-pero tú te has vuelto loco? Todavía estás borracho o qué?- preguntó atónito

- por qué? Me parece lo más lógico…

-lógico? Si, definitivamente te volviste loco! Acabas de decir que no confías en mi! Qué vida llevaríamos- su confusión iba en aumento

- una genial, porque una vez casados sabría que no podrías irte tan fácilmente. Y en caso de que lo hicieras, no podrías llevarte a mi hijo- dijo contento con su solución. De igual modo sabía que no la dejaria ir.

- pero de qué hablas? Irme? Te dije que no pienso irme a ningún lugar, me gustaría que tengas una relación con mi hijo, que tu familia y la mía lo conozcan. Te lo dije, pero no pienso casarme, y menos en estas condiciones.

- no seas obtuza, mujer! Es lo mejor, quiero ser el padre de ese niño a tiempo completo. No solo algunos días.

-fernando… por favor… no lo hagas más difícil. Quiero que llevemos la fiesta en paz. No tenemos por qué pelearnos.- dijo tratando de apaciguarlo. Lo vio meditar y creyó que se tranquilizaría. Qu