mano y me plantó un beso en el dorso. - Lo siento . . . es que, esto fue algo tan inesperado, además creia que querrias más tiempo para nosotros, antes de pensar en embarazarte. - Fue un descuido, lo sé- le dije- pero. . . - Pero nada- interrumpió- . . . es mi hijo, es nuestro, y si viene en camino es porque nos hemos amado intensamente y será bienvenido en esta familia, eso no lo dudes Tocó mi mejilla y me besó tiernamente. - ¿Cuánto tiempo? - Cuatro o cinco semanas, - le aclaré - e