Estimadas lectoras y lectores Espero continúen con la historia de Guadalupe y Marco, que ahora poco a poco mostrare como la vida los unió. También se hablará de como Massimo se fue dando cuenta de que su esposa no era lo que el creía, llegando incluso a dudar de su embarazo.
Luego de dejar a la abuela en un hotel en el centro de Gaeta, Leonardo manejo de regreso a lo que era la casa de su hijo Pietro, vio la hora y ya eran pasadas de las 10:00pm, tenía toda la intención de hablar con Marco y arreglar las cosas, no sabía en qué momento todo se había ido por la borda, le molestaba pensar que Franco Amato hubiera metido sus narices en un asunto familiar, se culpaba por ser incapaz de controlar la situación, pero intentaría remediar las cosas.Leonardo manejo y llego a la casa de Pietro, las luces estaban apagadas, era extraño porque cuando salieron no se veía esa casa así de apagada. Toco el timbre y contesto Angostina…- ¿Si?- ¿Angostina?- ¡Si! ¿Quién la busca?- ¡Soy Leonardo Pellegrini! ¡Vine a ver a Guadalupe! ¿Le puedes hablar? ¿Puedo pasar? Solo vengo yo. – Dijo Leonardo tranquilamente.Solo pudo escuchar un largo suspiro y vio como la puerta se abrió, subió a su auto y comenzó a andar. Al llegar a la entrada principal, Angostina ya le esperaba.- Ang
Después de darse cuenta de que era demasiado tarde para que buscaran a Guadalupe, tanto padre e hijo decidieron regresar a sus respectivos hogares. Estaban agotados, el día fue muy largo y había estado lleno de diversas emociones, Leonardo aun debía pensar como decirle a su madre que Guadalupe había desaparecido y que en el sepelio de Pietro ella no estaría.Massimo por su lado, llego a la mansión de los Amato, encontrándose con la sorpresa de que Alessia había sido trasladada de emergencia al hospital, luego de que el se fuera y la dejase sola, comenzó a sentirse mal y debieron llamar a los servicios de emergencias, él bebe nacería en cualquier momento.Massimo tomo un auto prestado y salió inmediatamente para el hospital, para cuando llego, Alessia se encontraba en labor de parto, su bebe se había adelantado, el viaje, el estrés y la discusión, provocaron que él bebe se adelantara. Las enfermeras preguntaron si el era el padre, a lo que respondió afirmativamente.- ¡Tome! ¡Colóquese
Massimo había quedado sorprendido al ver el contacto que le estaba marcando, procedió a contestar.- Hola…- ¡Hola Sr. Pellegrini! – Dijo la chica con nervios. – Solo quería decirle…- Dime…- Bueno quería decirle que le agradezco mucho me haya llevado con bien a casa, me da mucha pena haberme pasado de copas, sé que lo que hice no estuvo bien, ¡Una disculpa!- ¡No te preocupes! A todos nos pasa, pero debes ser más precavida, no todas las personas tienen buenas intenciones. – Dijo el hombre pensando en que él era uno de ellos, pero que, en este caso, había algo en la chica que le hacía sentir diferente.- ¡Si, de verdad que acaba de sonar como si fuera mi padre!- Bueno con mi edad, bien podría serlo, tengo un hijo de tu edad.- Si tiene razón, oiga solo marcaba para disculparme y para preguntar si aún estaba interesado en las fotografías que me comento.- ¡Claro! ¡Eres muy buena en ello! No puedo contratarte como mi asistente, tal como lo quieres, pero si puedo comprar algunas de tus
Guadalupe al subir al avión derramo varias lágrimas, evito ver por la ventana, al pagar con aquella tarjeta negra, le dio oportunidad de tener acceso a un lugar en primera clase, bien sabía que esta sería la última vez que gozaría de esos lujos. Ella al llegar a su lugar en el avión, solo dejo caer su cuerpo cansado en el amplio asiento, se colocó la manta que ahí estaba, busco en su bolso y saco los auriculares y el reproductor que Emma le había regalado hacia años, comenzó a reproducir la música intentando perderse en los recuerdos de lo que nunca seria más.La chica lloro en silencio hasta quedarse dormida, era como si estuviera viajando al pasado, después de 5 largos años, regresaba a su país. Ella volvía con un bebe en el vientre, producto de un amor no correspondido y un corazón destrozado, solo que esta vez, el hombre que se lo rompió, le había regalado los mejores 3 meses de su vida, pero por des fortunios del destino, este se había ido y no le vería nunca más.No pudo evitar r
El avión privado donde viajaba Marco Barzinni aterrizo en tierras mexicanas a las 4:00pm, llegaron 4 horas antes que el vuelo de Guadalupe, él había estado soportando un incesante dolor en la pierna casi desde que salió de Cancún, pero debido a la situación no había mencionado nada de ello a Federico. Cuando se levantó sintió como le ardía la pierna, trato de moverse, pero esta no reaccionó lo que provoco que él cayera al piso y Federico se alarmara.- Amigo, no puedo ponerme de pie. – Dijo Marco mientras Federico intentaba ayudarlo a levantarse.- ¡Vamos, tu puedes! ¡Anda bajemos del avión y nos vamos al hospital!Marco intento apoyarse en la pierna que no tenía lastimada, pero su cuerpo no le respondía como él quería, finalmente Federico asustado, solicito apoyo al capitán, el cual dio aviso a las autoridades del aeropuerto e inmediatamente enviaron una ambulancia para apoyar a la persona lesionada.Al revisarlo los paramédicos se percataron que su pierna mostraba hematomas, no estab
Paloma despertó en aquella habitación de hotel en la que una noche antes había derramado lágrimas de dolor. Un gruñido de panza le recordó que su pequeña tenía hambre, se levantó y aseo, bajo a desayunar al restaurant, después de eso salió de aquel hotel, había descansado lo suficiente y debía pensar claramente que era lo siguiente que haría.Ubicaba bien las calles en donde estaba, a pesar de que habían pasado 5 años, aun recordaba las ocasiones en que ella y su amiga Regina, se escapaban del colegio y deambulaban por la ciudad, el precio era caro, seguro era el castigo, pero bien valía la pena. Nuevamente volvió a agradecer a esa amiga enseñarle a andar en el metro y a usar el autobús, eso de ser niña rica, a ella no le servía, menos ahora que no tenía nada, ni a nadie.Mientras viajaba en metro se quedó pensando en que a estas horas lo que quedo de Pietro, ya debía estar sepultado donde su familia había designado, respiro hondo y luego dejo salir un largo suspiro, no por nada su ult
El avión privado que transportaba a Marco Barzinni aterrizo en Madrid, España a la media noche, el hombre arriaba ira y maldad en su mirada, todo el vuelo miles de ideas cruzaron por su cabeza, quería que el avión volara lo más rápido que se pudiera, luego él se enojaba consigo mismo, sabía que era de noche y su hija estaba en casa de Regina, nada le sucedería, pero ella no era el problema, el problema radicaba en Massimo Pellegrini.Marco hecho una fiera, había contactado durante el vuelo a Federico, encargándole investigar donde se hospedaba aquel despreciable hombre. Le enfurecía pensar que su hija podría caer en las garras de su propio tío, si debía anticipar el hecho de que la familia Pellegrini supiera que Paloma era su sobrina, por el bien de ella lo haría, de solo pensar que ese hombre la viera como otra más de sus conquistas le provocaba repulsión.No quería imaginar que sentiría Valeria si eso ocurriera, su niña a la que había traído al mundo con tanto amor, a la que crio con
Luego de un largo viaje, Caterina por fin llego a casa, en sus brazos llevaba lo único que quedo su nieto menor. El semblante de la mujer estaba desencajado, se veía cansada, se notaba que estuvo llorando por largo tiempo, no podía creer que hace tan solo dos días le había visto.Tal como lo dijo, ella se llevó las cenizas de Pietro, ahora ella cuidaría de estas como su mayor tesoro, no habría el funeral pomposo que planeaban hacer, solo vendría él mismo padre que fue cuando Alberto, luego esas cenizas se quedarían en casa de la abuela. Al final, todas aquellas discusiones antes de que les entregaran las cenizas, solo sirvieron para nada.En la misa, no hubo tantas personas, solo Caterina, Leonardo y Leopoldo, Angostina estaba muy lejos para viajar, así que solo se enteró de que la última decisión, la había tomado la abuela.Caterina había perdido mucho ese año, Alberto murió en abril y sin que nadie lo imaginara, nuevamente la muerte había rondado a la familia Pellegrini dos meses des