Bueno, Kenton intenta saber más sobre Esmeralda pero escoge a la persona incorrecta como informante. ¿Ella estará o no embarazada? No olviden dejar sus comentarios, me ayudan muchísimo
Esmeralda llevaba una semana de retraso en su periodo pero eran tantas las ocupaciones en su empleo que cuando llegaba a casa solo deseaba comer, descansar unos momentos y luego ir a dormir que no se había dado ni cuenta. Kenton, por su parte, estaba contando los días e intentando saber si podría ser padre o no. Él tenía sus sospechas, pero no podía preguntarle a Esmeralda si le había llegado la regla porque simplemente debería explicar los motivos para tal inquietud y eso no le favorecía. Sabía bien que había jugado con el destino de ella, sin su consentimiento en absoluto. Él la había engañado y eso sería imperdonable si ella supiera la verdad. Kenton guardó en secreto sus acciones, aunque con el paso de cada día eso se volvía aún más complicado de soportar. Él deseaba hablar con alguien, al menos con su mejor amigo pero no debía decir nada. Estaba actuando como un cobarde, pero ¿Qué podía hacer? Cualquier persona se enfadaría por lo que hizo y no estaba listo para escuchar tod
Lourdes se mantuvo pensativa, distante. El vicepresidente no insistía porque sabía que ella estaba preocupada por su hermana y él debía comprender eso. -¿Quieres que le demos días libres?- Esa voz tan profunda la sacó de sus pensamientos -Sería sospechoso para los demás. Lo que menos desea mi hermana es que alguien sospeche que ocurrió algo con su jefe. ¿Sabes cómo ocurrió todo?- Él asintió -No estaba de acuerdo con eso, ¿Sabes? Pero a Kenton cuando se le mete una idea en la cabeza se vuelve imparable hasta conseguirla- Explicó con total sinceridad -¿No vas por la vida comprando mujeres inocentes e indefensas?- Se cruzó de brazos creyendo que él era igual a Kenton -No hago eso. Tampoco prometo cosas. Escúchame bien Lourdes porque no lo repetiré... yo puedo insistir si una mujer me gusta, pero jamás cruzaría un límite así como el de aprovecharme de sus dificultades- Le aseguró, pero ella no confiaba en él -Pero si puedes usar a un niño para acercarte a su madre- Reproc
El vicepresidente después del postre, sabia que debía irse. Lourdes parecía especialmente preocupada, distante y sabía que no le dedicaría la atención que él quería. Él ya no era un niño para no comprender que ella tenía asuntos más preocupantes en mente y su visita, ni tampoco sus ganas de intimar eran de vital importancia. -Me iré. La cena fue fantástica y espero poder repetirla pronto. Agradezco la invitación Dylan- Le dió un beso al niño y le movió su cabello -¿De verdad podemos ir a visitarte para jugar?- El niño preguntó y Lourdes casi acaba por infartarse -Tu deberías de ir a cepillar tus dientes y a ponerte tu pijama. Es muy tarde y tienes sueño- Ella lo hizo olvidar lo que el empresario le dijo y eso le dió cierta tranquilidad -Volveremos a vernos. Es una promesa- Sentenció y con la firme mirada que le dedicó fue suficiente para estremecerla de pies a cabeza -Te acompaño a la puerta antes de que venga Dylan y acabe en un compromiso que no quiero estar- Él rió
-Al menos déjame vestirme y cepillar mis dientes. No puedo creer que ahora me saques de la cama. Si no fueras mi amigo te mandaría deliberadamente a la m****a- Se quejó y se dirigió a su cuarto mientras quitaba las lagañas de sus ojos y bostezaba Kenton fue a preparar café. Vió la cantidad de cápsulas que había para escoger y eligió al azar una de ellas. Le importaba más saber sobre Esmeralda que el sabor del café. El vicepresidente pensó en Lourdes y en sus palabras. No entendía por qué ella fue tan extremista al respecto. ¿Qué fue lo que sucedió? Para él solamente Esmeralda se había retirado a dormir porque estaba cansada, ¿Que había de malo o secreto en eso? De igual manera el empresario al no entender absolutamente nada de lo que pasaba terminó de vestirse y fue a ver a Kenton que se veía impaciente. ¿Por qué tenía la sensación de que era el último en enterarse de todo? -¿Tu no duermes? Deberías ser más empático con quienes si queremos hacerlo- Se quejó de nuevo aunque a
Esmeralda fue a la cama y miró al menos veinte veces la prueba de embarazo sin realizar. Leyó las instrucciones para realizarla hasta que se las aprendió de memoria, pero aún así carecía de valentía para hacerla. Fue al trabajo cuando fue lunes y se colocó una toalla sanitaria porque conservaba la esperanza de que su periodo llegara. Le pareció sentir descargas y cada vez que fue al baño descubrió que solo eran pequeñas cantidades de flujo transparente, algo que le ocurría normalmente. "-Soy una idiota. Si tan solo yo hubiese dejado la vergüenza e ido al médico... si tan solo hubiese pedido píldoras anticonceptivas... pero no. Ahora Kenton va a pensar que quiero atarlo por un niño, me va a pedir que aborte y además me va a despedir. En el mejor de los casos puede pagarle una manutención, ¿Qué haré con mi vida?"- Pensó de camino a casa Cuando llegó decidió hacerse la prueba y salir de dudas o acabaría perdiendo la cabeza. Se sentía al borde de un precipicio, si había dos líneas
El amigo de Kenton se sentía fuera de lugar y no lograba entender que había pasado. Observaba a Esmeralda angustiada, decaída y descompuesta. Lourdes estaba seria, rígida y en una pose protectora hacia su hermana. -No hablen como si yo no estuviera presente- Esmeralda rompió el silencio cuando pareció sentirse mejor -Soy una persona responsable y no la abandonaría en una circunstancia así. Asumiré mi responsabilidad, de verdad no tienen de que preocuparse. Si les da más seguridad podemos firmar un acuerdo o lo que necesiten- Kenton se dirigió a Lourdes que era quien estaba mejor de las dos hermanas -¿Por qué tomas esto con tanta tranquilidad?- Le preguntó Esmeralda y él se puso rígido de repente. Su amigo notó que él de pronto se volvió inseguro y eso no le cuadraba -¿Cómo quieres que lo tome? No es algo malo mientras tú estés bien, es mi deber como hombre. Además se que solo estuviste conmigo...- Esmeralda soltó una pequeña risa de ironía y amargura -Me daría igual que p
25 de Diciembre, 19:30 horas. Esmeralda bufaba cansada. Su hermana mayor era obsesiva con los detalles y esa noche estaba más insoportable que nunca. -Solo iré al hotel por mi premio y regresaré. No entiendo por qué debo arreglarme tanto- Se quejó, pero eso no detuvo a Lourdes en su tarea de embellecerla Usando un vestido verde a la altura de las rodillas y unos preciosos tacones negros, Esmeralda observó su imagen en el espejo. Se veía muy bella, pero lo creía excesivo. Dos días atrás, ella había resultado favorecida con uno de los tantos premios que la empresa donde llevaba ocho meses trabajando sorteaba cada año en esas fechas. Ella necesitaba el dinero y sentía que el premio que recibiera le ayudaría a salir de la catastrófica situación económica que atravesaba. Con mucho esmero, finalmente su hermana terminó por estar satisfecha con el resultado y luego de darle un abrigo largo que la protegiera del frío invierno la acompañó a la puerta de entrada. Allí la abrazó
25 de Diciembre 23:35 horas Esmeralda estaba de camino a su apartamento más que avergonzada. Aún en su mente persistía el recuerdo del grandísimo sorteo y lo emocionada que se sintió al ser una de las ganadoras. Ella había comenzado a trabajar en la compañía hacía menos de un año. Al comenzar el mes de diciembre los murmullos y la emoción de sus compañeros de trabajo eran constantes y no comprendía por qué. Samantha, una joven que trabajaba en su departamento de contabilidad le había explicado el por qué la emoción de todos. La empresa Gilmore siempre había destinado dinero a obras de caridad a favor de los niños desprotegidos y con enfermedades graves. Aunque tenían muchísimo dinero para varias vidas, también ayudaban a quien lo necesitara en varias ocasiones. El mes de diciembre era muy esperado por todos. Los sorteos que organizaba la empresa para premiar a los trabajadores por su compromiso y también para motivarlos a donar a obras benéficas eran estupendos. Kenton G