-22 de Noviembre de 2017-
Con una bolsa de suero y otra de sangre conectadas vía intravenosa en ambos brazos, Marcos Zamora, el “Cholo”, abre los ojos por primera vez en dos días. Sentado a su izquierda, se encuentra su amigo Emiliano, el apodado “Chacal”, sonriendo ampliamente, como si nada de lo acontecido horas antes hubiera tenido lugar.
Trata de incorporarse, pero le es imposible; el “Chacal” de inmediato le pone la mano en el pecho y le dice algo, pero él es incapaz de escucharlo. Solo percibe un molesto zumbido que hace que le duela la cabeza. Cierra los ojos y pregunta: ¿qué carajo fue lo que sucedió exactamente?
Visiblemente contrariado, su compañero niega con la cabeza. Parece como si no quisiera revivir ni un solo segundo de aquella fatídica tarde. Pero él no está para remilgos; necesita saber con exactitud qué ocurrió
-29 de Noviembre de 2017-Cuatro envases de sopa instantánea se apilan uno encima del otro sobre el maltrecho escritorio de Andrés, formando sin querer un monumento a la comida rápida, a los tiempos agitados, a la sociedad del “no tengo tiempo ni para comer” … a su derecha, un brillante tenedor de acero con grabado de flores permanece inmutable, listo para acometer su importante tarea: recoger fideos y camarones diminutos en un ballet urbano que por minutos parece no tener fin.La luz parpadeante de cuatro monitores completa el cuadro, donde no hay mayor iluminación que la producida por ellas mismas, ya que incluso el mismo sol ha sido vetado de la fría y lúgubre habitación.Frente a la torre de sopas instantáneas y las pantallas de luz mortecina, el agobiado Andrés suspira con frecuencia y se rasca la cabeza cada treinta segundos, esperando una ola de valor que par
-4 de Diciembre de 2017-—Jefa, ¿en serio cree que ese cabrón se aparezca? — preguntó Gutiérrez mientras palpaba nerviosamente el arma que guardaba en su bolsillo. Estar en Ecatepec siempre lo ponía de nervios.—Sí, no tengo duda de que se va a reunir con nosotros en los próximos minutos. Tengan paciencia y no dejen vigilar los alrededores, no queremos que nadie nos vaya a “comer el mandado”.—De acuerdo, jefa, no se preocupe — repuso Gutiérrez asintiendo con vehemencia.Dolores miró su reloj: las 12:15. “Cyber Bullet” había prometido entregarse en la estación de Mexicable Santa Clara antes de las 12:30 del día. Era de vital importancia que el terrorista cumpliera su palabra, de lo contrario, toda la operación se vendría abajo y su futuro en la policía feder
-30 de Noviembre de 2017-Cuando creía tener todo bajo control, la agente Carrillo sufrió una serie de reveses que no le ayudaban ni a su investigación ni a su reputación: primero, Lucía, mejor conocida como “Gato Negro”, había perecido una noche en su casa durante un intento de violación; después Claudia, la amiga de Lucy, había sufrido un ataque nocturno del mismo tipo que su amiga. Afortunadamente para ella, había salido ilesa debido a un curioso apagón. Lamentablemente no se sabía nada sobre su paradero; finalmente, Nicolás Martínez, el sospechoso señuelo de la policía había sido secuestrado y asesinado, para posteriormente ser exhibido como una especie de advertencia macabra hacia “Cyber Bullet”.Esto no solo entorpecía la investigación, sino que manchaba innecesariamente un caso que p
-Tarde del 4 de Diciembre de 2017-— ¡Ahora sí, hijo de tu puta madre! — exclamó el “Cholo” tras conectarle tres furiosos puñetazos a Andrés en el estómago.El joven se hallaba atado de pies, manos y torso a una silla de madera. Mantenía la cabeza baja para no confrontar a sus captores; después de quince minutos de golpizas despiadadas, lo menos que deseaba hacer era volver a desatar su ira.Aunque lo cierto era que esto le había valido de muy poco, pues aún con la mirada perdida, los maleantes se empeñaban en castigarlo cada vez un poco más. Quizá él tenía un poco de culpa, pues había exagerado en la cantidad de “señuelos” que llevaba consigo: apenas entrar en la bodega abandonada, el “Chacal” le retiró los zapatos; rápidamente dio con los dos rastreadores satelitales.
-Noche del 4 de Diciembre de 2017-El rostro de Dolores Carrillo, agente de la policía de federal de México, estaba completamente desencajado. No podía concebir el infierno que se alzaba frente a sus ojos: decenas de viviendas y negocios estaban envueltos en las llamas, y los cuerpos de bomberos de Ecatepec y Coacalco luchaban a “brazo partido” junto a los vecinos del lugar para sofocar las llamas.Según testigos del lugar, el incendio se había iniciado en una vieja bodega abandonada, de donde se escucharon múltiples detonaciones y gritos de auxilio. Los primeros vecinos que llegaron al lugar pudieron ver todavía a un par de sujetos envueltos en llamas que clamaban por su vida. Intentaron ayudarlos, pero era demasiado tarde para ellos; apenas unos segundos después cayeron sin vida al suelo.El fuego se extendió rápidamente e hizo estallar algunos tanques estacionari
Sorprendido por la resolución del caso, el comandante Gómez Palacio no tuvo más remedio que cumplir con la promesa hecha a Dolores: la ascendió a “teniente” y le dio potestad sobre su propio equipo de forma permanente. Ahora sus responsabilidades incluían todos los casos de terrorismo cibernético en el país. Era un área nueva que tenía que construirse de cero, pero no cabía duda de que la teniente Carrillo podría con el reto; además, le alegraba sobremanera no tener que lidiar con ella nunca más en la vida.Para terminar de cerrar el caso, apresó al soplón Adrián Martínez y lo envío a cumplir una condena al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez. Con eso el asunto quedaba más que resuelto.Tras un largo suspiro y una enorme sonrisa en el rostro, se decidió por fin a entrar al palacio municipal de
También acontencido en Ecatepec, este relato narr con detalle un violento asalto a un autobus en la carretera México-Pachuca.Sin embargo, en esta ocasión los maleantes no logran salirse con la suya...***Al filo de la tarde, el cielo se pinta de naranja y púrpura en Ecatepec. La noche cae lenta y pesada, como si le costara trabajo al cielo aceptar que el día ha terminado y que el momento de hacerle un lugar a la noche por fin ha llegado.Las brillantes luces de un autobús de pasajeros rompen la oscuridad de la recién caída noche. Avanza a gran velocidad y con poca precaución. El chófer del vehículo confía ciegamente en su vasto conocimiento del camino, producto de los a&ntil
-6 de Marzo de 2017- — ¡Ya se la saben mi gente: carteras y celulares al frente! Nadie se quiera pasar de pendejo porque me lo despacho aquí mismo… — gritó un tipo que olía a solvente y mezcal barato. La gente que viajaba en aquella “combi” que corría de San Cristóbal a Ciudad Azteca abrió sus bolsas y mochilas rápidamente. Con las manos temblorosas, comenzaron a extraer del interior sus pertenencias, mientras procuraban mirar al piso para no hacer enojar a los asaltantes. Un niño comenzó a llorar. Su madre le tapó la boca de inmediato, aunque no fue lo suficientemente rápido para el criterio de uno de los maleantes, que, sin remordimiento alguno, apuntó su arma a la cabeza del pequeño. — ¡Calle a ese pinche chamaco o se los carga la chingada! — amenazó sin dejar de apuntar. Un tercer ladrón bolseaba a la gente para asegurarse de que nadie guardara un poco de dinero en los bolsillos de su ropa. Cuando el transp