DIEGO Dos dias después de llegar a España, nos fuimos de luna de miel a Francia, en concreto a Niza, quería estar con ella en un lugar hermoso y que lo recordara para siempre. - Mis padres estuvieron aquí en su luna de miel. - ¿En serio? - exclamó mientras veia por la ventana de la habitación- es muy bonito. - Asi es, ¿Quieres ir a caminar, comer o. . . hacer el amor? Su amplia sonrisa me contagio y me di cuenta lo que queria hacer, se abalanzó sobre mi y me besó, acorralándome. - Te gusta esto ¿verdad? - Solo porque es contigo. La tumbé sobre la cama, froté mi erección por encima de su ropa, mientras invadia su boca, ya podia sentir la humedad y el calor entre sus piernas, besé su cuello, aspirando su perfume que tanto me gustaba. - No te imaginas cuantas veces deseé estar así contigo, tocar tu piel, tenerte en mi cama, y hacerte el amor- murmuré. Ella me miró con brillo en su ojos, sonriente. -Yo también deseaba estar asi contigo, asi que ahora deja de hablar
AVA Caminamos unas cuantas calles hasta encontrar el negocio de su madre, era una tienda enorme, abarcaba todo el frente de la calle, estaba dividida en vestidos de fiesta, trajes y accesorios, y al entrar vi una sección solo de diseños exclusivos. - ¡Chicos!, Ava, hermosa, que bien que pudiste venir - señaló a Diego- tú puedes irte, tengo mucho que hablar con ella. El solo sonrió ante mi mirada de pánico. Relájate- susurró a mi oido mientras besaba mi mejilla- volveré en un rato y recuerda que no puedes salir de aqui si no tienes un guardaespaldas. Solo asentí, y lo vi alejarse junto a su escolta y después su madre me brindó una cálida sonrisa. - ¿En que puedo ayudarla?- dije jugando con mis dedos. - Primero, dime Sam, y quiero enseñarte todo- exclamó entusiasmada- vamos a empezar una campaña publicitaria para una nueva linea que vamos a lanzar, y Diego me dijo que estudiabas fotografía, sé que probablemente no es a lo que quieres dedicarte pero, podrias empezar por es
DIEGO Mi madre habia hecho una buena labor ayudando a Ava, se veia contenta, aunque en el fondo algo me inquietaba, tenia esa sensación desde el dia que la vi llorando en la ducha. Ella creyó que no lo noté, pero se veia en sus ojos. En ese momento me di cuenta de que mi padre tenia razón, iba a ser dificil para ella este cambio, pero era tanta mi necesidad de tenerla a mi lado que no lo consideré tan importante. Por la tarde, pasé por ella con mi madre y nos fuimos directo a casa. Me quité el saco y lo coloqué en una silla del comedor, siguió la corbata y la dejé en el mismo lugar. - Ya sabes que en unas cuantas semanas es la fiesta anual de la empresa ¿verdad?- le comenté a Ava. - Si, tu madre me lo dijo- ella sonrió- me contó que la primera cita con tu padre fue en una de esas fiestas - exclamó emocionada. Me gustaba verla feliz, y la inquietud que sentía se desvaneció un poco. - Me hizo probarme varios vestidos de su colección para ese día- me contó. Caminó ha
AVA No me estaba divirtiendo mucho, Diego hablaba en español casi todo el tiempo, supongo que era su inclinación natural por estar en rodeado por sus amigos, y me incluia en la conversación solo ocasionalmente. Sentía que ya habia bebido demasiado vino y además no me sentía muy cómoda entre ellos, así que me levanté del asiento,y me di cuenta que me sentía algo mareada. - ¿A dónde vas? - Diego me detuvo tomando mi mano. - Baño- murmuré. - Hay una puerta al fondo del pasillo, entra ahí y después hay otra a tu izquierda, ¿quieres que vaya contigo? - señaló haciéndome un guiño. - Estaré bien. Lo escuché reirse mientras me alejaba, estaba relajado, este era su ambiente, con sus amigos, en una gran fiesta. Tardé un poco en encontrar la puerta correcta, hice lo que tenia que hacer, me lavé las manos y me mojé un poco la nuca y la frente. -¿Que diablos hago aquí?, - me dije- no entiendo nada de lo que dicen- respiré varias veces para tranquilizarme - estoy aqui por él, porq
DIEGO Ahora entendia el consejo de mi padre de comprar un sofá amplio y cómodo, porque sabia que en algún momento iba a usarlo. ¿Cómo habiamos llegado a esto? Seguia enfadado, aunque después de pensarlo mucho, por fin entendí, el motivo de su enojo y mis celos tampoco ayudaron mucho. Pero no iba a dejarla a merced del idiota de Mendoza. Ese tipo no conocia la decencia ni la ética, y haría lo que fuera para poder atacarme y tomar ventaja. Pero, lo que habia dicho ella, fue lo que más me dolió, dijo que la ignoré y eso era cierto, me sentí tan a gusto con mis amigos, hablando normalmente, que olvidé por completo que ella no lo hacía.Sabia que debia disculparme, pero no tenia ni una maldita idea de cómo iba a hacerlo.Me quité el traje, dejando solo mi ropa interior y me recosté, debia pensar en que es lo que iba a decirle.***Desperté de mañana, con un intenso dolor en el cuello, por la posición incómoda, afortunadamente era dia de descanso y no tenía que ir a la empresa, m
AVA Varios dias después, me desperté en la madrugada, la melodía de mi teléfono sonaba, eran como las 4 de la mañana, Diego dormía profundamente a mi lado, después de tener una noche de sexo intenso y delicioso. Era el número de mamá, me puse la camisa de Diego y sali a la sala para poder hablar. **- Mamá, ¿Pasa algo?- estaba preocupada, cuando hablabamos, siempre lo haciamos por la tarde en hora de España. - Hija, tu padre enfermó, estamos en el hospital, al parecer tuvo un infarto, el está. . . delicado, eso es lo que me dijeron los doctores. Me senté en el sofá, porque sentía que mis piernas no me sostendrian por mucho tiempo. - Lo siento mamá, por no estar contigo en este momento, iré en cuanto consiga un vuelo. - No es necesario, mi niña, estas. . . a demasiada distancia** Noté cierto resentimiento en sus palabras, ya sabia que nunca estuvo de acuerdo en que me casara tan pronto y que me fuera a vivir tan lejos de ellos. **- Iré mamá** Terminé la llamada, ma
DIEGO Tres largas semanas han trascurrido desde que estamos aquí, su padre ya habia vuelto a casa, siempre estaba descansando en su habitación, pero debia tener precaución, ahora tendria que llevar una vida mas relajada, sin presiones. Empezaba a inquietarme, ante la insistencia de mi padre, pacte una cita con nuestro cliente en dos dias, que es cuando se supone que nos iriamos a casa. Solo que no sentía a Ava muy convencida de eso, la veia tan a gusto aquí, que estaba dudando que quisiera regresar conmigo. - Si me voy San Francisco, ya no volveré, el camino es bastante largo.- le decia a Ava mientras comiamos con su madre. - Yo. . . quisiera quedarme un poco más, en lo que conseguimos ayuda para mamá. - Tengo la cita con el cliente Ava, no puedo posponerla, eso seria una falta de seriedad de nuestra parte. - Sé que tu trabajo es muy importante, asi que puedes irte y yo me iré después. Golpeé la mesa con el puño sin pensarlo, lo que hizo que se sobresaltara y me levan
DIEGO Esperaba ansioso en el aeropuerto, dando vueltas por la sala de llegadas internacionales, y como siempre me acompañaba Hernán, había varios periodistas rondando, creo que llegaria una celebridad o algo asi, entonces la vi, caminando hacia mi, con una gran sonrisa, cuando me vió corrió y saltó sobre mí, colgándose de mi cuello y besándome como si no hubiera nadie más. - Te extrañé mucho- dijo. La bajé lentamente, abrazándola- Honestamente crei que no volverias- dije mirandola a los ojos. - Me sentí muy bien estando con mamá, no lo niego pero, como dijiste, soy tu esposa y mi lugar es aqui contigo. Tomé su rostro entre mis manos y la besé con ansias. No me habia dado cuenta de que los periodistas se enfocaron en nosotros, tomado fotografías, hasta que escuché las voces. "-¡¡Señor Ferrer, que hay de los rumores que dicen que va a divorciarse!!" "-¡¡¿Ella es su nueva novia?" "-¡¡Señor Ferrer, ¿va a tomar el mando de las empresas Ferrer?!!" Se agolparon a nuestro