Estimadas lectoras y lectores Espero sigan disfrutando de la historia, poco a poco se va develando como fueron los primeros acercamientos entre Guadalupe y Marco, las cosas no comenzaron tan bien como deberían.
Angostina acompaño a Guadalupe a su habitación, le ayudo a recostarse y le dijo:- El Señor Barzinni tuvo un fuerte altercado con el Señor Massimo, por esa razón está de mal humor, discúlpelo, el no quiso ser grosero con usted. Esta bajo mucha presión, él está dolido porque la familia del Señor Pietro quiere llevárselo a Florencia, sin embargo, el señor Pietro no quería estar ahí.- ¡Lo se Angostina! Pero no puedo seguir aquí, Alessia me dejo claro que, si amanece y no me he ido, ella me hará algo o a mi bebe, y he perdido mucho, no quiero perder más. ¡No sé qué hacer! – Dijo la chica con lágrimas en los ojos.- Déjeme, yo voy a ir hablar con el señor Barzinni, le conozco desde hace un tiempo, espero que me escuche.Angostina salió con dirección al estudio, pero olvido que debía curar las heridas del señor Barzinni, por lo que fue por el botiquín y de ahí hablaría con el señor, tratando de convencerle de que ayudara a aquella chica que se acababa de quedar sola.Federico estaba revisan
Massimo llego a una de las casas de Franco Amato, Alessia se encontraba preocupada por su rostro, por lo que le llevo rápidamente a la habitación donde se quedarían, exigió a la servidumbre que atendiera sus heridas, le marco al médico para que le viniera a revisar.Franco por su parte, se despedía de su amigo, agradeciéndole infinitamente que le ayudara en ese pequeño problema. Luego de ahí se fue a su estudio, casi no iba a ese lugar, por lo que la vigilancia no era excesiva y con la premura no había avisado que llegaría a esa casa. De pronto el teléfono de este sonó, saco su móvil y vio un número desconocido, estuvo tentado a no contestar, pero algo le dijo que lo hiciera.- ¿Quién habla?- ¡Franco Amato, seguro sabes quién soy! – Dijo una voz ronca y fuerte.- Marco Barzinni…- Estoy fuera de tu casa, ¡Debemos hablar!Franco sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, él se sentía intocable cuando tenía un sequito de guardaespaldas cubriéndole, pero esta vez viajo solo con uno y este
Marco Barzinni iba conduciendo mientras marcaba a Federico, quería saber cómo estaba la chica, quería saber si ya la habían encontrado, se sentía miserable al recordar cómo le había hablado, esa actitud suya, estaba provocando todo esto. Si bien era cierto, no era ni el lugar ni el momento, ¿Cuándo debió haber sido el momento? Pensó.El móvil de Federico brillo mientras este seguía a Teodore, el sintió un escalofrío, sabía que había un cincuenta por ciento de probabilidades de que su jefe no fuera el que le estuviera llamando.- ¡Federico! ¿Qué paso? ¿La localizaste?- ¡Si señor! ¡Le pedí que tomara un vuelo a donde fuera pero que se fuera! – Dijo soltando un leve suspiro de alivio.- ¿QUEEE? ¿Por qué hiciste eso? – Dijo Marco molesto.- La gente de Amato paso frente a ella y es probable que hay más hombres buscándole, ya habrá tiempo de buscarle, ahora lo importante es que ella salga del país.- ¡Federico, pero la idea era que nos la lleváramos! Ahora no sé cómo la localizaremos… - Di
Luego de dejar a la abuela en un hotel en el centro de Gaeta, Leonardo manejo de regreso a lo que era la casa de su hijo Pietro, vio la hora y ya eran pasadas de las 10:00pm, tenía toda la intención de hablar con Marco y arreglar las cosas, no sabía en qué momento todo se había ido por la borda, le molestaba pensar que Franco Amato hubiera metido sus narices en un asunto familiar, se culpaba por ser incapaz de controlar la situación, pero intentaría remediar las cosas.Leonardo manejo y llego a la casa de Pietro, las luces estaban apagadas, era extraño porque cuando salieron no se veía esa casa así de apagada. Toco el timbre y contesto Angostina…- ¿Si?- ¿Angostina?- ¡Si! ¿Quién la busca?- ¡Soy Leonardo Pellegrini! ¡Vine a ver a Guadalupe! ¿Le puedes hablar? ¿Puedo pasar? Solo vengo yo. – Dijo Leonardo tranquilamente.Solo pudo escuchar un largo suspiro y vio como la puerta se abrió, subió a su auto y comenzó a andar. Al llegar a la entrada principal, Angostina ya le esperaba.- Ang
Después de darse cuenta de que era demasiado tarde para que buscaran a Guadalupe, tanto padre e hijo decidieron regresar a sus respectivos hogares. Estaban agotados, el día fue muy largo y había estado lleno de diversas emociones, Leonardo aun debía pensar como decirle a su madre que Guadalupe había desaparecido y que en el sepelio de Pietro ella no estaría.Massimo por su lado, llego a la mansión de los Amato, encontrándose con la sorpresa de que Alessia había sido trasladada de emergencia al hospital, luego de que el se fuera y la dejase sola, comenzó a sentirse mal y debieron llamar a los servicios de emergencias, él bebe nacería en cualquier momento.Massimo tomo un auto prestado y salió inmediatamente para el hospital, para cuando llego, Alessia se encontraba en labor de parto, su bebe se había adelantado, el viaje, el estrés y la discusión, provocaron que él bebe se adelantara. Las enfermeras preguntaron si el era el padre, a lo que respondió afirmativamente.- ¡Tome! ¡Colóquese
Massimo había quedado sorprendido al ver el contacto que le estaba marcando, procedió a contestar.- Hola…- ¡Hola Sr. Pellegrini! – Dijo la chica con nervios. – Solo quería decirle…- Dime…- Bueno quería decirle que le agradezco mucho me haya llevado con bien a casa, me da mucha pena haberme pasado de copas, sé que lo que hice no estuvo bien, ¡Una disculpa!- ¡No te preocupes! A todos nos pasa, pero debes ser más precavida, no todas las personas tienen buenas intenciones. – Dijo el hombre pensando en que él era uno de ellos, pero que, en este caso, había algo en la chica que le hacía sentir diferente.- ¡Si, de verdad que acaba de sonar como si fuera mi padre!- Bueno con mi edad, bien podría serlo, tengo un hijo de tu edad.- Si tiene razón, oiga solo marcaba para disculparme y para preguntar si aún estaba interesado en las fotografías que me comento.- ¡Claro! ¡Eres muy buena en ello! No puedo contratarte como mi asistente, tal como lo quieres, pero si puedo comprar algunas de tus
Guadalupe al subir al avión derramo varias lágrimas, evito ver por la ventana, al pagar con aquella tarjeta negra, le dio oportunidad de tener acceso a un lugar en primera clase, bien sabía que esta sería la última vez que gozaría de esos lujos. Ella al llegar a su lugar en el avión, solo dejo caer su cuerpo cansado en el amplio asiento, se colocó la manta que ahí estaba, busco en su bolso y saco los auriculares y el reproductor que Emma le había regalado hacia años, comenzó a reproducir la música intentando perderse en los recuerdos de lo que nunca seria más.La chica lloro en silencio hasta quedarse dormida, era como si estuviera viajando al pasado, después de 5 largos años, regresaba a su país. Ella volvía con un bebe en el vientre, producto de un amor no correspondido y un corazón destrozado, solo que esta vez, el hombre que se lo rompió, le había regalado los mejores 3 meses de su vida, pero por des fortunios del destino, este se había ido y no le vería nunca más.No pudo evitar r
El avión privado donde viajaba Marco Barzinni aterrizo en tierras mexicanas a las 4:00pm, llegaron 4 horas antes que el vuelo de Guadalupe, él había estado soportando un incesante dolor en la pierna casi desde que salió de Cancún, pero debido a la situación no había mencionado nada de ello a Federico. Cuando se levantó sintió como le ardía la pierna, trato de moverse, pero esta no reaccionó lo que provoco que él cayera al piso y Federico se alarmara.- Amigo, no puedo ponerme de pie. – Dijo Marco mientras Federico intentaba ayudarlo a levantarse.- ¡Vamos, tu puedes! ¡Anda bajemos del avión y nos vamos al hospital!Marco intento apoyarse en la pierna que no tenía lastimada, pero su cuerpo no le respondía como él quería, finalmente Federico asustado, solicito apoyo al capitán, el cual dio aviso a las autoridades del aeropuerto e inmediatamente enviaron una ambulancia para apoyar a la persona lesionada.Al revisarlo los paramédicos se percataron que su pierna mostraba hematomas, no estab