Durante el camino, Guadalupe se relajó después de la platica que tuvo con Placido. Finalmente conoció un lado de Pietro que pocos conocían, ahora entendía porque la abuela le tenia en gran estima, entendió porque considero que era mejor opción quedarse a vivir con él.- ¿Qué me miras? – Dijo Pietro mientras tomaba un pedazo de pizza.- ¡Nada! – Dijo Guadalupe sintiéndose descubierta.- Debe ser algo, porque esos grandes ojos que posees no se posarían en mi si no fuera por curiosidad.- ¡Bueno si! ¿Porque no te llevas bien con Massimo?- ¡Oh es eso! ¿Acaso escuchaste algo de la conversación?- Mmm… No. – La chica no entendía de que hablaba.- Massimo y yo somos hermanos, pero digamos que el fue criado con la idea de que siempre sería el presidente del grupo. Yo por el contrario siempre fui el segundo de todo, eso hizo que me esforzara más para llamar la atención de mis padres, nunca lo logre. Pero eso no me limito, al contrario, comencé con mis negocios fuera de la familia, algunos fue
Pietro tomo un baño y fue a dormir, quedando dormido como piedra, por su lado, Guadalupe, salió al balcón que tenía su habitación y quedo viendo el cielo, se preguntaba:- ¿Qué estará haciendo Massimo ahora? Ni siquiera pude despedirme de él.Soltó un suspiro y recordó la conversación que escucho por error entre Emma y la abuela Pellegrini, Massimo tenía a alguien por quien suspirar, ella solo era una invitada en su casa, no tendría por qué enamorarse de él. Finalmente sacudió la cabeza y se dijo:- ¡Guadalupe, no seas burra! Esta es una oportunidad de conocer nuevas cosas, Pietro dice que el abuelo está bien y si él lo está, tú también debes buscar la felicidad.Sin más nada que hacer, salió de la recamara por un vaso de leche y regreso a esta, tomo un baño y se puso el pijama que la abuela le acababa de comprar, para después quedarse dormida profundamente.A la mañana siguiente los rayos de luz se colaban por esas cortinas casi transparentes, la vista era todo un espectáculo. Abrió
Pietro llego al consultorio de Filipo, bajo del auto y corrió abrir la puerta del copiloto, ayudo a bajar a Guadalupe, le tomo de la mano y la llevo al consultorio.- ¡Filipo hemos llegado, ayúdame a revisar a Ángela!- Pietro, Ángela… Pasen, pasen por aquí. – Decía Filipo mientras señalaba una camilla. – Pietro por favor, ayúdala a subirse debemos revisarte Ángela.Guadalupe, sabía que Filipo la conocía por ese nombre debido al tiempo que vivió con Pietro, así que no le corregía. Aunque al escuchar ese nombre le genero tanta nostalgia que comenzó a llorar, Pietro la abrazo y el aroma de su colonia, le traía tantos recuerdos, que lejos de consolarla, le hacía que llorara más.- ¿Qué pasa muñeca? Debes tratar de calmarte, necesitamos que Filipo te revise, me preocupa el golpe que tienes en la cabeza.Guadalupe trato de calmarse y poniéndose las manos en el rostro dijo:- ¡Perdón, perdón! No quiero meterlos en problemas, yo no sabía que hacer- Ángela, tú no tienes la culpa de que Massi
Massimo regreso a la habitación de su esposa, ella dormía tranquilamente, noto como uno de los vendajes tenía marcas de sangre.- Una de las heridas se ha abierto, pero fue uno de los puntos de la orilla, no se preocupe. – Dijo otra enfermera que no había presenciado la escena de hace unos minutos. – Ahora dormirá profundamente al menos unas dos horas, tal vez debería aprovechar para ir a su casa o llamar a alguien para que lo supla, usted se ve bastante agotado, lleva varios días aquí.- ¡Tiene razón! Además, no importa si estoy o no, yo soy el causante de esto y cuando ella despierte, seguro no le agradara verme.- No diga eso, los problemas que hayan tenido no deben ser tan grandes, en ocasiones nos ahogamos en un vaso de agua, pero el tiempo siempre nos muestra la verdad de las cosas, si usted ama a su esposa, sé que encontrara la manera de arreglar las cosas con ella.- Ese es el problema, ya no hay otra manera, lo que ella quiere es el divorcio y creo que lo más sensato será dár
Massimo coloco su brazo para que Guadalupe se sujetara, se percató de que rengueaba debido al cansancio en los pies, pero no quiso sobrepasarse y asustar a la chica. Pronto llegaron a su Ferrari este abrió la puerta y le ayudo a subirse al auto, el manejo velozmente para llegar a casa, mientras eso sucedía, en su mente le paso algo que la abuela acababa de decir y que podía ser el fin de su problema.A la abuela Caterina le agradaba Guadalupe y el no sentía indiferencia hacia la chica, es más Guadalupe en algun momento mostro atracción por él. “Tal vez sí, eso podría funcionar” – Pensó, Guadalupe podría convertirse en su esposa, ella era la candidata ideal, era joven, hermosa y tranquila, salvo su temporada con Pietro, no había manchas en su vida social y lo que hubiera hecho fue muy lejos de Lazio, así que no habría nada que ocultar.Al llegar a la mansión, Massimo la ayudo a bajar, esta emitió un pequeño quejido.- ¡Auch! Mis piececitos, como venia sentada y no había colocado mi pes
Massimo regreso a la oficina después de dos semanas fuera, esta era la única ocasión en la que se había ausentado tanto tiempo en lo que llevaba siendo el presidente de la compañía. Lucía un semblante cansado, pero no había opción debía mantener la mente alejada de los recuerdos y pensamientos hacia su mujer, quien era cuidada desde ayer por Emma.- ¡Massimo! ¡Me alegra mucho verte de regreso! ¿Cómo estás? ¿Cómo está la dramática de tu mujer? – Dijo Alessia esbozando una enorme sonrisa.- Señorita Amato, te voy a pedir que tengas más respeto por Guadalupe, ella no la está pasando nada bien y todo fue a partir de lo que vio, así que tu comentario esta fuera de lugar.- ¡Massimo! ¡Perdón, pero pensé que te molestaba la actitud de tu mujer!- El que yo haga comentarios despectivos de mi esposa, no te da derecho a que tú puedas hacer lo mismo, debes conocer muy bien tu lugar y por ahora tu eres mi amante.- ¡Perdón Massimo! No considere que eso te molestaría, no lo voy a volver hacer, per
Massimo se levantó de la banca con una sensación de pesar en el cuerpo y sobre todo en el corazón, todo este tiempo había sido un imbécil, él se había convertido en el verdugo de Guadalupe sin razón. Ella nunca quiso lastimarle, ella solo le entrego su corazón, su juventud y su virginidad, solo para ser pisoteada. Con la mano temblorosa, saco su teléfono y le marco a Matteo:- Matteo, necesito que me ayudes a investigar ¿Que ocurrió el día que me case con Guadalupe?- ¿Señor? En específico ¿Qué quiere que busque?- ¡Para empezar quiero saber si Alessia estuvo ahí!- Pero señor, eso usted lo sabe, ella fue a verle…Las palabras que Matteo había dejado salir retumbaron en los oídos de Massimo. Era cierto, él lo había olvidado, Alessia sí estuvo ahí, fue a pedirle que no se casara, ella podría buscar trabajo en otro lugar, le propuso. Pero Massimo estaba embaucado por la relación que llevaban y no pensaba bien las cosas, muy bien sabía que su esposa sería Guadalupe y eso no le quitaría m
Emma al ver que la abuela Caterina se marchaba se dispuso a regresar a la mansión de Massimo, cuando caminaba hacia la salida, escucho a Massimo pronunciar su nombre.- Emma, espera te llevo a casa, voy para allá. – Dijo el hombre con un frio semblante, que a Emma le hizo temblar.- Señor no quiero molestarle, usted seguro debe regresar a la oficina.- No Emma, lo que debo hacer en la mansión no puede esperar más, vamos.Emma no tuvo opción y camino a su lado en silencio, llegaron al auto y subió, se dio cuenta que algo en el semblante de Massimo había cambiado, pero no lograba descifrarle, llevaba mucho tiempo sirviéndole y había aprendido a leerle sus emociones, pero esta vez le era complicado definir que estaría pasando por su mente.Llegaron a casa y esta mujer dijo:- Señor ¿Quiere que le haga algo para cenar?- No Emma, necesito que me acompañes al estudio. Quiero hablar contigo de un tema privado.Emma sintió como sudor frio recorría su cuerpo, no sabía que podría estar pensand