Estimadas lectoras y lectores Siempre es buena una sacudida para despertar, siempre es bueno caer en lo más hondo para levantarse, esperemos que esto sea lo que vaya a suceder.
Una vez dentro, Alessia vio para todos lados, ella sentía como sus piernas se volvían gelatina, jamás hubiera imaginado verse en esa situación. Al ver a Massimo, Leonardo y Luciano, supo claramente lo que estaba sucediendo, hubiera preferido estar en otro lugar, pero no, se había quedado según ella a auxiliar a Marco, a quien ella había decidido, podría ser su próximo amante en puerta. - Massimo ¿Qué demonios quieres? No tienes por qué tratarme así – dijo Alessia indignada. - ¡AH NO! – Dijo Massimo tomándola del brazo y sacudiéndola violentamente. - ¡BAASTA! Deja a mi madre en santa paz. – Dijo Luciano al ver como su supuesto padre violentaba a su madre. Luciano por muy mala madre que fuera, no podía negar que ella en ocasiones podría ser cariñosa, no podría negar que ella en algun momento fue amable y cálida con él. Massimo volteo a ver al que hasta ahora sabía que era su hijo: - ¿Qué demonios sabes tú? – Dijo Massimo viendo a Luciano con ira. - ¡MASSIMO YA BASTA! ¡DEJA DE HUMI
--- Paloma ---Minutos después de escuchar que Marco, Massimo y Luciano comenzaban a hablar de una prueba de ADN, entendió que se trataba de la suya, ella había ocasionado todo, había sido demasiado confiada, desconocía todo lo que acarrearía esa m*****a muestra.Ella solo sintió una punzada en el pecho, volteo a ver a su mamá y vio una mirada llena de angustia, se giró un poco y vio a su padre, aquel que por años le había cuidado y protegido, aquel hombre que tanto amaba hoy tenía una mirada que irradiaba ira y desilusión no sabía cómo explicarla, nunca había visto esa mirada posada en su madre.En todo el tiempo que llevaba casado con su madre, siempre le profesaba amor, jamás vio muestras de violencia o peleas entre ellos. Hoy fue la excepción, cuando su madre quiso tomarlo de la mano, este la aparto y puso un rostro de desagrado, eso le dolió a Paloma.Luego de varios ir y venir de palabras, Paloma vio como aquel amoroso padre empujo a su madre, ¡Sí! Marco, aquel hombre que siempre
Massimo salió de la compañía, ese lugar le estaba matando o mas bien si el seguía ahí, era muy probable que el mismo matara a alguien. Laura había evitado que Massimo le rompiera el cuello a su esposa, ¡Sí!, a su esposa, esa que por 20 años había ostentado el título de “Señora Pellegrini” esa que con sus actos había manchado su título, esa que por medio de un embarazo lo había atado y separado de quien pudo haber sido la mujer de su vida.Toda su m*****a vida en los 20 años que llevaban le había engañado, ¿Cómo podía ser eso posible? El jamás lo vio venir, él aún recuerda haber sostenido en brazos por primera vez a “su hijo” verlo y sentir que era lo más importante a partir de ese momento. Massimo estaba claro en que había hecho daño en el pasado a Guadalupe, pero al perderla, deseaba que ella fuera feliz con Pietro, si ella era feliz, el sería feliz con verla así, jamás hubiera imaginado que ese pequeño ahora se convertiría en un ser tan oscuro, tan lleno de ira, tan… un ser tan malva
Marco rápidamente se acerca a Valeria con una mano la toma de la cintura y la levanta, el rostro de ella estaba lleno de lágrimas, el de Massimo igual, nuevamente millones de ideas cruzan por la mente del esposo.- Valeria ¿Acaso no has tenido suficiente? ¿Este día no ha sido suficiente para ti? ¡DIME! – Grito Marco lleno de ira.- Marco, ¡Suéltame! Por favor, suéltame, no me gusta cómo me estas agarrando, ¡Me lastimas! – Dijo Valeria con miedo.Massimo se levanta rápidamente e intenta ayudar a Valeria, pero es inútil, uno de los guardaespaldas de Marco le cierra el paso.- Señor, será mejor que se meta en sus asuntos y deje que mi jefe se vaya con su esposa. – Dijo el guardaespaldas impidiéndole el paso.Marco había tenido un largo día, desde ayer, sabia claramente que su esposa se había visto con Massimo, hoy se había enterado de que la hija de su amigo no era de su amigo, era del malnacido aquel que estaba ahí parado, ahora, su mujer que llevaba horas buscándola la encontraba abrazá
Massimo se quedó viendo como Marco se llevaba a Guadalupe a la fuerza, quiso seguirlos, pero no conocía cual perjudicial seria esa acción para con ella. Claramente veía en los ojos de aquel hombre la razón por la que ese comportamiento tan agresivo, ahora este se estaba moviendo en base a los celos, los malditos celos, él lo sabía porque de cierto modo alguna vez había reaccionado del mismo modo con Pietro.Era como si los recuerdos nos tuvieran años, como si eso recién hubiera sucedido, Guadalupe llevaba dos semanas en casa de Pietro, después de esa desastrosa cena de “aniversario” donde todo se torció y salió irremediablemente mal. Sus heridas iban sanando poco a poco, los hematomas poco a poco iban cambiando de color, ella lucia mas tranquila, ese que había sido su hogar por nueve meses le reconfortaba, ella sentía como si fuera su lugar seguro.El hecho de tener el mar cerca le gustaba, su vida había sido muy agitada cuando estuvo ahí, trabajo, cursos y salidas con amigos, nunca tu
Luego de dejar a Paloma en casa, Marco llamó a Federico y verifico si había noticias de Valeria, sabía que había hecho mal, sabía que en ese momento debía estar con ella, debió haberla defendido no dejado sola, entendía claramente que ella se hubiera ido de aquel lugar, un lugar donde solo recibió rechazo, lamentaba su forma de reaccionar, pero no pudo evitar sentir celos, era un hombre que amaba a su esposa, pero el hecho de que ella le ocultara cosas, cuando nunca lo hacía, le daba a entender que había algo más de lo que se veía por encima.Federico efectivamente ya había dado con la ubicación de Valeria, lo que no esperaba es llegar y que estuviera cerrado, su móvil marcaba que ella aun estaba dentro, por lo que sin problema soborno a uno que otro vigilante y lo dejaron pasar. Esperaba hablar tranquilamente con ella, exponerle que sus celos le habían segado nuevamente y que su cabeza quedo bloqueada con la noticia, finalmente lo que había hecho Valeria no era una gracia, pero indepe
Massimo de todas las personas que pudieron marcarle, jamás se hubiera imaginado recibir una llamada de esa persona, la sorpresa fue enorme, pero sin dudar contesto, hoy mas que nunca la necesitaba, necesitaba por lo menos escuchar su voz.- ¿Massimo? ¿Massimo Pellegrini? – Dijo una dulce voz.- ¡Hola…! – Respondió Massimo con las manos temblorosas.- ¡Hola Massimo! Se que no debería marcarte, pero hoy particularmente, sentí un enorme deseo por hacerlo… - Dijo la voz al otro lado de la línea.- ¡Gracias…! ¡No sabes cuantas ganas tenia de escucharte… - Dijo Massimo con un tono nostálgico.- ¡Creo que estamos conectados! Hoy particularmente todo el día me sentí intranquila y la única persona que podría provocarme esto ¡Eres tu Massimo! ¿Cómo estás?- Mi vida se acaba de ir a la m****a… Así estoy…- ¡Tu vida ya era una m****a! ¿Lo recuerdas?- ¡Diana!- ¡Es la verdad, aunque no lo reconozcas!Se hizo un silencio entre ambos, Massimo sabia muy bien que ella tenia razón, ella lo pudo ver mie
Era casi media noche cuando el autobús se detuvo en la estación, Valeria bajó de este sintiendo un hueco enorme en el estómago, en el momento que salió del hotel no sabía para dónde ir, era claro que a casa no, no en ese estado, un hotel era demasiado arriesgado, no sabía si Marco la encontraría que otras cosas podría querer hacerle. Ahí en ese lugar con gente yendo y viniendo, se hizo presente la silueta de una hermosa mujer madura, está camino a su encuentro un poco dudosa. - ¿Ángela? - ¡Mi querida Aurora! - ¡Ángela Pellegrini! ¡Mi querida amiga! Ambas se estrecharon en un fuerte abrazo, luego de 20 años era una respuesta lógica, ambas derramaron lágrimas, su amiga que había desaparecido, acababa de volver. Ellos por más que la buscaron, jamás pudieron localizarla, un día de la nada el Sr. Lazio les pidió que siguieran con sus vidas, ella debía estar en un lugar mejor, Aurora supo en ese instante que debía ser cierto, Lazio trabajaba para Marco, seguramente él ya le había en