¿A alguien le gustaría un hombre así? ¿Prefieren alguien como Kenton con más calma o a nuestro vicepresidente impredecible? No olviden dejar MUCHOS comentarios. La página premia a los autores si los lectores comentan. Cuando vea mucho apoyo me organizaré para hacer una maratón de al menos 3 capitulos:)
Lourdes recostó su espalda sobre el espejo que estaba detrás del lavabo mientras aferraba sus manos al borde del mueble. Ella mordía sus labios intentando contener los gemidos debido al placer que le proporcionaba el orgasmos. -Tan hermosa- Le dijo incorporándose, limpiando sus labios -¿Cómo es que acabamos así? Qué vergüenza...- Lourdes saltó del mueble sintiendo como sus piernas temblaban, dispuesta a acomodar su ropa en la mayor velocidad que le fuera posible -Tenemos química, atracción, ya lo sabes. No es posible que me digas que no me deseas después de esto- Aquellas palabras contenían un reclamo silencioso que a Lourdes no le pasó inadvertido -Es incorrecto. Estamos en mi apartamento, aquí viven mis hijos... ¿Qué es lo que he hecho?- Mojó su rostro avergonzada, arrepentida, pero sintiendo aún cierta relajación debido al orgasmo -Está bien. Debimos ir a otro sitio. Esto no volverá a ocurrir aquí, pero definitivamente los dos queremos que vuelva a pasar- Le habló dec
A la salida del salón de juegos solo los niños estaban felices. Esmeralda no lo había pasado tan mal con Kenton debido a que él no hacía comentarios. Sus miradas eran de pura adoración y deseo, eso la incomodaba pero agradecía no recibir propuestas indecentes de su parte. Lourdes por su parte había escuchado las múltiples virtudes del vicepresidente comparándose con Romeo y eso le había fastidiado el momento. También había recibido comentarios que la hacían ruborizar hasta las orejas, pero lo que más odió era como su mente se llenaba de recuerdos ardientes que hacían que su cuerpo reaccionara y que su respiración se volviera caótica. -¿Nos veremos pronto? Marie puede dormir con los niños mientras tú y yo hacemos algo mejor que dormir- Propuso el vicepresidente rogando que ella aceptara -No me apetece, estoy muy cansada- Lo rechazó intentando tener modales -¿Qué tal mañana o tal vez pasado mañana?- Propuso nuevamente -Tambien estaré cansada. Gracias por traernos- Entró al
Kenton llevaba una semana de reunión en reunión. Los secretarios de presidencia y vicepresidencia estaban de aquí para allá preparando una sala de juntas e inmediatamente otra. -Estoy exhausta. Otro informe más y moriré- Comentó una compañera de trabajo de Esmeralda -No se cómo es que logras caminar con esos tacones- Observó aquellos zapatos altísimos pero definitivamente incómodos para un día tan ajetreado -Tener una cita al salir de aquí hizo que viniera preparada para la ocasión. Creo que no podré caminar cuando acabe el día- Murmuró mirando el ordenador Esmeralda estaba preparando informes y haciendo copias también para que cada persona presente en la reunión tuviera el material requerido. Sus ojos comenzaban a cansarse y estaba a punto de aplicarse unas gotas. -Tu, ve y lleva esto a la sala de juntas B- Le pidio un superior a Esmeralda- Tu llevas estos a la A Tanto Esmeralda como su compañera en altísimos tacones se dirigieron al ascensor, listas para llevar los i
Esmeralda llevaba una semana de retraso en su periodo pero eran tantas las ocupaciones en su empleo que cuando llegaba a casa solo deseaba comer, descansar unos momentos y luego ir a dormir que no se había dado ni cuenta. Kenton, por su parte, estaba contando los días e intentando saber si podría ser padre o no. Él tenía sus sospechas, pero no podía preguntarle a Esmeralda si le había llegado la regla porque simplemente debería explicar los motivos para tal inquietud y eso no le favorecía. Sabía bien que había jugado con el destino de ella, sin su consentimiento en absoluto. Él la había engañado y eso sería imperdonable si ella supiera la verdad. Kenton guardó en secreto sus acciones, aunque con el paso de cada día eso se volvía aún más complicado de soportar. Él deseaba hablar con alguien, al menos con su mejor amigo pero no debía decir nada. Estaba actuando como un cobarde, pero ¿Qué podía hacer? Cualquier persona se enfadaría por lo que hizo y no estaba listo para escuchar tod
Lourdes se mantuvo pensativa, distante. El vicepresidente no insistía porque sabía que ella estaba preocupada por su hermana y él debía comprender eso. -¿Quieres que le demos días libres?- Esa voz tan profunda la sacó de sus pensamientos -Sería sospechoso para los demás. Lo que menos desea mi hermana es que alguien sospeche que ocurrió algo con su jefe. ¿Sabes cómo ocurrió todo?- Él asintió -No estaba de acuerdo con eso, ¿Sabes? Pero a Kenton cuando se le mete una idea en la cabeza se vuelve imparable hasta conseguirla- Explicó con total sinceridad -¿No vas por la vida comprando mujeres inocentes e indefensas?- Se cruzó de brazos creyendo que él era igual a Kenton -No hago eso. Tampoco prometo cosas. Escúchame bien Lourdes porque no lo repetiré... yo puedo insistir si una mujer me gusta, pero jamás cruzaría un límite así como el de aprovecharme de sus dificultades- Le aseguró, pero ella no confiaba en él -Pero si puedes usar a un niño para acercarte a su madre- Reproc
El vicepresidente después del postre, sabia que debía irse. Lourdes parecía especialmente preocupada, distante y sabía que no le dedicaría la atención que él quería. Él ya no era un niño para no comprender que ella tenía asuntos más preocupantes en mente y su visita, ni tampoco sus ganas de intimar eran de vital importancia. -Me iré. La cena fue fantástica y espero poder repetirla pronto. Agradezco la invitación Dylan- Le dió un beso al niño y le movió su cabello -¿De verdad podemos ir a visitarte para jugar?- El niño preguntó y Lourdes casi acaba por infartarse -Tu deberías de ir a cepillar tus dientes y a ponerte tu pijama. Es muy tarde y tienes sueño- Ella lo hizo olvidar lo que el empresario le dijo y eso le dió cierta tranquilidad -Volveremos a vernos. Es una promesa- Sentenció y con la firme mirada que le dedicó fue suficiente para estremecerla de pies a cabeza -Te acompaño a la puerta antes de que venga Dylan y acabe en un compromiso que no quiero estar- Él rió
-Al menos déjame vestirme y cepillar mis dientes. No puedo creer que ahora me saques de la cama. Si no fueras mi amigo te mandaría deliberadamente a la m****a- Se quejó y se dirigió a su cuarto mientras quitaba las lagañas de sus ojos y bostezaba Kenton fue a preparar café. Vió la cantidad de cápsulas que había para escoger y eligió al azar una de ellas. Le importaba más saber sobre Esmeralda que el sabor del café. El vicepresidente pensó en Lourdes y en sus palabras. No entendía por qué ella fue tan extremista al respecto. ¿Qué fue lo que sucedió? Para él solamente Esmeralda se había retirado a dormir porque estaba cansada, ¿Que había de malo o secreto en eso? De igual manera el empresario al no entender absolutamente nada de lo que pasaba terminó de vestirse y fue a ver a Kenton que se veía impaciente. ¿Por qué tenía la sensación de que era el último en enterarse de todo? -¿Tu no duermes? Deberías ser más empático con quienes si queremos hacerlo- Se quejó de nuevo aunque a
Esmeralda fue a la cama y miró al menos veinte veces la prueba de embarazo sin realizar. Leyó las instrucciones para realizarla hasta que se las aprendió de memoria, pero aún así carecía de valentía para hacerla. Fue al trabajo cuando fue lunes y se colocó una toalla sanitaria porque conservaba la esperanza de que su periodo llegara. Le pareció sentir descargas y cada vez que fue al baño descubrió que solo eran pequeñas cantidades de flujo transparente, algo que le ocurría normalmente. "-Soy una idiota. Si tan solo yo hubiese dejado la vergüenza e ido al médico... si tan solo hubiese pedido píldoras anticonceptivas... pero no. Ahora Kenton va a pensar que quiero atarlo por un niño, me va a pedir que aborte y además me va a despedir. En el mejor de los casos puede pagarle una manutención, ¿Qué haré con mi vida?"- Pensó de camino a casa Cuando llegó decidió hacerse la prueba y salir de dudas o acabaría perdiendo la cabeza. Se sentía al borde de un precipicio, si había dos líneas