Estimadas lectoras y lectores Espero estén disfrutando de los capítulos que voy subiendo, voy algo lenta, prometo mejorar la rapidez, este fin de semana tuve una cirugía ambulatoria, por lo que estuve un poco atareada, mejoraré el mecanismo para subir un paquete de capítulos.
Era casi media noche cuando el autobús se detuvo en la estación, Valeria bajó de este sintiendo un hueco enorme en el estómago, en el momento que salió del hotel no sabía para dónde ir, era claro que a casa no, no en ese estado, un hotel era demasiado arriesgado, no sabía si Marco la encontraría que otras cosas podría querer hacerle. Ahí en ese lugar con gente yendo y viniendo, se hizo presente la silueta de una hermosa mujer madura, está camino a su encuentro un poco dudosa. - ¿Ángela? - ¡Mi querida Aurora! - ¡Ángela Pellegrini! ¡Mi querida amiga! Ambas se estrecharon en un fuerte abrazo, luego de 20 años era una respuesta lógica, ambas derramaron lágrimas, su amiga que había desaparecido, acababa de volver. Ellos por más que la buscaron, jamás pudieron localizarla, un día de la nada el Sr. Lazio les pidió que siguieran con sus vidas, ella debía estar en un lugar mejor, Aurora supo en ese instante que debía ser cierto, Lazio trabajaba para Marco, seguramente él ya le había en
Luego de colgar con Diana, Massimo fue a la vieja mansión, llegando ahí, no tenía ánimos para nada más que tomar un baño y dormir, hoy había sido un largo día. Estaba recostado en su antigua cama cuando la luz de su móvil lo sacó del entresueño, un Mail con archivos encriptados acababa de llegar. - Hola Sr. Pellegrini Adjunto los archivos solicitados, es la investigación sobre la vida de su esposa, tal como usted lo solicitó. Cualquier duda, contácteme. Saludos Massimo aún cansado, se levantó y fue a su estudio, sacó su laptop del maletín, abrió sus correos y se fue directamente a leer el mail que recién había recibido. Extrajo los archivos, tuvo que servirse un trago, ahora que sabía que su esposa y padre tuvieron una relación, estaba claro que no era lo único escabroso que encontraría. Massimo abrió la carpeta principal, todo estaba ordenado por años, eran 37 carpetas, era desde que ella había aparecido en su vida, su corazón sintió varias punzadas al ver lo que había sucedido
Alessia increíblemente después de casi ser asesinada por su marido, regresó a su mansión, estaba claro que muchas de las cosas cambiarían drásticamente, Leonardo le había dejado claro hace algunas horas, que no le ayudaría en lo absoluto, Luciano solo le había aconsejado largarse de la casa y buscar un lugar donde ocultarse de la ira de Massimo, pero ella hizo todo lo contrario, sabía que Massimo no llegaría a casa, con lo que no contaba era que ese preciso día su esposo al que por años engañó, enviaría por ella.Alessia estaba recién bañada, secaba su cabello, llevaba un elegante camisón de seda rojo, a pesar de la tormenta que se avecinaba no quería creerlo, ella estaba segura de que Massimo tal como en otras ocasiones no le haría nada. Esta ocasión no fue así, se llevó tremendo susto cuando escuchó pasos, luego al ver que su puerta se habría, se le heló la sangre, dos fornidos hombres vestidos de negro entraron a su habitación, ella intentó gritar, pero uno de ellos la silenció.Cua
Marco por primera vez en muchos años, volvió a sentir un ataque de ansiedad, sin mas remedio marco a Federico, era ya muy noche, pero este al igual que Matteo, conocían a sus jefes, por lo que, de igual modo, esperaba su llamada, aunque claramente sentía que había demorado bastante, estaba claro que las cosas no estaban del todo bien.- ¿Qué sucede amigo?- Matteo, necesito platicar con alguien… - Dijo Marco al otro lado de la línea.- ¡Claro! ¿Dónde te veo?- Voy para tu casa…- ¡Esta bien! ¿Tu estas bien? ¿Dónde está Valeria?- Tuvimos una fuerte pelea y… Ella esta pensando en dejarme… - Dijo Marco con voz entrecortada.- Marco, tu y Valeria están atravesando una crisis, tranquilo, ven a casa y platicamos, mientras yo reviso donde esta ella. – Respondió Federico tratando de consolarle.Pasaron algunos minutos, cuando el timbre de aquel hombre sonó, Marco estaba hecho un desastre, tenia la camisa fuera de los pantalones y su cabello parecía que había recibido el impacto de su ansiedad
Después de creer que moriría a manos de su marido, Alessia subió a su auto, manejaba a toda velocidad, esperando ver lo más pronto posible civilización, su alegría fue bastante cuando comenzó a ver la luz que despedía la ciudad. Ella dentro de su auto iba maldiciendo todo lo que podía a Massimo, él siempre había caído en sus trucos, él siempre había sido el idiota que se quedaba con ella, seria por amor, seria por sus hijos, pero siempre se doblegaba ante ella ¿Qué era lo que m*****a sea había cambiado?“¡Alessia eres vieja, entiéndelo, tus mejores épocas ya pasaron!” le susurraba una vocecita interior.Ella entre que manejaba, lloraba y se cuidaba de que no la fuesen siguiendo, sintió un escalofrío recórrela cuando vio un par de faros que la seguían a la misma velocidad que iba, no supo como pero su auto perdió el control, el auto dio varios giros en el aire hasta que finalmente, fue a estrellarse ante un muro de contención.Increíblemente aun después de aquel aparatoso accidente ella
Después de la desastrosa reunión en el Conglomerado Pellegrini, Paloma fue llevada a casa por su padre, de ahí no había tenido noticias de su madre o de su padre, aun no podía salir del asombro ante las últimas revelaciones. Ella que siempre se había jactado de ser una mujer sensata, hoy se había comportado como una niñita llorona, no había apoyado a su madre y eso le hacía sentir miserable, su madre y ella habían pasado por mucho, Camila fue la que en algun momento le conto de las penurias que pasaron hasta que Marco apareció.“¿Como pude ser tan despreciable con mi madre?” – Paloma pensaba y pensaba, entre más vueltas le daba más culpable se sentía.- ¡Hija! Tienes que cenar algo, ya fui a arropar a Gio y Emma ya está también en su habitación, ahora si podemos platicar ¿Qué sucedió hoy en ese lugar? Tu padre se veía un poco molesto, tu mamá solo me pidió cuidarlos, pero me tienen con el alma en un hilo, de haber sabido que venir aquí era mala idea, me hubiera opuesto totalmente, no l
Paloma sintió un escalofrió recorrer su cuerpo al ver la mirada sínica de aquel joven, era la viva imagen de Massimo, solo que con unos muchos años menos, ella recordaba haberlo visto, él fue quien destapo la caja de pandora, hizo que todo el mundo comenzara a pelear y si estaba ahí, nada bueno debía planear.- ¡Hola Luciano! Así te llamas ¿No? – Dijo Paloma molesta.- Preferiría me digas tío, porque es muy igualado de tu parte llamarme por mi nombre de pila, si aún no me conoces. – Dijo Luciano secamente.- ¿Qué quieres? Porque hasta donde yo sé, tu y yo no tenemos nada de qué hablar.- ¡Oh si tenemos! Necesito que me acompañes a dar una vuelta.- Pues yo necesito muchas cosas, pero tú no me las puedes dar.- El tema no está a discusión, ¡Súbete! – Dijo Luciano agarrando la muñeca de la chica y diciéndole al oído.Paloma miro hacia ambos lados, pero no había nadie, era demasiado temprano, Massimo llegaría, pero no al menos en una media hora, ella respiraba agitada y estuvo a punto de
- Pietro fue el amor de mi vida, le conocí cuando el viajo por negocios a San Petersburgo, yo estaba molesta con mi en ese entonces marido, salí a tomar un trago y ahí fue donde le conocí, era el hombre mas guapo que se encontraba en el lugar, sus ojos eran oscuros y profundos, los cubrían unas espesas pestañas, su piel morena clara y ese abundante cabello quebrado, era todo un espectáculo y que decir de su escultural cuerpo. - ¿Qué paso con él? - Esa noche el y yo platicamos, yo le conté los sueños de una mujer que no tenia mas remedio que ser la esposa de un importante empresario, siempre sola y olvidada, ya me había acostumbrado, tenía todo cuanto podía, pero lo único que no tenia era amor, esa clase de amor donde se desborda pasión y deseo, eso no me lo podía dar mi esposo, para el solo era darme dinero, joyas y mostrarme ante sus conocidos, he de reconocer que en ese entonces era bellísima y engreída, mi cabello pelirrojo, mis piernas largas y torneadas, era la envidia de muchas