El sonido de los disparos aumenta, el moreno sale corriendo y yo bajo el cierre de mi pantalón para sacar mi arma.
Corro por dónde se fue el moreno, el sonido de las balas es más nítido, y cuándo llego al despacho, veo a André, sacando armas.
—¡Preciosa! —se da cuenta de mi presencia, frunce su ceño cuando ve el arma en mi mano—. No preguntaré, solo toma esto, han aparecido unos hijos de puta que quieren mi cabeza, hay que darles pelea.
—¿Dónde están los hombres que estaban contigo? —pregunto.
—Han salido a matar a esos perros, no me agrada la idea de que una dama como tú, se vea involucrada en esto, pero toca.
Tomo las armas y las guardo.
—No hay problema, salgamos.
André y yo salimos a la parte que parece... ¿Un burdel? ¿en serio?
—Allá están —comenta, apuntando con su arma detrás de una de barra.
Mi ruso maldito dispara, una y otra vez. Mis cejas se juntan cuando no veo por ningún lado
Sábado 4 de febreroMarcusMaldita.Eso es lo que es, una vil mentirosa que traicionó mi confianza, pero no más, ya se acabó eso de creer en las mujeres.Miro la luz que entra por la ventana, hago una mueca, ya amaneció. Casi no dormí nada. Como siempre hice una estupidez y me emborraché. Me duele la espalda, creo que no fue buena idea dormir en el suelo.Como puedo me levanto, me tambaleo un poco pero me sostengo de una silla. Miro las botellas en el suelo, varías... Y diferentes licores. Voy a dar un paso cuando una arcada me atraviesa.Voy a vomitar.Corro al baño y vacío lo poco que tenía en el estómago. Esto es horrible. Termino y me voy directo a la regadera. Necesito un buen baño de agua fría.Algo me dice que este día será horrible.Génesis—No te pongas así, —intenta calmarme Anny—creí que habías decidido dejarlo hace unos d
Domingo 5 de febreroLentamente abrí los ojos, sonreí cuando Marcus apretó un poco mi cintura.No había sido un sueño.—¿Aún duermes? —pregunto en un susurro.—Hace un rato que estoy despierto —confiesa.Frunzo el ceño.—¿Por qué no me despertaste?—Quería quedarme otro rato aquí, contigo —susurra—, no sabes lo feliz que estoy.—¿Estás feliz? —quisiera voltear para ver su rostro, pero, soy presa de sus brazos, y también estoy segura que mi aliento, a esta hora de la mañana no es el mejor.—Tú me haces feliz, y no me importa decirlo porque es la verdad, nunca me ha dado miedo expresar lo que siento —exclama—, y menos ahora, que sé que es correspondido.—Pero lo nuestro no tiene futuro.—¿Por qué? ¿Quién te lo impide? —se incorpora y me mira desde un extremo de la cama.«Dimitri me lo impide», Pienso—No soy la mujer que crees, tú pronto te irá
MarcusLa miro cargar uno de los niños, se ve verdaderamente hermosa. Sonrío abiertamente, ella solo se dedica a mirar con el ceño fruncido hacia el frente. Donde Ketlan carga al otro bebé y Anny mira la escena enternecida.Si hubiera conocido a Gen en otra época, en otra vida, donde no hubieran armas, drogas, muertes y mafias involucradas, tener un hijo sería completar mi felicidad a su lado.El problema es que la muerte, los enemigos y la prisión son cosas que me rodean. Podría morir mañana, caer preso y todo acabaría.Pero por un momento me gusta imaginar que todo esto es un mal sueño y que ella y yo podemos ser felices y formar una familia. Pero eso es algo que a ella no le gusta mucho.Siempre poniendo un pretexto, buscándole la quinta pata al gato para recordarme que lo nuestro no puede ser.Tomo una silla y
—Muero porque esta fiesta se acabe —murmura Marcus.—No seas impaciente, Marcus —le digo.Vemos que Ketlan y Anny regresan, y sus caras no son las mejores. Entrecierro los ojos, ya después la molestaré con mis preguntas.Veo a Jeff dirigirse al estéreo y poner una música más movida, todos empiezan a bailar, y la verdadera fiesta empieza.{...}11:37 pm—Estuvo muy bien todo, me encantó bailar contigo —habla abriendo la puerta.—A mi también, no eres tan mal bailador después de todo —sonrío.Me toma de las manos.—Vamos a bañarnos juntos —propone.—¿Solo a bañarnos? —pregunto entrecerrando los ojos.—Claro que no. —dice, abriendo un poco sus ojos—.
Lunes 06 de febreroGénesis se remueve en mis brazos, sonrío y la abrazo.—¿Qué hora es? —pregunta, su voz suena apagada, aún tiene rastros de sueño.—Es tarde, es de lo único que estoy seguro —contesto.Ella se deshace de mi agarre y se levanta como un resorte. La veo caminar hacia el baño.Frunzo los labios.Me levanto del piso, y tomo un albornoz que se encuentra en uno de los pequeños muebles.Gen sale con su vestido puesto, va caminando rápido a la puerta pero se da la vuelta.—Nos vemos luego, te mataré por no despertarme —besa mi mejilla, corre a la puerta y antes de salir grita—: ¡Te quiero!Sonrío como estúpido, así me tiene ella, enamorado, embobado y a sus pies. Haría cualquier cosa que me pidiera y estuviera en mis manos.Entro al baño y veo mi ropa en el piso, veo un envoltorio sobre salir del pantalón. Me agacho para tomarlo, lo saco y veo con claridad que es.—Mierda. — excla
Todas las veces que hablé, discutí, o tuve un encuentro con Cintia se reproducen en mi cabeza, ¿acaso escuché bien? mi cerebro procesa la información y luego mi estómago la digiere.—¿Muerta? ¿Cintia está muerta? —pregunto, atónita.Es verdad que no la soportaba, que la detestaba con cada fibra de mi hermoso ser, pero de ahí, a quererla muerta, hay mucho camino por recorrer.—¿Es neta? —Karen, a mí lado indaga, estupefacta igual que yo.—Es la pura verdad, al parecer la mataron esta madrugada —expresa Anny—. Por lo poco que averigüé, recibió tres disparos, y tenía signos de golpes, pero que fueron propinados hace unos días.—Diablos —maldice Karen—, esto, esto es una locura —pasa sus manos por sus cabellos rubios— ¿dijiste que la policía está aquí?—Así es, en este momento deben estar en el despacho de Brian —exclama.—Vamos, tenemos que terminar de trabajar —sugiero—. Yo averiguaré más tarde, tengo curios
Es impresionante como ese hombre se ve tan feliz por esa noticia.Un bebé...Suspiro, y niego en mi mente.Sería imposible pensar en la posibilidad de tener un niño de Marcus, añadiendo que no sería una buena madre, yo sé limpiar, no cuidar bebés, puedo pelear, desarmar una pistola en treinta segundos, pero, ¿cuidar un bebé? definitivamente no.Estoy segura de que esa vida no es para mí.—Me tengo que ir —anuncio.Ellos reparan en mí.—Pero tiene que quedarse a celebrar con nosotros. —protesta él.—Edrian —lo regaña su esposa—, la chica de seguro tiene mucho trabajo, déjala ir.El señor Edrian mira a su esposa, y sus ojos brillan de tal manera que causa ternura. Se ve muy enamorado, y por la forma en que Louis le devuelve la mirada, puedo decir con certeza que es rec&iac
—¿Acaso perdiste la cabeza? —tiene los ojos muy abiertos.Es lo primero que dice después de unos segundos de silencio.—No me regañes, sé que fue una imprudencia, pero no es tan malo como parece —me mira como si me hubiera vuelto loco.Y a veces creo ya estoy más que loco que de costumbre.—¿Se lo has dicho?—No.—Tienes que hacerlo, creo que hay tiempo para evitar cualquier... Error —exclama.—No, no le diré nada —niego.—¿Te estás escuchando? ¿sabes que sí no le dices hay riesgo de que quede embarazada? —junta sus manos en la mesa—. ¿Qué estás tramando?—Ella no quiere tener niños, sé que en este momento, y en esta vida que tenemos no es bueno tener uno... Pero, Ketlan, tal vez podamos tener una vida diferente, yo, yo ya no quiero esto para mí.Él suspira.—Estás cometiendo una estupidez, pero soy tu amigo, y te apoyaré en todo lo que hagas —junta sus manos—. Eres consciente de que no es segur