Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia...
— Pietro, ¿Esa es la razón por la que no quieres verla?Pietro volteó a verla y se quedó callado por un momento, intentaba poner sus ideas en orden.— Siempre supe que no me amaba, cada pensamiento, recuerdo y mirada que ella me daba, era el recordatorio de lo que quería y nunca podría tener. En ocasiones, por más que intentas, nunca serás la persona que esa otra necesita, lo cual duele y mucho.Ella estaba agradecida por todas las atenciones que le daba, yo… Yo era feliz viéndola feliz, estuve en una época vulnerable, el destino y la ambición de las personas nos separó, pero hoy día pienso que el destino fue sabio.Las mentiras tienen patas cortas y, tarde o temprano, Massimo sabría que la hija de Guadalupe no era mía, más con lo que hoy día sabemos, ¿Cuál cree que hubiera sido mi destino?— No lo sé, Pietro, ¿cuál crees que hubiera sido?— Massimo hubiera buscado a su hija, hubiera dejado a su mujer y hubiera buscado por todos los medios recuperar a Guadalupe. Sabiendo que ella no me
Mientras Pietro trataba de componer su mente, su hijo estaba a punto de declarar la guerra no solo a Franco, sino también a Luciano, su propio primo, esta, sería una guerra en la que uno de los dos no saldría bien librado, ambos jóvenes eran subestimados por sus propios padres.Aldo tenía muy claro que Franco se había metido con lo más sagrado que tenía, su hijo, eso no lo iba a dejar pasar por alto tan fácilmente, si tenía que torturar frente a Franco a su hija, lo haría, pero de que su hijo y los demás niños regresaban, lo harían, ese Amato sabría que con ese joven no se iba a meter y salir ileso.Mientras el avión donde sacaban a los que quedaban de la familia volaba hacia un nuevo destino, Aldo llamó a la gente que normalmente trabajaba para él, les dio instrucciones de ir a buscar a Alessia Amato, ella sería la clave de todo.Massimo no tenía que ser un genio para darse cuenta de lo que haría su sobrino, la situación lo podría rebasar, por lo que condujo a toda velocidad a casa de
Paloma lloraba a mares, no podía concebir que no estuvieran a su lado los niños, Paolo no podía entender cómo fue que no pudieron hacer nada, cerraba los puños hasta que se le marcaban los nudillos, no emitía ningún comentario, pero era evidente que la situación le había afectado y mucho.— Paolo, ¡todo va a estar bien! Voy a ir por ellos, tú solo enfócate en cuidar de Paloma, Laura, Emma y Adele, ellas ahora son tu responsabilidad. No estoy hablando con un niño, hablo con el hombre que sé que serás, mientras yo no estoy, tú te harás cargo de todo.— Si… ¡Yo las voy a cuidar!Mira… — Dijo Aldo extendiendo su mano con un teléfono. — Este móvil no es rastreable, por aquí no estaremos comunicando, ahora iremos a un lugar seguro, pero tú estarás a cargo de las chicas. ¿De acuerdo?Massimo había enviado a gente para extraer al resto de la familia, pero desde ese momento no sabía qué estaba sucediendo en Italia. Aldo no podía esperar de brazos cruzados, por lo que, al hacer algunas llamadas,
Marco, luego de equiparse, salió de aquella bodega, Massimo había tomado dos armas, no estaba seguro del plan de Marco, pero algo que sí tenía presente, era que el hombre que estaba a su lado era completamente diferente a lo que había conocido.Aparentemente, Marco siempre era un hombre racional, frío, pero con la cabeza centrada, ahora estaba actuando sin pensar las cosas, aquello le daba miedo. Massimo realmente estaba preocupado por Luciano, su madre podría llevársela el diablo, pero su hijo, al estar con ella, sería arrastrado al mismo destino que ella.Rápidamente, sin que se diera cuenta Marco, Massimo envió un mensaje de texto: “Sal de ahí inmediatamente.” Cuando Luciano recibió aquel mensaje, no entiendo a qué se refería, pero al salir de la habitación del hospital, pudo percatarse de que algo raro debía estar sucediendo, el piso donde estaban él y su madre se notaba solitario, no es que tuvieran muchos pacientes, pero eso no era normal.Luciano entendió el mensaje, trato de mo
Marco, al terminar la llamada, regresó a lo que estaba haciendo, el hombre mostraba una mirada llena de ira y todo aquel rastro de conciencia se había perdido. La sola idea de perder a su hijo, como en el pasado, le helaba la sangre, por lo que haría lo que debiera para tenerlo de regreso.— Marco, ¡My friend! ¿Cuánto tiempo sin vernos? — Dijo un hombre con voz gruesa y tosca.— Amigo, ojalá te hubiera vuelto a ver en otras circunstancias… — Respondió Marco con voz tensa.— ¡Ay, Marco! ¿Para qué estamos los amigos? Ya nos hacía falta algo de diversión…— ¿Cómo vas? ¿Has podido avanzar en algo?— Pues él vegete es nudo, no habla, se ve que le cortaron la lengua y no emite ni sonido, por eso mejor comenzamos con la vieja… Pero esa no paraba de gritar, así que la tuvimos que calmar.— Bien, no se les vaya a pasar la mano, la quiero interrogar ahora mismo, me encargaré yo de esta mujer, ¿pusieron la cámara?— Sí, ya todo está listo para el show, ¡Como en los viejos tiempos, mi amigo!— ¡Bi
Minutos más tarde, Massimo llegaba a las oficinas del Grupo Pellegrini, no tuvo ningún problema para entrar, Franco ya le estaba esperando.— Massimo… ¡Qué agradable sorpresa! ¡Hoy me has visitado dos veces!— Déjate de idioteces y trae a los niños…— Mmm… Cambio de planes, tus hijos aún no llegan, pero tú puedes firmar…— ¿Acaso crees que soy idiota? Esto ya lo tenías planeado, ¿verdad?— Massimo, sabes bien que soy un hombre de negocios, tus hijos están vivos, me sirven más vivos que muertos, pero ellos aún no llegan…— ¡Eres un desgraciado! Solo me estás haciendo perder el tiempo, dime, ¿dónde demonios están?— Massimo, firma el maldito documento y los tendrás en tu casa antes del amanecer…— Franco, ¿acaso me crees idiota?Mientras ellos dos estaban discutiendo, el teléfono de Franco comenzó a sonar, el hombre lo sacó y contestó.— ¿Por qué no me sorprende que saldrías con una cosa como esta? — Dijo Marco con voz seria y viéndolos desde lejos.— ¿Marco?— ¡Efectivamente! Ahora dime
Luego de hacer una escala, Aldo y el resto de la familia tuvieron una despedida que les dejó un amargo sabor de boca. El hombre delante de Paloma la abrazó y besó, prometió regresar con sus hermanos e hijo, él no podría quedarse con ellos de brazos cruzados esperando noticias, ya habían rastreado a los hombres de Franco y él sería quien los interceptaría.— Aldo mi vida, ¡cuídate mucho! No deberías ir, pero sé que no podrás estar tranquilo, solo pido que te cuides… — Dijo Paloma con los ojos llenos de lágrimas.— Mi vida, el plan inicial era llevarlos al lugar seguro, pero confío en la gente de Massimo, ellos los pondrán a salvo, yo me sé cuidar solo, no te preocupes, le he dejado un móvil a Paolo para comunicarnos, siempre que pueda lo haré, te prometo que regresaré con ellos, ellos y ustedes son mi familia, tú encárgate de cuidarte y cuidar a nuestro bebe.Sin más, Aldo se despidió de todos, incluso de la pequeña Adele, luego de ello tomó otro vuelo y fue a un destino desconocido. Mi
El chofer y un equipo de sujetos cuidaban de Aldo y los niños, llegaron al aeropuerto y ahí ya los esperaba un avión privado para llevarlos a donde pidieran.Aldo y los niños subieron a este, ahí ya le aguardaba bolsas con ropa para poder cambiarlos, comida caliente y unas mantas.Cuando Aldo se cercioró de que los 3 niños estaban alimentados, limpios y descansando, fue cuando por fin decidió hablar con Franco Amato con el teléfono del hombre que había matado el mismo, aunque pareciera que Franco le había leído el pensamiento, ya que el móvil comenzó a sonar, lo dudo, pero en el décimo timbrazo contesto:— ¡Sorpresa! Será mejor que te ocultes en el mejor lugar que encuentres, Franco Amato, porque no seré yo quien se haga cargo de ti, pero seguramente Marco Barzinni ya te está buscando y te tiene claramente en la mira, más ahora que los niños, están conmigo…Luego de ello colgó y hecho en agua el móvil, ahora si podían despegar, los llevaría con él a los Emiratos Árabes, ahí estarían se