Hola lectoras y lectores Espero les guste el capítulo del día de hoy...
Adrien Bianchi era un joven con 20 años cumplidos, que, debido a sus excesos y una vida acelerada, había perdido dos años del nivel medio superior, su estancia en el colegio Marymount, esta vez era la última oportunidad que tenía para terminar sus estudios y seleccionar una carrera para su futuro dentro de la familia Bianchi, sin ser una deshonra.Hijo de Amadeo Bianchi hermano mayor de Alessandro Bianchi, era el mayor de la segunda generación de los Bianchi, su madre era de origen francés; Louise Bianchi, una hermosa mujer de la que había salido un excelente espécimen como Adrien. Sus orígenes franceses hacían que su apariencia fuera distintiva y elegante, su rostro era delgado y anguloso, pómulos prominentes y mandíbula definida, ojos grandes y expresivos, color verde, su cabello rizado y castaño oscuro le daba al joven una apariencia desenfadada y juvenil.El joven poseía un encanto único, los abuelos Bianchi consideraban a Adrien su mejor cosecha, su 1.80 metros y su figura esbelta
Ambos hombres bajaron del auto, caminaron de manera muy despreocupada hacia la entrada del colegio, hoy Pietro se notaba más relajado, aunque en un inicio se veía molesto, algo dentro le decía que Massimo decía la verdad sobre la investigación. Teodore le había advertido que, desde anoche, alguien comenzó a indagar cosas relacionadas con su muerte, así que su primera reacción fue preguntar a Massimo, ya que de parte de la familia Barzinni estaba seguro de que nadie se interesaría en él.Al llegar a la entrada, Pietro recibió a su nieto con un fuerte abrazo, lo cargo, luego, fue con Massimo.- Enzo, hay algunas personas que quiero que conozcas. – Dijo Pietro a su nieto de manera muy tranquila.Massimo, que acababa de escucharlo, no pudo más que sentirse feliz, él ya estaba considerando presentarlo con su familia.- ¿Quiénes abuelito? – Respondió Enzo con curiosidad.Pietro se detuvo por un momento, era como si hubiera vacilado por un instante, pero luego continuo su marcha. Adrien al ve
Massimo y sus hijos salieron de casa de su hermano, el camino fue un tanto incómodo, Laura iba como copiloto y sus hermanos iban en los asientos traseros, Paolo se había colocado los auriculares, mientras que Maurizio se había quedado dormido. La imagen de Laura con aquel joven rondaba la cabeza de Massimo, él veía a su hija y solo veía a una pequeña niña, luego el comentario de su hermano “Hablar de sexo” ¿Cómo demonios pensaba que él haría eso con su hija? Ella apenas era una niña de diez y…El hombre soltó un suspiro, su hermano tenía razón, ahora que lo veía fríamente, a esa edad, él ya había perdido su virginidad, el tiempo había pasado demasiado rápido y era verdad, él apenas estaba comenzando a conocer a su niña, su pequeña gran niña.— Laura, llegando a casa, te espero en mi estudio, quiero platicar contigo. — Dijo Massimo mientras no quitaba la vista del camino.— Si papá. — Respondió Laura cabizbaja.Inmediatamente, cuando llegaron a la mansión Pellegrini, sus hermanos bajaro
Era viernes por la mañana, Pietro llevaba apresuradamente a Enzo al colegio, hoy había sido una mañana difícil, su amigo Gio aún no regresaba a clases después de la fractura. Enzo se levantó con el pie izquierdo y no quería ir al colegio, el chiquillo intento hacer un berrinche, pero Pietro lo reprendió, al final termino obligándole a ir al colegio. - Enzo, espero que esta sea la última vez que llegamos a esta hora al colegio. – Dijo Pietro molesto, viendo por el retrovisor a su nieto. El chiquillo tenía el ceño fruncido y claramente su rostro dibujaba mucha frustración. - ¡No quiero ir a la escuela! ¡Es viernes! – Dijo el chiquillo molesto. - Enzo, no es si quieres o no, vas a ir a la escuela y punto. Lo que Enzo no quiso decir a su abuelo, era que por estar platicando hasta tarde por medio de la Tablet con Gio, se le había olvidado hacer la tarea de artes plásticas, inocentemente creía que si no iba a la escuela, no habría delito que perseguir. Hoy por la mañana cuando se levan
Teodore y Enzo ya se encontraban en la sala a las 6:00 pm, se llevaron una sorpresa al encontrar un exquisito ramo de fresias en la mesita de centro. Teodore había olvidado la solicitud del pequeño, por lo que planeaba comprarlas de paso al evento, cuando bajo las escaleras, pudo oler el delicioso aroma a esas flores, por lo que supuso que Pietro se le había adelantado.El hombre claramente se dio cuenta lo que estaba sucediendo, no lo dijo, pero en los años que llevaba conociendo y ayudando a Pietro, jamás lo había visto interesarse por alguna mujer, jamás por muy cuidadoso que este fuera con la seguridad de su nieto, no investigaba a una sola profesora, él investigaba el instituto completo.Pietro lucia impecablemente elegante, no le gustaba utilizar ropa formal por lo que optaba por jeans, camisas y abrigos, pero esta vez, llevaba un traje formal color negro y una camisa gris oscuro, eso sí, no estaba utilizando corbata, había dejado algunos botones de su camisa sin abrochar, lo que
Aquellos dos apuestos hombres y Enzo, caminaron a través de la exposición, el pequeño estaba sorprendido, había tantas obras de arte, todas eran bellísimas, pero era lógico, cuando entro a la sala donde estaban las obras de la miss Celeste, las reconoció, ella ya le había mostrado algunas fotografías, pero verlas en vivo y a todo color era una cosa muy diferente.Ella utilizaba técnicas muy parecidas a las de Monet, uno de aquellos cuadros llamo completamente su atención, era un poco grande, mientras sus abuelos veían otras obras, el pequeño Enzo admiraba el cuadro su nombre era “La mujer y su gato” a simple vista y de pasada solo era un cuadro que mostraba el perfil de una mujer sentada, solo se podía ver una pequeña parte de su rostro y un pequeño gato negro echado a un costado de los pies.Los colores utilizados provocaban cierta calidez, pero al mismo tiempo evocaban la nostalgia, Enzo miraba atentamente el cuadro y se percató que en el regazo de aquella mujer, estaba colocado un r
Pietro, Teodore y Enzo llegaron a casa, este último bajo en brazos de Pietro, el hombre lo llevo a su habitación, le puso una manta para arroparlo, no le pudo poner pijama, ya que el pequeño estaba completamente dormido, al menos le quitó los zapatos y el blazer. Pietro vio a su nieto y sonrió, le acarició esos rizos rebeldes que eran un tanto parecidos a los de él y salió de su habitación.- ¿Vas a ir a dejar a la señorita Zanini? – Pregunto Teodore con curiosidad.- ¿Qué cosa dices? – Respondió Pietro seriamente.- ¡No creas que soy tonto! Vi que compraste el cuadro que a ella le gustaba, lo traes en la cajuela. ¡Me sorprendes! Ahora si me sorprendiste, no sé en qué momento llego eso ahí. – Dijo Teodore viendo fijamente al hombre frente a él.- Te has vuelto muy curioso últimamente. – Respondió Pietro sin ninguna expresión.- ¡Sí! Cuando noto un cambio en tu actitud, yo opino que deberías regresar y llevar a aquella hermosa damisela a cenar, mínimo llevarla a casa, escuche que se irí
Pietro y Celeste iban por la carretera que llevaba a una zona oscura y alejada, la chica se sintió un poco nerviosa, al ver que se alejaban de la ciudad a gran velocidad, ella por dentro maldijo el momento que decidió aceptar la invitación. Ella no conocía al hombre que iba manejando y montones de ideas cruzaban por su mente al ver que poco a poco se alejaban de las luces de la ciudad, luego de pensarlo por unos minutos, finalmente decidió hablar.- Señor Pellegrini, ¿Me puede decir a dónde vamos? Creo que la zona de restaurantes la pasamos desde hace varios minutos.- Señorita Zanini, no se preocupe, el lugar al que vamos no está dentro de esa zona, le dije que la llevaría a ver las estrellas y eso haré.Celeste se quedó en silencio por un momento, no supo como contestar a esa respuesta, el hombre se veía muy relajado, pero ella no podía estarlo, pensaba en que había sido una completa tonta, esos ricos tienen gustos raros por hacer cosas desagradables a los menos favorecidos, si le pa