Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia...
Marco, luego de equiparse, salió de aquella bodega, Massimo había tomado dos armas, no estaba seguro del plan de Marco, pero algo que sí tenía presente, era que el hombre que estaba a su lado era completamente diferente a lo que había conocido.Aparentemente, Marco siempre era un hombre racional, frío, pero con la cabeza centrada, ahora estaba actuando sin pensar las cosas, aquello le daba miedo. Massimo realmente estaba preocupado por Luciano, su madre podría llevársela el diablo, pero su hijo, al estar con ella, sería arrastrado al mismo destino que ella.Rápidamente, sin que se diera cuenta Marco, Massimo envió un mensaje de texto: “Sal de ahí inmediatamente.” Cuando Luciano recibió aquel mensaje, no entiendo a qué se refería, pero al salir de la habitación del hospital, pudo percatarse de que algo raro debía estar sucediendo, el piso donde estaban él y su madre se notaba solitario, no es que tuvieran muchos pacientes, pero eso no era normal.Luciano entendió el mensaje, trato de mo
Marco, al terminar la llamada, regresó a lo que estaba haciendo, el hombre mostraba una mirada llena de ira y todo aquel rastro de conciencia se había perdido. La sola idea de perder a su hijo, como en el pasado, le helaba la sangre, por lo que haría lo que debiera para tenerlo de regreso.— Marco, ¡My friend! ¿Cuánto tiempo sin vernos? — Dijo un hombre con voz gruesa y tosca.— Amigo, ojalá te hubiera vuelto a ver en otras circunstancias… — Respondió Marco con voz tensa.— ¡Ay, Marco! ¿Para qué estamos los amigos? Ya nos hacía falta algo de diversión…— ¿Cómo vas? ¿Has podido avanzar en algo?— Pues él vegete es nudo, no habla, se ve que le cortaron la lengua y no emite ni sonido, por eso mejor comenzamos con la vieja… Pero esa no paraba de gritar, así que la tuvimos que calmar.— Bien, no se les vaya a pasar la mano, la quiero interrogar ahora mismo, me encargaré yo de esta mujer, ¿pusieron la cámara?— Sí, ya todo está listo para el show, ¡Como en los viejos tiempos, mi amigo!— ¡Bi
Minutos más tarde, Massimo llegaba a las oficinas del Grupo Pellegrini, no tuvo ningún problema para entrar, Franco ya le estaba esperando.— Massimo… ¡Qué agradable sorpresa! ¡Hoy me has visitado dos veces!— Déjate de idioteces y trae a los niños…— Mmm… Cambio de planes, tus hijos aún no llegan, pero tú puedes firmar…— ¿Acaso crees que soy idiota? Esto ya lo tenías planeado, ¿verdad?— Massimo, sabes bien que soy un hombre de negocios, tus hijos están vivos, me sirven más vivos que muertos, pero ellos aún no llegan…— ¡Eres un desgraciado! Solo me estás haciendo perder el tiempo, dime, ¿dónde demonios están?— Massimo, firma el maldito documento y los tendrás en tu casa antes del amanecer…— Franco, ¿acaso me crees idiota?Mientras ellos dos estaban discutiendo, el teléfono de Franco comenzó a sonar, el hombre lo sacó y contestó.— ¿Por qué no me sorprende que saldrías con una cosa como esta? — Dijo Marco con voz seria y viéndolos desde lejos.— ¿Marco?— ¡Efectivamente! Ahora dime
Luego de hacer una escala, Aldo y el resto de la familia tuvieron una despedida que les dejó un amargo sabor de boca. El hombre delante de Paloma la abrazó y besó, prometió regresar con sus hermanos e hijo, él no podría quedarse con ellos de brazos cruzados esperando noticias, ya habían rastreado a los hombres de Franco y él sería quien los interceptaría.— Aldo mi vida, ¡cuídate mucho! No deberías ir, pero sé que no podrás estar tranquilo, solo pido que te cuides… — Dijo Paloma con los ojos llenos de lágrimas.— Mi vida, el plan inicial era llevarlos al lugar seguro, pero confío en la gente de Massimo, ellos los pondrán a salvo, yo me sé cuidar solo, no te preocupes, le he dejado un móvil a Paolo para comunicarnos, siempre que pueda lo haré, te prometo que regresaré con ellos, ellos y ustedes son mi familia, tú encárgate de cuidarte y cuidar a nuestro bebe.Sin más, Aldo se despidió de todos, incluso de la pequeña Adele, luego de ello tomó otro vuelo y fue a un destino desconocido. Mi
El chofer y un equipo de sujetos cuidaban de Aldo y los niños, llegaron al aeropuerto y ahí ya los esperaba un avión privado para llevarlos a donde pidieran.Aldo y los niños subieron a este, ahí ya le aguardaba bolsas con ropa para poder cambiarlos, comida caliente y unas mantas.Cuando Aldo se cercioró de que los 3 niños estaban alimentados, limpios y descansando, fue cuando por fin decidió hablar con Franco Amato con el teléfono del hombre que había matado el mismo, aunque pareciera que Franco le había leído el pensamiento, ya que el móvil comenzó a sonar, lo dudo, pero en el décimo timbrazo contesto:— ¡Sorpresa! Será mejor que te ocultes en el mejor lugar que encuentres, Franco Amato, porque no seré yo quien se haga cargo de ti, pero seguramente Marco Barzinni ya te está buscando y te tiene claramente en la mira, más ahora que los niños, están conmigo…Luego de ello colgó y hecho en agua el móvil, ahora si podían despegar, los llevaría con él a los Emiratos Árabes, ahí estarían se
Mientras toda una batalla se desarrollaba, Valeria y Pietro, por su lado, se encontraban ingresados en el hospital psiquiátrico “Di Santa Rosa”, ambos con sus propios demonios, ambos con sus propios problemas no resueltos. La pareja estaba tan cerca, pero tan lejos el uno del otro, los días habían transcurrido con normalidad, Pietro había mantenido su estado normal por varios días, lo que había ayudado a la Dra. Serra a abrirse camino por su mente.En el caso de Valeria, a ella ya solo le faltaban unas pocas semanas para terminar con la primera fase, por lo que había preguntas que en un inicio no tenían respuesta, pero que actualmente ya podrían ser contestadas.— Valeria, ¿cómo te encuentras el día de hoy?— Hola, Dra. Serra, estoy bien y ¿usted?— Bien, Valeria, muy bien, me da gusto escuchar que vas mejorando, sinceramente has hecho un trabajo increíble.— ¡Gracias, Dra. Serra! Básicamente, se lo debo a usted…— ¡No! Esto es un logro tuyo y nada más, mi única tarea es ayudarte a com
Valeria lloró por varios minutos, para ella era doloroso reconocer que, en todo este tiempo, siempre sintió culpa, una culpa que estaba infundada en lo que vivió en el pasado con Pietro, él había sido un hombre honesto al final, pero el corazón de Valeria estaba muy lastimado, ella no había podido corresponderle como él quería.Luego de su muerte, ella tuvo que vivir con la culpa, una culpa infundada por los recuerdos de un hombre, uno que hizo todo lo posible por hacerla feliz. Si bien Massimo no fue la mejor persona con ella, Valeria, se aferró a la persona que le mostró lo único que ella conocía desde niña, maltrato, indiferencia y abandono.Pietro le había mostrado una vida diferente, pero lamentablemente, los fantasmas de su pasado la seguían y no le permitieron aceptar el futuro que él le había mostrado cuando era joven.— Valeria, debo preguntarte algo importante. — Dijo la Dra. Serra luego de algunos minutos.— Sí… Dígame…— ¿Qué significa Marco para ti?— ¿Por qué me pregunta
Este día había iniciado como un día glorioso para Franco Amato, él por fin, se convertiría en el dueño del Grupo Pellegrini, era algo equiparado como si hubiera comprado una de las más grandes cadenas de ropa de diseñador o cosas así, pero sin poner ni un centavo.Aldo, con lo que él no contaba, era que no solo le quitaba el negocio a los Pellegrini originales, sino que, el solo hecho del método que usó para presionar, no había sido contemplado desde todos sus lados.Massimo se había retirado de ahí, sabía que su hijo, sobrino y el hijo de Guadalupe estaban bien, ¿en dónde? Solo Aldo tendría la respuesta, pero por el momento, el plan había surtido efecto.Franco estaba sentado en la elegante silla que formaba parte de la presidencia del Grupo Pellegrini, veía y volvía a ver las fotografías que le había enviado Marco Barzinni, una oleada de ira lo invadía, su hija, aquella mujer que él había sostenido en brazos cuando bebe, aquella a la que le había enseñado a andar en bicicleta, la mis