Estos dos se van a matar. ¿Qué les parece la actitud de Lourdes? ¿Merecía él lavar los platos? No olviden dejar su comentario y calificación. Las leo :)
Lourdes debió reconocer que aquel ejecutivo poderoso y adinerado había dejado su cocina inmaculada. No solamente había lavado los platos, sino que también había limpiado más de lo debido y en poco tiempo. -Fue una noche estupenda, pero es hora de irme. Quiero estar descansado para enseñarle a este niño mis juguetes- le guiñó un ojo a Dylan -Ya quiero que sea mañana- Dijo el pequeño con emoción -También yo. No recibo muchas visitas, pero será estupendo que pasen el día conmigo. Muchas gracias por la invitación Lourdes- Le dió un beso en la mano y se retiró Kenton sabía que se avecinaban problemas. Si Esmeralda le había resultado difícil, no creía equivocarse al pensar que Lourdes sería un reto cien veces peor. -¿Siempre tu amigo es tan estúpido?- Lourdes se dirigió a Kenton -No realmente. Tiene un gran sentido del humor, eso es indiscutible. Muchas veces me saca de quicio, pero no es una mala persona. Nunca lo rechazaron, creo que eso es un reto para él- Analizó la sit
Lourdes miraba al ejecutivo sentado sobre la mullida alfombra jugando junto a Dylan en las pistas enormes e intrincadas que había en esa habitación. Solo ver la sonrisa de su hijo hizo que creyera de que había valido la pena ir allí, pese a la incomodidad que le generaba. -¡Gané!- Gritó Dylan y agitó sus manos a modo de celebración -No me lo puedo creer- El empresario estaba sorprendido porque su coche se había salido de la pista otorgándole una considerable ventaja a Dylan -No puedes ser bueno en todo- Lourdes comentó mordaz e hizo silencio al ver la sonrisa maliciosa de ese hombre que le crispaba los nervios -Tengo muchos talentos. Con gusto te los mostraría- Le guiñó el ojo haciéndole saber la doble intención que escondían sus palabras -Ya te lo dije y lo repito, estoy bien con mis dos hombrecitos- Mordió su labio para contener la rabia -Lo entiendo perfectamente, pero además de madre eres mujer, ¿Tienes a alguien que cumpla como el hombre que necesitas al menos de
El vicepresidente le preguntó a su invitada si le apetecía beber una copa. No había mucho que hacer. Entendía perfectamente que ella quería irse, pero la lluvia caía de manera torrencial y no era recomendable salir con dos niños pequeños de esa manera. La preocupación de él también llegaba al entender que en la zona donde ella vivía existían muchas calles que se inundaban con la lluvia. -No voy a beber para acostarme contigo- Dijo a la defensiva y él sintió profunda molestia -¿Crees que necesito emborracharte para llevarte a la cama? Qué equivocada estás- Se puso frente a ella y se acercó tanto que sus alientos se mezclaron- Cuando lo hagas, porque se que sucederá, será porque me deseas sin siquiera haber bebido una gota de alcohol -No confío en ti- Quiso justificarse -Me alegra que me lo recuerdes cada cinco minutos. ¿Sabes por qué te ofrecí una copa?- Ella negó- Para que te relajes un poco. Si aún no sucedió, las calles cercanas adónde vives tienen que estar inundándose.
Lourdes sentía como su autocontrol la abandonaba gradualmente. ¿Cuánto hacía que no recibía un beso de un hombre? Aún recordaba el último y las últimas palabras que había hablado con el padre de sus hijos. Lo que ese ejecutivo la hacía sentir era algo que creía que había muerto hacía mucho tiempo. Cuando ella sintió una mano ascendiendo hacia su pecho fue cuando ella lo apartó tan fuerte que lo tiró al suelo. Realmente estaba nerviosa. -Espera, creí que estábamos bien- Se levantó confundido y la tomó del brazo cuando ella quiso ir al cuarto donde dormían sus hijos -No te dije que me besaras. Me agarraste del cabello, ¿Cómo esperabas que me alejara? No tuve oportunidad- Reclamó diciendo parte de la verdad, porque lo que jamás admitiría era que disfrutó el beso por el tiempo que duró -Pudiste morderme o empujarme igual. Además me correspondiste. No puedo creer que no seas capaz de reconocerlo cuando los dos sabemos que es así- Reclamó manteniendo la calma para evitar que h
Lourdes no podía creer lo que su hermana le había dicho, ¿Debía probar a ver qué sucedía? Él iba demasiado rápido y apenas acababa de conocerlo. Comprendía los Reels que había leído sobre los hombres de más de treinta años sobre que no andaban con juegos e iban por todo. Mientras los veía reía pero al conocer a alguien así se dió cuenta de que no solamente fueron creados para entretener, sino que contenían verdades. Dormir en una cama tan cómoda aunque no fuera la suya no fue muy difícil, pero que su mente estuviese relajada y pudiera proporcionarle un sueño "normal" eso era más que imposible. Veía al empresario allí, a punto de besarla, teniéndola atada con su corbata y fue ahí cuando despertó sobresaltada. "-Tengo que dejar de escucharlo o voy a volverme loca"- Se repitió mentalmente, pero aún así tenía el presentimiento de que esos sueños serían algo recurrente Volver a dormir fue un reto y tal vez por el cansancio junto al estrés de la situación especial en la que se encon
Lourdes le entregó a Alvarito al dueño de casa para darse una ducha. El niño se fue a sus brazos más que encantado y ella caminó derrotada a la habitación. -Tarda el tiempo que necesites, tienes bañera con hidromasaje. Confía en mí, es una bendición para los músculos- Él la siguió y ella solo lo escuchó -Solo iba a usar la ducha- Le dijo por no saber cómo usar las instalaciones correctamente y porque no deseaba quedar ante él como una tonta -Estás tensa- Fue con Alvarito al baño y comenzó a preparar todo para que ella disfrutara -¿Tendrá algo que ver qué estoy en un lugar que no es mío junto a alguien que acabo de conocer y quiere meterme a su cama?- Respondió con obviedad y él no pudo evitar reír -De lo que estás diciendo nada es malo. No puedes volver a casa y te permito quedarte el tiempo que sea necesario conmigo. Podemos conocernos por completo y eso solo mejoraría la experiencia, ¿Tienes miedo de que te guste?- Se acercó a ella más de lo debido cuando acabó de prepa
Lourdes esperaba ser desatada y que el vicepresidente recapacitara sobre sus acciones, pero con el transcurso de los minutos comenzaba a perder la esperanza de que eso sucediera. -¿Vas por la vida maniatando mujeres que se niegan a tener sexo contigo?- Lo escuchó reír -¿Maniatando mujeres? Eres tan ocurrente. Realmente no hago eso a menos que me lo pidan. Tu eres un caso especial y por eso lo hago para sorprenderte- Ella escuchaba que claramente estaba bromeando y eso más nerviosa aún la puso -¡Estoy hablando en serio!- Comentó perdiendo la poca compostura que aún le quedaba -También yo, pero tengo que aliviar la tensión. Tu sabes bien que deseas experimentar un poco más, solo que te niegas a admitirlo. Si te preocupa que te haga daño puedo garantizar que ese no es mi estilo- En su voz solo podía percibir la seriedad -No sabes lo que yo quiero. Crees conocerme y no sabes nada de mi- Creyó que sus palabras harían que él se molestara y desistiera pero volvió a fallar miser
El empresario podía sentir los nervios y la tensión que Lourdes estaba experimentando, pero aún más el deseo que ardía en su interior. Había notado el calor y la humedad producto de su excitación y aunque se había esforzado por no gemir, era más que evidente que eso le había costado. Su respiración estaba por completo descontrolada y además, la pasión con la que devolvía sus besos era arrolladora. -Me fascina tu piel. Te ves tan linda, indefensa, expectante y excitada que contenerme me está costando demasiado- Confesó alterando aún más a Lourdes -Esto es una mala idea- Confesó con temor, siendo aún más consciente de sus manos atadas -No, no lo es. No pasará nada que no desees- En su voz solo podía sentir sinceridad y eso la tranquilizaba; aunque también la preocupaba Lourdes sentía deseos de llegar al final, pero apenas conocía a ese hombre y ella no era el tipo de mujer que se entregaba a un desconocido. Sabía que no sucedería algo que no quisiera, pero el problema era que