—¿Y bien?—dice la madre de Aidan o mejor dicho la arpía que tiene por madre—estamos esperando tu respuesta.—¿Cómo puede una madre amenazar a su hijo de esta manera?—cuestiona Aidan con una expresión de decepción en el rostro, no creo realmente lo que esta pasando, ni tampoco el cómo hablan de destruir vidas como si se tratara de beber un poco de té.—Precisamente por eso Aidan, eres mi hijo, pero desgraciadamente no eres el primogénito de tu padre, un error más y será el fin de tu herencia. ¿Quieres eso? ¿Ser igual de miserable que los demás?—Vivir de lo que trabajas no es ser miserable—protesta Aidan.—No me importa lo que creas, solo quiero tu respuesta—insiste la señora Mitchell— ¿Dejaras a un hijo sin su padre? ¿Permitirás que Liam se quede con lo que te pertenece? ¡Oh mejor aún! ¿Permitirás que destruya la vida de la golfa que se atrevió a meterte en tu cama? ¡Elige!Trago saliva y cierro los puños impotente, enojada y frustrada. Ver esto me enferma, quizás las otras dos razone
— Brian—murmuro cerca de él para llamar su atención, pero debido a la hora que está próxima a la comida, su atención esta centrada en cocinar. Al ver que no me escucha me atrevo a caminar entre sus ayudantes para tomarlo de la manga y obligarlo a notarme.—¿Qué pasa?—expresa frunciendo el ceño, sorprendido y al mismo tiempo enfadado, quizás por quitarle tiempo sabiendo como es la señora Mitchell.—Tenemos que hablar—le solicito firme, ojalá pudiera contarle en ese mismo instante el coraje que me quema por dentro.—Disculpa, pero ahora no puedo, debo terminar la comida, quizás más tarde—sugiere presuroso con el fin de volver a lo suyo, pero antes de que gire me atrevo a tomarlo del brazo.—No puede ser más tarde—me aproximo más a él, entonces él frunce el ceño más y como si pudiera ver a través de mí, observa mi rostro con cautela.—¿Qué te paso?—cuestiona confundido.—Precisamente es de lo que necesito hablar contigo. Nos vemos en diez minutos en la habitación de Anna, voy a buscarla—
—¿Qué mierda?—brama Brian reincorporándose para tomar una postura recta y al mismo tiempo imponente, se nota cuan molesto se encuentra.—¿Cuándo?—cuestiona Anna inclinándose sobre sus rodillas para acercarse a mí, quizás para observarme mejor, frunce el ceño molesta y al mismo tiempo preocupada.—¿No es obvio?—cuestiona Brian iracundo—¡Mira su rostro!Brian se mueve de aquí para allá en la habitación, aunque es pequeña, logra encontrar el espacio suficiente para dar vueltas, para controlar su ira, pero no sé por cuanto tiempo puede permanecer aquí.—Tan solo unos minutos antes de que los fuera a buscar—admito, las manos de Anna toman la mía y entonces se sienta a mi lado.—Tenemos que decirle a tu tía—sugiere, pero sus palabras me bajan la presión y palidecen mis rostro.—¡No!—exclamo, suelto su mano y me alejo de ella, incluso dejo olvidada la compresa fría sobre su cama—ella me pediría una explicación ¿Qué se supone que le diga? ¿Qué me acosté con Aidan y por eso su hermano me golpe
—¿Exactamente en donde estaban?—cuestiona la voz de Anna por el auricular de mi teléfono móvil, se escucha nerviosa y no es para menos, ella no es el tipo de chica que hace este tipo de cosas, escabullirse para entrar a hurtadillas en la habitación de un chico, pero no cualquiera y por supuesto no uno que sea exactamente especial, sino más bien peligroso, ha demostrado que no tiene ni siente compasión por el sexo más débil, por lo que mi amiga también esta en riesgo de sufrir lo mismo que yo— no quiero estar mucho tiempo adentro. —Deben seguir en su equipaje—afirmo o al menos eso es lo que espero. Levanto la vista para mirar por la ventana de mi habitación, como siempre se observa un panorama de Kylemore, un cielo extrañamente azul, sin una nube, con el bosque verdoso, llamando a propios y extraños a visitar sus rincones, pero pese a todo lo que se puede pensar de Kylemore, ahora me parece una prisión, pero no exactamente mía, sino de Aidan. No lo he visto desde aquel día, tampoco p
Liam:Me alegra saber que tu aventura por suiza ha sido placentera, no me imagino dormir a la intemperie en las montañas, pero supongo que para alguien tan experimentado como tú es cosa de niños. Ojalá pudiéramos vernos pronto y hablar sobre lo que paso entre nosotros, sé que sigues molesto y que el que respondas mis cartas y me cuentes sobre tus viajes e incluso sobre los festivales a los que has asistido y en donde has conocido más de una chica, es tan solo una forma de torturarme.Me lo merezco por acostarme con tu hermano cuando estábamos saliendo. No tengo justificación para lo que sucedió, solo puedo decirte que estaba ebria, demasiado como para diferenciarlo de ti, sé que lo que hice estuvo mal y lo reconozco, pero haciendo de lado lo que paso esa noche, quiero que sepas que tengo un retraso, no es de tu hermano porque según lo que el médico me dijo, tiene más tiempo de gestación, no me cabe duda de que es tuyo.Debemos hablar.Grace.—¡Mierda!—dijo un tanto nerviosa, emocionad
—¿Así que esa es la maldita zorra que te engatusó?—manifiesta su madre con cierta malicia, ahora entiendo por qué razón el comportamiento de Aidan era diferente antes de conocerme, tan solo estaba siguiendo el ejemplo de su perniciosa madre.Detrás de ella se encuentra la prometida de Aidan, Grace y su medio hermano, Liam, el cual se comporta como si no fueran más que rivales, pero ahora que lo pienso hay algo en su comportamiento que no cuadra. Se supone que él debería ser el heredero de la fortuna de los Mitchell y si tan solo se revelara que el hijo que Grace espera es de él y no de Aidan, quizás su padre no dudaría en nombrarlo como tal, pero me parece que todo lo que ha hecho, como encubrir que él es el padre de ese bebé y prácticamente incitar a Grace a casarse con su hermano, lo ha hecho para quitarse ese peso de encima.Liam no es más que un aventurero sin oficio sin beneficio que únicamente viaja con el apoyo de su padre, ser el heredero de su familia podría no ser tan agrada
—¡Se supone que la cuidarías!—brama mi padre, escucho su voz abajo mientras le grita a Moira su descuido e ineptitud para controlarme y vigilarme, pero según recuerdo este viaje era para olvidar lo que había sucedido, no para que ella me enseñara a comportarme.—Es una adulta, no puedo ir detrás de ella todo el tiempo, ya no es una niña—reclama mi tía, escuchó sus pasos, parece como si mantuvieran una danza de poder para saber quien tiene o no la razón. —¡Pero sigue comportándose como una!—insiste mi padre, parece que sus gritos lo hacen con la intención de hacerme sentir mal, cuando solo soy la víctima, Aidan y yo lo somos.—¿Y de quién crees que es la culpa?—responde mi tía, me parece saber bien hacia donde va la discusión.—No es mía, si es que eso es lo que estás insinuando—protesta mi padre, solo puedo imaginarlo colocar su mano sobre su pecho, lo hace en forma de demostrar que ha sido ofendido de algún modo, pero con la intención de devolver la ofensa.—Fuiste tú quien la dejo
—Ciara—logra decir después de una hora de silencio, después de haber escuchado mi historia, por supuesto, una en la que tuve que omitir el cómo nos conocimos y las ocasiones en las que termine en la cama con él, solo para no darle la razón a mi padre respecto a lo que dijo sobre la casa de Moira.Trago saliva, su mirada es severa, siento que esta a punto de sermonearme y sí, tiene todo el derecho del mundo, no solo me metí con el hijo de la familia para la que trabaja, sino que también hice un escándalo en el que todo el mundo me vio, me sacaron los de seguridad y casi me llevan detenida a la estación de policía, claro de no ser por mi padre, que como último favor me los quito de encima, pero después de lo que le dije, de lo que me atreví a decirle, tal vez ya estoy muerta para él, pero ahora eso no importa sino la respuesta de Moira.—Será mejor que nos vayamos de aquí—propone sin importarle su trabajo, ni su casa, pero me parece absurdo.—¡No!—protesto—¿Cómo puedes decirme eso? ¿Aca