Estimadas lectoras y lectores Espero estén disfrutando de los capítulos que hoy les comparto, ya verán como poco a poco, las verdades irán saliendo a relucir, Alessia no saldrá invicta, mucho menos Franco.
Alessia se encontraba en la habitación principal llevando a cabo su tan acostumbrada rutina nocturna para mantenerse joven, cremas, aplicadores y otros artículos se encontraban desperdigados por el tocador, se miraba al espejo y sentía una extraña sensación de opresión, el tiempo pasaba muy rápido, al ser de piel blanca, las arrugas eran evidentes y a pesar de que haberse hecho uno que otro arreglito, ella no podía verse como Guadalupe.¿Acaso esa m*****a mujer no pudo haber muerto hace 20 años? ¿Por qué su abuelo no se había desecho de ella? ¡Esa m*****a mujer! Ahora era centro de su envidia, el hombre que traía a lado, no era nada mas que Marco Barzinni, aquel “Pedazo de carne” que según a ojos de Massimo, no servía para nada y, sin embargo, él había sacado avante la compañía después de que su abuelo los metiera en problemas.Por un momento, se perdió en aquel recuerdo, maldijo la hora en que su estúpido abuelo la convenció de que el entrara a la compañía, su matrimonio de por si ins
Luego de que Marco abrió su corazón y le dijo a Valeria que el hecho de saber que ella se había visto con Massimo le causaba celos, se sintió apenado, pero también sintió como se quitaba una carga de los hombros, eso era una de las cosas que sabia ocurrirían cuando su exmarido supiera de su existencia, pero no sabría cómo manejarla, al parecer no fue tan mala su reacción, al menos no con Valeria, pero en el dado caso de que Massimo buscará su esposa en otro sentido, este le tenía algo preparado.Marco pensó ello mientras veía a la mujer que tenia en brazos, esa hermosa mujer que un día fue una chica insegura, ahora debía apagar las llamas de los celos, ahora de su marido. Aquella mujer que tenía en brazos era su vida, era su todo y no permitiría que ese maldito hombre se la arrebatara.Cuidadosamente se levantó, acomodando el pequeño cuerpo de su amada en el centro de la cama, luego salió cuidadosamente de la habitación y se dirigió a su estudio. Este lugar parecía la copia exacta de s
Antonia era una jovencita que recién había cumplido la mayoría de edad, en la fiesta de cumpleaños número 18, ella conoció a Massimo Pellegrini, quien en esa ocasión se presento solo a la fiesta, normalmente en ese tipo de eventos aparecía con Alessia, siempre cuidando las apariencias, esta ocasión no seria la diferencia, pero antes de salir de casa ambos discutieron por tonterías y ella prefirió no ir, dejándolo en vergüenza.Justo cuando iba llegando Massimo al evento, aquella hermosa y bien formada joven iba saliendo, Massimo sintió una punzada en el estómago, su castaño y largo cabello suelto, su color y esas facciones, eran muy parecidas a las de Guadalupe, por un momento quedo pasmado de solo verla, luego regreso de su ensueño y avanzo a la fiesta.- ¡Amigo! Pudiste asistir, Massimo, perdón es una tontería, pero ya conoces a mi madre, ella insistió, quiere presentar a mi hermana en sociedad. – Dijo Alessandro Bianchi un tanto apenado.- ¡No te preocupes! Me hace falta salir un po
La llamada que había recibido Alessia por parte de su abuelo le había dejado inquieta, ella era sabedora que él no se andaba con juegos y si quería podía hacerle llegar a su marido la evidencia de que ella le dio la orden de deshacerse del único hermano que tenía Massimo.Tomo aire y luego dejo salir un enorme suspiro, debía hablar con Massimo, ¿Como lo haría? No tenía ni idea, él estaba muy molesto porque descubrió que ella tenía un amante, el problema era que él era alguien que su marido conocía a la perfección desde la escuela superior.--- Una semana atrás ---Alessia estaba en casa cuando de pronto entro una llamada de un número desconocido, un tanto intrigada, contesto.- ¿Hola?- ¡Hola mi vida! ¿Ya no me recuerdas?- ¿Gabriele Lombardo?- ¡Así es mi vida! Ando en Italia y quería ver si quieres ir a tomar una copa conmigo, vengo solo y pensé que tal vez tu… - Dijo el hombre al otro lado de la línea.- Gabriele ¿Acaso no lo sabes? ¡Soy una mujer casada! ¡Mi esposo es Massimo Pelle
Eran las 10:00 pm y Marco se encontraba bebiendo y fumando en el balcón de la habitación de hotel en donde había decidido hospedarse, aquel hombre había decidido esperar a que fuera una hora decente para hablar con aquella mujer que podía apaciguar su corazón. El día no había sido nada fácil, aun se encontraba un tanto intranquilo por sus acciones, aunque el mismo, se intentaba calmar al pensar en los expedientes de cada uno de los que hoy tuvieron que fallecer.Cuando finalmente el reloj marco las 11:00 pm, Marco tomó su móvil e hizo la llamada que tanto había estado esperando.- ¿Valeria?- ¡Hola Marco! ¿Cómo estás? ¿Llegaste bien? ¿Cómo te fue en el viaje? ¡Ya deberías estar durmiendo! – Se escucho la voz de Valeria preocupada.- ¡Tranquila, tranquila! – Dijo Marco sonriente, nuevamente su corazón se lleno de calidez. - ¡Todo esta bien! Es solo que tuve mucho que revisar hoy y para cuando quise marcarte, para ti ya era de madrugada, por lo que esperé a que fuera una hora decente y n
- ¡Adelante, pasa! – Dijo Massimo al escuchar la voz de su primogénito.- Padre… ¿Cómo has estado? – Dijo Luciano entrando al estudio.No cabía duda, Luciano era todo su reflejo, siempre caminando erguido y orgulloso, siempre cuidando su aspecto, Massimo le vio y no pudo evitar suspirar, él quería que su destino fuera más benévolo que él suyo, pero al recordar lo influenciado que estaba por los Amato, dejaba esas ideas a un lado, él era consciente de que su hijo no era una buena persona, de eso también se consideraba culpable.- ¡Toma asiento! – Dijo Massimo señalándole la silla frene a su escritorio.- Padre… ¿Qué sucede en la compañía? Mi madre me llamo angustiada, dice que Barzinni regreso y nos quiere quitar la compañía ¿Es eso cierto?- Hijo, ¿Volaste de Londres hasta acá, solo porque tu madre te dijo aquello? – Dijo Massimo con un tono de molestia.- ¡Pues sí! Últimamente no has tomado buenas decisiones y alguien debe poner orden en esta familia. – Dijo Luciano altaneramente.Mas
Luego de la última vez que había visto a Massimo, Antonia estaba desecha, ella sentía que había puesto todo de su parte para agradarle, era una chica de buena familia, joven y hermosa. Se sentía orgullosa de su belleza, cualquier hombre se sentiría orgulloso de caminar a su lado, aunque lamentablemente el hombre que estaba a su lado, lamentablemente no lo veía así y había terminado con ella en solo un par de meses.Conseguir el amor de Massimo se le había vuelto una obsesión, a pesar de que aquel hombre le habló claro desde un inicio, ella creía que podía hacerle cambiar de opinión. Encerrada en su habitación, mientras se perdía en aquellos breves momentos en los que convivio con aquel hombre, recordó la primera cita.--- Lazio (2 meses atrás) ---Antonia había conseguido el número de Massimo hurgando el teléfono de su hermano Alessandro, ella había quedado encantada con aquel caballero de hermoso rostro, su regalo le parecía único, ella recién acababa de cumplir los 18 años, ya era un
Laura era la segunda hija de Massimo y Alessia, era chica rubia de cabello lacio, ojos con una mezcla entre gris y verde, su rostro era ovalado, sus mejillas rosadas acentuaban su delicada tez pálida y blanca, para nada había sacado algún rasgo de Massimo o de la familia Pellegrini, ella se daba cuenta de que su padre de alguna manera no era tan cercano como ella quisiera, la joven portaba rasgos muy finos, pero si se comparaba con sus hermanos, no se parecía a ninguno. Laura, desde el embarazo había sufrido del rechazo de su madre, Alessia hubiera preferido perderla, pero el tiempo para abortar ya había pasado. Su madre recordaba muy bien las razones de su rechazo, ella estaba 100% segura que esa hija no era de Massimo, está niña supuestamente era fruto de una noche de copas entre amigas.Alessia recordaba muy bien aquella ocasión, ella acababa de discutir con Massimo, la razón, no era clara, pudieron ser varias, al final había discutido con él y eso la hizo salir de casa ese día, s