Estimadas lectoras y lectores !Espero se encuentren muy bien! Una disculpa no he podido subir capítulos tan frecuentemente, pero intento reponerme, !Espérenlos!
Luego de un largo viaje, Caterina por fin llego a casa, en sus brazos llevaba lo único que quedo su nieto menor. El semblante de la mujer estaba desencajado, se veía cansada, se notaba que estuvo llorando por largo tiempo, no podía creer que hace tan solo dos días le había visto.Tal como lo dijo, ella se llevó las cenizas de Pietro, ahora ella cuidaría de estas como su mayor tesoro, no habría el funeral pomposo que planeaban hacer, solo vendría él mismo padre que fue cuando Alberto, luego esas cenizas se quedarían en casa de la abuela. Al final, todas aquellas discusiones antes de que les entregaran las cenizas, solo sirvieron para nada.En la misa, no hubo tantas personas, solo Caterina, Leonardo y Leopoldo, Angostina estaba muy lejos para viajar, así que solo se enteró de que la última decisión, la había tomado la abuela.Caterina había perdido mucho ese año, Alberto murió en abril y sin que nadie lo imaginara, nuevamente la muerte había rondado a la familia Pellegrini dos meses des
Guadalupe vio la mano de una mujer, el sol quedaba detrás de ella que tuvo que ponerse una mano cerca de los ojos para distinguir el rostro de esta.- ¡Gracias! ¡Mis piernas se entumieron y no podía levantarme! – Dijo la chica con mucha gratitud.- Ya no deberías andarte sentando así, ¿Cuánto tiempo tienes? – Dijo la mujer viendo su pancita.- Tengo… - La chica queriendo responder, pero dudando un poco, toco su pancita y dijo: - Tengo 4 meses.- ¡Vaya! Aun te falta, pero ya no debes sentarte así, puedes caer y golpear al bebe, se mas precavida.- ¡Gracias eso haré!- Vi que estuviste mucho tiempo sentada en este mausoleo. – Dijo la mujer señalando el de su madre y abuela.- Si, son de mi madre y abuela… Hace mucho tiempo que no los visitaba. – Dijo la chica con un poco de nostalgia en la voz.- Cuando puedo les quito la hierba del frente y les pongo flores.- ¿Usted conocía a mis familiares?- No, pero es una tristeza ver como se van olvidado de las personas que están aquí, además de q
Guadalupe se quedó un buen rato sentada en una banca del monumento a la revolución, se puso a pensar donde dormiría ahora, el hotel que reservo por una noche estaba bien, pero no para pasar la vida ahí, además no sabía quine podría estar siguiendo sus pasos, lo mejor era borrar todo rastro, por lo que el nombre de Ángela quedaría descartado, el de Guadalupe también, de ahora en adelante se llamaría Valeria, no tenía papeles, pero tampoco tenía quien se le recordara, así que sería mejor que buscar donde dormir y se registrara con otro nombre.Su panza volvió a chillar, recordándole que no había probado bocado desde la mañana.- Palomita, ¡Perdóname! En un momento buscamos algo delicioso que comer, ¡soy una mala madre! – Dijo la chica mientras acariciaba su pancita.Caminando por las calles aledañas encontró un hotel mono que no tenía las habitaciones tan caras, era algo que se podía permitir, además había pasado casi todo el día en el cementerio, debía cambiarse de ropa y eso no lo habí
Guadalupe después de días logro encontrar un cuartito donde podría llegar a descansar, había buscado lugares amueblados, pero excedían el presupuesto. Busco la nueva modalidad de renta, encontró una casa céntrica con roomie ´s, tenía áreas comunes y su propia habitación, para ella eso estaba perfecto, así no se sentiría tan sola, en la parte del trabajo no había corrido con suerte, su evidente embarazo hacia que en ningún lugar la quisieran contratar, incluso haciendo limpieza en oficinas, una chica en su estado, no era viable.Después de unos días vio que era lo mejor, ya que en el mes cinco, tuvo un sangrado y estaba en riesgo su embarazo, por lo que se había tenido que quedar en casa, sus compañeros de casa, le apoyaron con su despensa y comidas, de verdad que se sentía bendecida, era como si alguien desde arriba le cuidara y protegiera. Había aprendido a seguir su intuición, sus corazonadas, esas que por mucho tiempo había ignorado, ahora le ayudaban a llevar una vida más tranquila
Después de la larga discusión entre Marco y Massimo, Federico logro calmar los ánimos entre los dos hombres, finalmente Marco debía hablar con su esposa y convencerla de que hablara con Paloma y le contara toda la verdad. Massimo estuvo de acuerdo, aunque esa aceptación le supo a vinagre, pero no tenía opción, Federico había dado en el clavo, ni él, ni su marido eran los apropiados para hablar de ese tema con la chica.Federico y Marco iban en dirección a casa de Regina, el silencio en el auto era sepulcral, este hombre llevaba su mente perdida en un recuerdo que había llegado a su mente cuando Federico intentaba apaciguar las cosas, una sonrisa se le dibujo en su rostro. “Cuando su mujer se enfadaba se desataban unos cuantos demonios” sonrió al recordar que para Federico fueron unos cuantos, pero para Marco fue el infierno completo, en esa ocasión Valeria si que estaba molesta, lo peor fue que, Valeria y él aun no eran nada.--- Ciudad de México ---(Casi 17 años atrás)Desde que Fede
La cena como todas las que llevaban a cabo, transcurrió normal, un poco de platica aquí y allá, actividades, tareas y travesuras de Paloma, fechas para que Marco pudiera verla. Si alguien pudiera escucharles, pensarían que eran una pareja hablando de su hija, aunque eso estaba muy lejos de la realidad.Marco parecía tranquilo, aunque su cabeza estaba hecha un lio, entre lo que quería y lo que hacía.En un inicio, cuando Valeria entro a trabajar en la compañía de Marco, fue asignada a la recepción, rolaba los dos turnos que existían, poco a poco fue demostrando habilidad para manejar más temas, pero al no contar con más estudios que preparatoria no concluida, Marco la instó a terminarla para poder asignarle un mejor puesto, si ella quería mejorar sus ingresos, debía esforzarse, sin ello no habría aumento.Valeria no tuvo opción y busco como terminar la preparatoria en línea, estudiaba cuando estaba en el trabajo, Federico estaba al tanto, al igual que Marco, aunque este fingía no saberl
Valeria no tuvo opción más que seguir los largos pasos de Marco, este hombre cuando se le metía algo en la cabeza, no había quien se lo sacara, “Si él quiere desvelarse más, ¡Adelante!” pensó. Luego de unos minutos ya estaban en el estacionamiento del edificio, él le abrió la puerta para poder subir en el asiento del copiloto, Marco a diferencia de lo que vio con los Pellegrini, no le gustaba hacer alarde de su dinero, no manejaba autos de exclusivas casas automotrices, era cierto que usaba un BMW X6, pero decía que no le venia bien usar autos como en Italia.Era la primera vez que Valeria subía al auto y podía escuchar la música que él normalmente ponía mientras manejaba, las ocasiones que iba a visitarlas y salían a algún lado, normalmente la cambiaba por música que le gustaba a Paloma. El se tomaba muy enserio el papel de tío consentidor, los fines de semana que designaba a Paloma, eran única y exclusivamente para ella, la llevaba al parque, al acuario, al zoológico, ambos organizab
Ambos pasaron a la casa, Camila salió a recibirles esbozando una pícara sonrisa, aunque Valeria no lo noto.- ¡Hola Señor Barzinni! ¡Palomita ya se quedó profundamente dormida, pero pase a verla, está en su habitación! – Dijo Camila señalando la habitación de Valeria.La chica había ido a la cocina por un poco de agua, realmente necesitaba refrescarse, el hecho de que ese hombre rondara por su casa, últimamente la hacía ponerse nerviosa y ser torpe, más cuando adoptaba la actitud de padre protector hacia su hija.Marco tomo el pomo de la puerta y con sumo cuidado entro a la habitación de Valeria y Paloma, una tenue luz de la lámpara en forma de luna alumbraba la habitación con una cálida luz. En la cama se encontraba el pequeño cuerpecito de Paloma, no tenía manta que la cubriera, la niña tenía la manía de patear toda aquella cobija que se le pusiera, por lo que Valeria casi siempre compraba pijamas abrigadores y calcetas peludas cómodas, para que, aunque no se tapara no pescara resfri